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Obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua. LA PRENSA / CORTESÍA

¿Negociación o solicitud directa del régimen para que el Vaticano recibiera a los 12 sacerdotes excarcelados?

Una fuente cercana a la CEN confió a LA PRENSA que la noticia tomó por sorpresa a los obispos. El cardenal Leopoldo Brenes dijo que "sólo nos comunicaron cómo iban las pláticas"

La excarcelación y destierro a Roma de 12 sacerdotes nicaragüenses que se encontraban como presos políticos en las diferentes cárceles del país se realizó como parte del diálogo entre la Santa Sede y la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo a petición de este último, confirmó a LA PRENSA el cardenal Leopoldo José Brenes.

“Comenzó un diálogo, se hizo la solicitud de que si el Vaticano podía recibir a los sacerdotes, se hizo un estudio, platicaron ahí, al final se decidió que sí, se tomó la decisión y ya los muchachos están en Roma”, indicó Brenes vía telefónica.

Le invitamos a leer: Vaticano alojará a los 12 sacerdotes desterrados por Ortega en la diócesis de Roma

Al consultarle sobre quién fue el que hizo la solicitud para que los sacerdotes viajaran a Roma, Brenes dijo que “por parte del gobierno entraron en diálogo y ya se solucionó todo”.

Lo dicho por Brenes, fue confirmado este jueves por el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, quien afirmó que “puedo confirmar que se ha pedido a la Santa Sede recibir a 12 sacerdotes de Nicaragua, recientemente liberados de prisión. La Santa Sede ha aceptado”.

En horas de la noche del miércoles 18 de octubre, la dictadura a través de una nota de prensa, divulgada en sus medios oficialistas, aseguró que los sacerdotes que ya habían sido “procesados” partieron la tarde del miércoles a Roma y serían recibidos por la Secretaría de Estado del Vaticano. Se trata, según la dictadura, de “un esfuerzo por preservar la paz y el apoyo de la comunidad católica”.

Tomó por sorpresa a obispos de la CEN

Una fuente cercana a la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) confió a este diario que la noticia tomó por sorpresa a los altos jerarcas católicos, debido a que desconocían del acuerdo que según el régimen Ortega-Murillo se logró con la intercesión de las autoridades de la Iglesia católica en Nicaragua y en el Vaticano.

“Fue una sorpresa lo de ayer (liberación y destierro), dicen que no están informados de cuál fue el acuerdo y (que) posiblemente fue con el cardenal (Leopoldo Brenes) porque ha estado un poquito en comunicación”, indicó una de las fuentes cercanas a la CEN.

De hecho, Brenes confirmó que ninguno de los obispos de la CEN mediaron para el acuerdo. “Eso fue directamente, fue un diálogo que se hizo allá, sólo nos comunicaron cómo iban las pláticas que se estaban haciendo y al final gracias a Dios salió adelante”, dijo escuetamente Brenes.

Asimismo el cardenal calificó la noticia como buena puesto que “trae tranquilidad a muchas familias, mucha gente estaba orando para que pudieran salir, dentro de todo es una alegría para muchos”.

“Prudencia y discreción”

La cogobernante y vocera del régimen, Rosario Murillo en su alocución de mediodía reiteró que los sacerdotes fueron puestos en libertad y enviados a Roma gracias a acuerdos logrados entre la dictadura y la Santa Sede.

“(Hubo) conversaciones positivas, fructíferas, constructivas, hubo también la intersección de altas autoridades de la Iglesia católica de Nicaragua. Y ese es el trabajo que se hace con prudencia, discreción, paciencia para alcanzar las soluciones necesarias que fortalezcan, que aseguren, que defiendan la paz, que es nuestro tesoro, nuestro patrimonio, nuestro legado”, mencionó Murillo.

A su vez, refirió que el acuerdo que se logró “representa la voluntad y el compromiso permanente de buscar y encontrar las soluciones, en reconocimiento y aliento de tanta fe, confianza y esperanza que nos anima siempre a los creyentes nicaragüenses que somos la mayoría”.

Indicó también que “los sacerdotes cuyos nombres han sido ampliamente divulgados llegaron la mañana de hoy a Roma, donde fueron recibidos por personal de la Secretaria de Estado de la Santa Sede”.

Murillo enseguida expresó su reconocimiento a todos los que apoyaron este camino de solución entre ellos la Secretaria de Estado y las altas autoridades de la Iglesia católica en Nicaragua.

¿Quién negoció con quién?

