Expansión. La distribución original del zanate (Quiscalus mexicanus) abarcaba desde Estados Unidos hasta Sudamérica, pero se concentraba únicamente en zonas costeras. Fue el emperador azteca Ahuizotl quien lo introdujo al Valle de México, donde inició su expansión hacia zonas con abundante agua y espacios abiertos. Los zanates fueron capturados en la región del Golfo de México y liberados en Tlatelolco y Tenochtitlán, donde recibieron alimento y protección. Las aves tornasol se adaptaron con rapidez y el proceso de introducción posiblemente acabó durante el gobierno de Ahuizotl o de su sucesor, Moctezuma. Hacia 1577 los zanates ya habían expandido su hábitat cerca de 96 kilómetros.
Divino. El zanate fue un ave muy apreciada por los indígenas mexicas, tanto por su canto como por el color de sus plumas. Se cree que pudieron haber sido utilizadas para adornar a los jerarcas o para la fabricación de objetos destinados a rituales, dice un artículo del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (IIES) de México. De hecho, el nombre que los aztecas le daban a este pájaro era “teozanatl”, que significa “pájaro divino”, nombre del cual se deriva su actual nombre común: zanate.
Especie nica. La especie Quiscalus que acostumbramos ver por todas partes es la Quiscalus mexicanus, pero existen otras seis y una de ellas es endémica de Nicaragua: el Quiscalus nicaraguensis, que se halla en peligro de extinción. Su nombre común es zanatillo y, a diferencia del zanate, es bastante tímido y no suele salir de los humedales. También es más pequeño: 31 centímetros de largo contra los 43 del zanate, que es el más grande la familia. El nica es monógamo o bígamo, mientras que su primo es polígamo, por eso el zanatillo posee un color negro cobrizo muy bonito, pero menos impresionante que el plumaje iridiscente del zanate. En ambas especies las hembras son color cafecito claro y más pequeñas que el macho.
Zanatillo, zanatillo. Existe una famosa canción nicaragüense llamada “El Zanatillo”. Aquella que dice: “Zanatillo, zanatillo, préstame tu relación para sacarme una espina que tengo en el corazón…”. En internet suele atribuirse su autoría a Carlos Mejía Godoy. Sin embargo, en 2014 el folclorista Wilmor López aseguró a Domingo, del Diario LA PRENSA, que se trata de una pieza nacional anónima que ya lleva más de un siglo pasando de generación en generación.
Poema. Rubén Darío menciona al zanate en su poema “Tutetcotzimí”. Este es el verso en el que fue inmortalizado:
“Los altos aguacates invade ágil la ardilla,
su cola es un plumero, su ojo pequeño brilla,
sus dientes llueven fruto del árbol productor;
y con su vuelo rápido que espanta el avispero,
pasa el bribón y obscuro sanate-clarinero
llamando al compañero con áspero clamor”.
Inteligencia. Los zanates son aves muy inteligentes, capaces de recordar lugares, personas y realizar maniobras complejas, como romper bolsas y abrir empaques para buscar comida. Son animales territoriales y a veces defienden sus nidos con agresividad, incluso cuando el intruso es un humano, atacando con aletazos y piquetes la cabeza del invasor. En esos casos suelen emitir un canto de alarma para llamar a otros individuos.
Complejo canto. Por su amplio repertorio de cantos, los Quiscalus mexicanus también son conocidos como clarineros. El zanate macho utiliza sus canciones tanto para comunicarse con sus congéneres como para conquistar a las hembras. Emiten tantos sonidos diferentes que, si desplegaran todo su repertorio, podríamos escucharlos por más de 10 minutos sin que repitieran una nota, asegura el IIES. El canto del zanatillo nica, en cambio, es un sencillo y delgado pitido, que se aleja del complejo recital de su primo, un exhibicionista por excelencia.
Sheynnis. La nicaragüense Sheynnis Palacios, hoy Miss Universo 2023, vistió un impresionante traje inspirado en el zanate. Lo hizo en la tradicional pasarela de trajes nacionales del certamen internacional, realizada el pasado 16 de noviembre. El diseñador nicaragüense Jorge Salazar es el creador del traje negro con visos tornasoles que será recordado como el que lució la primera centroamericana en ganar el Miss Universo. En su pasarela, Palacios imitó con gracia los elegantes movimientos del zanate.
Burlas y elogios. El traje de Sheynnis Palacios causó revuelo en Nicaragua y miles de nicas expresaron un renovado respeto por el pájaro tornasol. Carlos Mejía Godoy dedicó a la beldad un verso de Camilo Zapata, “El Clarinero Mayor”, y su hermano Luis Enrique Mejía Godoy se refirió a ella con el título de “Zanatilla”. Sin embargo, ciertos medios de comunicación del oficialismo aprovecharon la pasarela de la reina nicaragüense para emitir comentarios burlescos. Un presentador de El Cotilleo la imitó haciendo uso de bolsas negras a manera de plumaje; mientras que, el 17 de noviembre, el portal de TN8 publicó un artículo en el que describe al zanate como un pájaro desagradable y oportunista que “se alimenta de desperdicios e insectos” y que no tiene “nada que ver con el guardabarranco”.
¿Ave nacional? Nicaragua y El Salvador comparten la misma ave nacional: el Eumomota superciliosa, conocido como guardabarranco por los nicas y como torogoz por los salvadoreños. En Nicaragua recibió ese título en un decreto del 27 de agosto de 1971, ratificado en enero de 2012. El zanate también ha tenido muchos adeptos que desean verlo ocupando ese cargo, pero las mociones no han prosperado. En 2012 el hoy diputado orteguista Wilfredo Navarro abogó por el zanate y también fue partidario suyo el folclorista Wilmor López. Según López, “el pájaro nacional debe verse todo el tiempo y eso solo lo lográs con el zanate”.
