El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, estaría preparando un decreto que tiene como propósito impedir a los migrantes irregulares solicitar asilo político tras su llegada a Estados Unidos, lo que dificultaría que los migrantes que huyen de sus países de origen, como Nicaragua, encuentren protección al pisar territorio estadounidense.
De acuerdo con el medio estadounidense The New York Times, el decreto de la Casa Blanca está en fase de estudio y puede ser una orden ejecutiva que no necesitaría transitar por el Congreso, uno de los frentes más débiles para el presidente.
Básicamente la medida bloquearía la solicitud de asilo para los migrantes que crucen por la frontera con México de forma ilegal. “La medida, si se promulga, haría eco de un esfuerzo del presidente Donald J. Trump en 2018 para bloquear la migración, que fue atacado por los demócratas y bloqueado por los tribunales federales”, de acuerdo con The New York Times.
Para Manuel Orozco, director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo del Diálogo Interamericano, la decisión de hacer la solicitud de asilo más complicada o difícil es parte del menú de opciones para reducir la migración que está planeando o implementando el gobierno de Biden.
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Sin embargo, Orozco dijo que es poco probable que estas acciones logren reducir el flujo migratorio.
Harold Rocha, experto en Derecho Internacional y miembro de la diáspora nicaragüense, dijo que la posibilidad de emitir un decreto ejecutivo por parte de la administración de Biden es la respuesta para mitigar la falta de voluntad política en la Cámara de Representantes de votar la propuesta de ley consensuada y ya aprobada en el Senado.
Se refiere al proyecto de ley, vetado por los republicanos, que habría cerrado la frontera a nuevos migrantes si se registraban más de 5 mil intentos de cruce al día durante una semana.
También dijo que “la posibilidad de restringir el derecho al asilo obedece al abuso de esta figura jurídica por parte de quienes llegan a Estados Unidos buscando un futuro económico mejor y no por ser perseguidos en su país de origen”.
Cifras récord
En diciembre de 2023, los arrestos realizados por la Patrulla Fronteriza alcanzaron la cifra más alta registrada hasta ahora: 249,735. Los mexicanos fueron la principal nacionalidad de las personas arrestadas, seguida de venezolanos, guatemaltecos, hondureños y colombianos.
Para enero de 2024, los números cayeron drásticamente, cuando se registraron 124,220 detenciones, un 50 por ciento menos que en diciembre. Sin embargo, aunque las autoridades celebraron la disminución, no significa que el panorama se mantendrá así.
En el caso de los nicaragüenses, la cifra de diciembre alcanzó las 8,177 detenciones y se convirtió en el mes más alto en cruces irregulares desde que se aprobó el parole humanitario. Para enero de 2024, el dato disminuyó a casi la mitad: 4,664.
Las opciones que tiene EE. UU. para frenar la migración irregular
El plan de Biden lo que busca es desalentar estos cruces irregulares al impedirles solicitar asilo, que es la forma para permanecer legal en territorio estadounidense mientras se resuelven sus casos.
Sin embargo, Orozco afirmó que es todo un menú de opciones las que tiene la administración norteamericana para frenar los cruces irregulares. “(Las opciones) incluyen el cierre de fronteras a discreción de Homeland Security si las llegadas exceden más de 4,000 entradas diarias; la reinstauración de los Protocolos de Protección a Migrantes; suspender el parole humanitario y establecer un proceso de asilo más rápido”, detalló.
Si estas medidas se establecieran en conjunto tendrían un efecto disuasor sobre las personas que salen de sus países huyendo de la violencia, la inseguridad y las nulas oportunidades económicas, en busca del “sueño americano”.
Aumento de expulsiones
De aprobarse la iniciativa de Biden, aumentarán las expulsiones de los migrantes indocumentados, incluidos los nicaragüenses.
“En términos de los que lleguen sin parole a la frontera y argumenten asilo, los oficiales de migración que tienen (hasta ahora) tres opciones –detención y entrega, inadmisibilidad y revisión de caso, expulsión y retorno–, optarán posiblemente a aumentar las expulsiones. Las expulsiones de nicaragüenses eran de 10 por ciento, y frente a los cambios, este porcentaje pueda que aumente”, detalló Orozco.
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El caso de quienes llegan con parole humanitario
Orozco explicó que los nicaragüenses que han entrado a EE. UU. por medio de la figura del parole humanitario, que les permite una estadía de dos años para trabajar legalmente, si se quieren quedar más tiempo del determinado tendrán que demostrar “una razón concreta y comprobable de persecución”.
En este sentido, Rocha dijo que “en EE. UU. hay más de dos millones de solicitudes de asilo pendientes de adjudicar. La inmensa mayoría no podrá justificarlos legalmente y tendrán que salir del país. Pero administrativa y judicialmente esto causa enorme perjuicio a quienes sí requieren de asilo y protección internacional conforme la legislación vigente”.
Hasta diciembre de 2023, 60 mil nicaragüenses fueron aprobados para que entrar a EE. UU. por medio del parole, de acuerdo con las cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés). Y en lo que va del año fiscal 2024 –que inició en octubre de 2023– 41,429 nicaragüenses han entrado a Estados Unidos, incluidos quienes viajaron con parole, quienes entraron con cita de CBP One y aquellos que lo hicieron de forma irregular.
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Orozco mencionó que el anhelo migratorio nicaragüense como salida a la crisis insostenible que se vive en el país se complica cada vez. “Esa posibilidad de salir de Nicaragua se encuentra amenazada por el contexto político en Estados Unidos en al menos tres aspectos: el cierre de fronteras ante un alto volumen, la posibilidad de eliminar el parole y las restricciones en aprobación de asilo político acompañado de deportaciones”, afirmó.
“Los nicaragüenses se encuentran entre la espada y la pared”, apuntó el especialista.