La abogada y autora del Informe Nicaragua: Una Iglesia Perseguida, Martha Patricia Molina, explicó a LA PRENSA que hay que analizar a profundidad el comunicado de la dictadura y lo que mencionó la oficina de prensa del Vaticano para saber que no hay rastro de quién cedió y qué se negoció.

“Basta con leer y entender los comunicados, no tienen nada igual, están hablando idiomas distintos. Por un lado la dictadura presenta que se sentaron en un diálogo, y la verdad es que el Vaticano da a entender que es una imposición, porque ellos no dicen que hubo diálogo y negociaciones aunque el papa Francisco ha hecho llamados a que se hablan canales de comunicación”, refirió Molina.

Lea aquí: ¿Qué hay tras la liberación de sacerdotes en Nicaragua?

Apuntó que “el clero de las diferentes diócesis no sabía nada, lo que hace entender que la alta jerarquía es la que estuvo involucrada”.

En esa misma línea señaló que “a la dictadura no hay que creerle nada, la dictadura es un partido terrorista, oportunista que saca provecho de todo. En el caso que haya negociación o acercamiento de algunos obispos no es nada raro, pero no creo que haya sido una negociación sino imposición”.

Sobre qué hay detrás de las excarcelaciones, Molina mencionó que tanto el Vaticano como el Estado de Nicaragua “están urgidos por salir del conflicto-crisis por un lado, el Vaticano quería que los sacerdotes fueran liberados y era primordial sacarlos porque sino iban ser asesinados o torturados; y por otra parte a la dictadura, ante la presión internacional que ha habido por la libertad de los presos, no le conviene mantener a los padres encarcelados, ya le hacían mucho estorbo para ellos, era la mejor salida, desterrarlos, pero se encuentran con el pegón que monseñor Álvarez seguramente no se quiso ir”.

monseñor Rolando Álvarez
Monseñor Rolando Álvarez permanece detenido en una celda de máxima seguridad en La Modelo. El 19 Digital

Para Molina, la dictadura no quiere siquiera tener al obispo Álvarez en Nicaragua, bajo ninguna circunstancias, pero las únicas dos opciones que hay es “que lo mande a llamar el papa Francisco, o que la dictadura de manera arbitraria, como lo hicieron en la década de los 80, lo agarre, lo suba en un helicóptero y lo vaya a dejar a una frontera, pero de otra manera el obispo no se va a someter al destierro por capricho del régimen. Dio una nueva lección”.

Los sacerdotes desterrados a Roma

En la nota de prensa figuraba la lista de los doce sacerdotes, en los que no aparece monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, quien es el principal líder de la Iglesia católica en Nicaragua secuestrado por la dictadura desde más de un año.

El obispo Álvarez, quien purga una condena de 26 años de cárcel, se encuentra privado de libertad en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro mejor conocido como La Modelo. Según una fuente cercana a la CEN, Álvarez, una vez más, se negó a ser desterrado de Nicaragua.

De monseñor Álvarez, el cardenal Brenes dijo que “no sé (nada), solo sé que está detenido”.

Los sacerdotes desterrados son Manuel Salvador García Rodríguez, José Leonardo Urbina Rodríguez, Jaime Iván Montesinos Sauceda, Fernando Israel Zamora Silva, Osman José Amador Guillén, Julio Ricardo Norori Jiménez y Cristóbal Reynaldo Gadea Velásquez.

También fueron desterrados los padres Álvaro José Toledo Amador, José Iván Centeno Tercero, Pastor Eugenio Rodríguez Benavidez, Yessner Cipriano Pineda Meneses, Ramón Angulo Reyes.

De izquierda a derecha: José Leonardo Urbina Rodríguez, Álvaro José Toledo Amado, Jaime Iván Montesinos Sauceda, Osman José Amador Guillén, Cristóbal Reynaldo Gadea Velásquez, Julio Ricardo Norori Jiménez, Fernando Israel Zamora Silva, Manuel Salvador García Rodríguez y Pastor Eugenio Rodríguez Benavides.

El destierro de los presbíteros nicaragüenses ha generado diferentes reacciones. Antonia Urrejola, excanciller de Chile y excomisionada de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), mencionó en su cuenta de X que “lo que es una buena noticia, la liberación de más presos políticos en Nicaragua, también es una violación más: su exilio, como tantos otros y otras nicaragüenses”.

Subrayó que “lo que es buena noticia para los excarcelados, no es sino también una demostración más de las violaciones sistemáticas”.

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