Inconformes con las penas impuestas se encuentran familiares de la rivense María Isabel Hernández, de 66 años, luego que el juez de Distrito Penal de Juicio de Rivas, Mario Barberena, sentenciara a Jairo Noel Guzmán Fargas a 23 años de cárcel y a su pareja Ángela Cortez Palma a 13 años por el crimen de la señora.
Guzmán Fargas fue condenado por ser el autor directo del crimen, mientras que su pareja fue sentenciada en calidad de cómplice.
La sentencia no fue bien vista por parte de familiares de la mujer asesinada el pasado 27 de abril, en el barrio Tomás Borge, del municipio de Cárdenas, en Rivas.
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“Tanto sus hijos, hermanos y demás familiares, no estamos de acuerdo con la decisión final del juez, porque mi hermana fue asesinada de forma atroz. La Fiscalía nos decía siempre que estuviéramos relajados, que a ambos les iban a aplicar 30 años de prisión, por lo que queremos apelar, porque la manera en que le arrebataron la vida a mi hermana fue inhumana”, señaló Agusto Nicolás Hernández Vivas.
Cómplice
La víctima llegó el 27 de abril a la casa de Guzmán, para cobrarle 10 mil córdobas que el hombre le debía por la venta de dos cerdos. Según versión de familiares de la víctima, Guzmán era conocido en la zona por dedicarse al destace de cerdos.
Guzmán se molestó por el cobro y sostuvo una discusión con la víctima. El sujeto forzó a María Isabel Hernández a que entrara a un lugar de la casa para posteriormente atacarla. El hombre le propinó un golpe en la cabeza con un tubo, lo que generó que la víctima cayera inconsciente.
Al momento en que María Isabel Hernández estaba siendo asesinada, Ángela Cortez Palma se encontraba vigilando en las afueras de su vivienda, para que nadie viera, ni oyera lo que estaba sucediendo.
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La pareja movió el cuerpo de la víctima para tirarlo en una letrina. El despiadado hombre le arrojó un adoquín en la cabeza a María Isabel Hernández y junto a su cónyuge dejaron caer el cuerpo en el hoyo de una letrina, la cual fue cubierta por ellos mismos con tierra y hojas de chagüite.
Quiso huir
Al consumar el crimen, el hombre huyó del lugar con dirección hacia el vecino país de Costa Rica, pero no logró completar su viaje, porque fue detenido por soldados del Ejército de Nicaragua. A Jairo Guzmán se le ocupó el teléfono celular de Isabel Hernández.
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La víctima habitaba sola en su vivienda, pero familiares al darse cuenta que Isabel no aparecía, procedieron a buscarla e interponer la denuncia ante la estación policial. Sin embargo, mientras familiares realizaban las labores de búsqueda, fueron informados por vecinos que la última vez que la vieron con vida fue el pasado 27 de abril en la casa de la pareja señalada.