El cardenal Leopoldo Brenes se pronunció por primera vez por la “ausencia” de sacerdotes en algunas parroquias, en medio del innegable contexto de persecución y detenciones de religiosos de la Iglesia católica, por parte de la dictadura de Daniel Ortega.
“A las familias y comunidades que en este momento sienten la ausencia de sus sacerdotes o viven otra clase de penas quiero manifestarles mi cercanía. Es el momento de buscar juntos en la oración el consuelo de Dios y en la unidad eclesial nuestra fortaleza. Pidamos al buen Dios la gracia de la sabiduría”, manifestó el cardenal Brenes en la misa matutina de este último día del año, oficiada en la Catedral de Managua.
Brenes, el máximo representante de la Iglesia católica en Nicaragua, ha sido duramente criticado por algunos opositores por su silencio frente al encarcelamiento de sacerdotes, censura de medios de comunicación de línea católica, prohibición de actividades religosas, confiscación de asociaciones católica.
Parroquias sin misa
Por su parte en un conferencia de prensa en el exilio, Martha Patricia Molina, investigadora, dijo que: “Hoy en la mañana hemos recibido varios reportes, de varias iglesias de la Arquidiócesis de Managua que no han celebrado misa y la misa era a las 8 de la mañana y no se celebró.. Únicamente les dijeron a los fieles que se regresaran a su casa y que se pusieran a orar, que no iba a realizarse la misa, no les hablaron del padre y estas no son las Iglesias que tenemos identificadas donde secuestraron sacerdotes, son otras iglesias que no tenemos reportes que los sacerdotes han sido secuestrados, sin embargo, estamos en estos momentos confirmado”.
“Lo tememos es que si estos sacerdotes no celebraron misa y se les ordenó al pueblo de Dios a que se fueron para sus casas, es porque posiblemente ellos estén también secuestrados, porque fue una persona del consejo parroquial, en cada uno de las parroquias, que informó a los feligreses que se regresaran”.
Audiencia con el papa Francisco
Haydeé Castillo dijo que están planeando solicitar una audiencia al papa Francisco, para pedirle directamente a él su intervención en la situación de Nicaragua. “Sí está planeada solicitar esa audiencia al papa Francisco, ya está en proceso y muchas otras iniciativas, que no todas pueden detallarse aquí”, dijo Castillo.
Actualmente se ha confirmado la detención de 12 sacerdotes, entre ellos, dos obispos, dos seminaristas. A excepción del emblemático caso del obispo Rolando Álvarez, condenado a 26 años de cárcel por “traición a la patria” y otros delitos políticos, los demás religiosos no han sido acusados judicialmente ni se ha reportado su detención por parte de la Policía orteguista.
Otros sacerdotes que habían sido detenidos fueron desterrados y desnacionalizados. El último grupo de 12 fue enviado a Roma.
Ortega en guerra con la Iglesia católica
En los últimos años, Ortega y su esposa Murillo han radicalizado sus ataques contra la Iglesia católica, encarcelando sacerdotes y prohibiendo todas las actividades religiosas fuera de los templos. Particularmente este año en Semana Santa la Policía persiguió a los participantes de las procesiones tradicionales, entre estas, la recreación de la Pasión de Cristo.
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La guerra de la dictadura de Ortega contra la Iglesia católica lo llevó a suspender las relaciones diplomáticas con el Vaticano, tras una crítica del papa Francisco por la detención de sacerdotes en Nicaragua.