Con el destierro de 12 sacerdotes que la dictadura mantenía privados de libertad, el obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando Álvarez, es el único cura que queda en prisión en Nicaragua.
Monseñor Álvarez, una de las voces más críticas contra la dictadura dentro la Iglesia católica de Nicaragua, enfrenta una condena de 26 años y cuatro meses de prisión.
Lea además: Expertos valoran que destierro de sacerdotes no es símbolo de paz entre la Iglesia y el Estado
Desde el 9 de febrero de 2023, la dictadura lo mantiene aislado en una celda de máxima seguridad, en el Sistema Penitenciario de Tipitapa, conocido como La Modelo, por negarse al destierro junto con los 222 presos políticos que fueron liberados y enviados a Estados Unidos.
En los últimos nueve meses la dictadura ha intentado excarcelar al obispo, pero a través del destierro, situación a la que, según fuentes, monseñor Álvarez se niega. En julio pasado, el orteguismo sostuvo conversaciones con el Vaticano en un intento por excarcelar al obispo, quien incluso fue sacado de su celda, pero posteriormente regresado a prisión al no concretarse la liberación por su negativa a abandonar el país.
Se desconoce su condición
El reciente destierro a Roma de los 12 sacerdotes se realizó como parte del diálogo entre la Santa Sede y la dictadura, a petición de este último, confirmó este jueves a LA PRENSA el cardenal Leopoldo José Brenes.
“Comenzó un diálogo, se hizo la solicitud de que si el Vaticano podía recibir a los sacerdotes, se hizo un estudio, platicaron ahí, al final se decidió que sí, se tomó la decisión y ya los muchachos están en Roma”, indicó Brenes vía telefónica a este Diario.
Sin embargo, en la lista no estaba incluido monseñor Álvarez. Se presume que sigue en la cárcel La Modelo, donde fue visto al menos públicamente por última vez el 25 de marzo de 2023, cuando los medios de propaganda oficialista publicaron varias fotografías y un video de un encuentro que tuvo el obispo con dos de sus hermanos.
Pero esta información no se puede confirmar. “Su ubicación y condición actual es desconocida. Su vida corre peligro”, alertó la abogada e investigadora Martha Molina.
Monseñor Álvarez ha recibido un trato arbitrario
El 10 de febrero de 2023, un día después que se negó a ser desterrado a Estados Unidos, la dictadura condenó a monseñor Álvarez por los delitos de “traición a la patria” y “propagación de noticias falsas”.
El abogado Yader Morazán, en el exilio y exfuncionario del poder judicial, explicó que la condición de monseñor Álvarez es de un rehén político, que ha recibido un trato arbitrario y extraordinario.
“Monseñor Álvarez fue condenado a través de un proceso en el que él ni siquiera se enteró, en el que la dictadura redactó una sentencia sin evacuar pruebas y fue condenado. Sin embargo, su abogada defensora presentó apelación, pero en lugar de entrar a una discusión de fondo tomaron la decisión de rechazarla de entrada, alegando que no cumplía requisitos, cuando es muy difícil que un abogado no cumpla con los requisitos de una apelación”, explicó Morazán.
Es decir, “le negaron no solamente un proceso justo en una primera instancia, sino también el derecho de apelar y hacer una segunda discusión en una segunda instancia”, señaló el abogado.