El Sistema de Salud Público de Nicaragua perdió 451 trabajadores de la salud en los primeros dos meses del año, según cifras del Banco Central de Nicaragua (BCN). Al segundo mes de este año, las cifras oficiales reflejan que el país contaba con 20,694 empleados en el área de la salud.
Esto se suma a la notable reducción de médicos en los últimos cinco años y el incremento de personal de enfermería, según cifras oficiales.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que los trabajadores de la salud son todas las personas que participan en acciones con la intención principal de mejorar la salud, incluidas las personas con y sin capacitación y experiencia en materia de atención de la salud. Es decir, que en esta lista se incluyen médicos, personal de enfermería, trabajadores sociales, farmacéuticos, nutricionistas, dentistas y otras personas de cuidados para la salud.
Los datos de distribución del empleo por categoría ocupacional del BCN señalan que pese a la crisis sociopolítica que estalló en 2018, el sistema de salud público registraba un notable incremento cada año en el número de trabajadores de la salud. Sin embargo, entre diciembre de 2022 y el mismo mes de 2023, el sistema perdió 115 trabajadores de la salud.
A criterio de la médica nicaragüense especialista en dermatología, Anely Pérez Molina, aunque el régimen orteguista no explica los motivos de la pérdida de profesionales de la salud, considera que se debe al descontento por la asignación de roles políticos en las unidades médicas.
“Hay un descontento con las obligaciones a los trabajadores de la salud. Muchos no están contentos con estar ejerciendo actividades políticas en las unidades de salud, como asistir a mítines políticos o actividades que se relacionan más a la propaganda”, dijo Pérez a LA PRENSA.
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La galena considera que la migración no es un factor que incide en la reducción de médicos en el sistema público, puesto que, cuando abandonan el país, no pueden ejercer en su profesión.
“En el gremio médico, no creo que la migración sea tan marcada, a excepción de los médicos que tuvimos un involucramiento y oposición a las medidas que el gobierno implementó para la pandemia y de la represión de abril. Es muy difícil que los médicos puedan ejercer en el exterior”, expresó Pérez.
A partir de 2018, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo persiguió a los médicos que brindaron atención a heridos durante las protestas antigubernamentales y en 2020, durante la pandemia de la Covid-19, despidió a trabajadores de la salud que disentían de las medidas que implementaron las autoridades sanitarias.
Número de médicos en caída en los últimos tres años
Para 2022, Nicaragua tenía 428 médicos menos en comparación con 2018, año en el que inició la crisis sociopolítica en el país centroamericano, según los datos recogidos en los anuarios estadísticos del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide) hasta su última actualización en 2022.
En 2018, el sistema de salud contaba con 6,538 médicos y en 2022 la cantidad de galenos se redujo a 6,110. Sin embargo, en 2021, se registró un leve incremento, pasando de 6,179 que tenía en 2020 (año de la pandemia) a 6,186 en 2021.
Por su parte, Pérez advirtió que la reducción de médicos en Nicaragua provoca un vacío en la atención a los nicaragüenses que se traduce en mayor carga laboral para todos los trabajadores de la salud.
“Cuando los médicos prefieren irse, dejan plazas abiertas que no se pueden llenar tan fácilmente. El problema es que el tiempo que le lleva a un futuro especialista para estudiar y llenar esos espacios es muy grande. Por cada especialista que se va, tenés que esperar casi 11 años para poder llenar de nuevo ese espacio”, añadió Pérez.
Las cifras oficiales en el Inide reflejan que en 2018 había un médico por cada 1012 habitantes. Sin embargo, en el informe de la institución para 2022, último que ha publicado, las cifras detallan que había en ese año un médico por cada 1125 habitantes. Es decir, que entre 2018 y 2022, la cantidad de médicos por habitante se redujo significativamente.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su sitio web tiene hasta 2018 como última actualización de la densidad de médicos por cada 10 mil habitantes de Nicaragua. En ese año, el país se posicionaba en el cuarto lugar en Centroamérica basado en la tasa de médicos por cada 10 mil habitantes, con 6.64, por encima de Guatemala (3.6).
Más personal de enfermería
En contraste con la disminución de médicos entre 2018 y 2022, el sistema sanitario registra incrementos en el número de personal de enfermería.
Según las cifras oficiales, en 2022 había un médico por cada 1125 habitantes. No obstante, en 2018 la cantidad era de 988 personas por cada médico. En 2022 había 308 profesionales de enfermería más que en 2018 y 516 auxiliares de enfermería más en el mismo período.
A consideración de la doctora Anely Pérez Molina, las autoridades sanitarias están tratando de llenar los espacios de los médicos que han abandonado el sistema de salud con otro tipo de profesional de la salud.
“No se puede llenar tan rápido el espacio de un médico. Un auxiliar de enfermería estudia tres años, a una enfermera le lleva cinco años formarse, pero a un médico le lleva muchos más años”, dijo la galena.
A su consideración, la disminución del número de médicos repercute en la capacidad de resolución de los problemas en el sistema.
“Podés tener un personal que te reciba de urgencia, pero a largo plazo, no tiene mayor capacidad de resolución como tiene un médico”, señaló.
Según el Ministerio de Salud (Minsa), la red de unidades de salud pública a nivel nacional cuenta con 76 hospitales, 142 centros de salud, 1,426 puestos de salud, 182 casas maternas con 2,403 camas, 101 casas para personas con necesidades especiales y 16 centros especializados.
Además, señala que en 2023 por cada 10 mil habitantes hay 10 camas hospitalarias, nueve médicos, ocho enfermeras, nueve auxiliares de enfermería y nueve técnicos de la salud.