En medio de la entrada masiva de dólares provenientes de las remesas, las Reservas Internacionales Brutas (RIB) de Nicaragua se anotaron en agosto un nuevo récord y superaron la barrera de los 5,000 millones de dólares, según datos oficiales.
Entre enero y agosto de este año, las RIB sumaron 5,157.3 millones de dólares, un aumento de 752.9 millones más que en diciembre de 2022, lo que equivale a una cobertura de la base monetaria de 3.5 veces.
Solo en agosto, según el BCN, a las reservas entraron 41.9 millones de dólares, “impulsadas principalmente por compras netas de divisas en la mesa de cambio, la entrada de recursos externos del gobierno y el aumento del encaje legal en moneda extranjera”.
Si se incorporan los recursos que pertenecen al sistema financiero nacional, las reservas internacionales consolidadas totalizan los 5,777.2 millones de dólares.
El aumento ha sido sustancial respecto a hace un año. En agosto del año pasado, las reservas sumaban 4,328.2 millones de dólares, es decir que desde entonces 829.1 millones de dólares, lo que indicaría que los mayores aumentos han ocurrido este año.
Las reservas de Nicaragua fueron golpeadas en el 2018 y 2019 por la crisis sociopolítica que estalló en abril de hace cinco años, que derivó en una recesión que se extendió por tres año. Tal fue la caída de las reservas, que el Banco Central se vio forzado a ayudar a los bancos facilitándoles recursos para poder hacer frente a la salida masiva de dinero.
En agosto del 2020, estas superaronlos niveles registrados en esos dos años convulsos. En el año de la crisis política las reservas cayeron a 2,261.1 millones de dólares, es decir que desde entonces estan se han más que duplicado.
En el 2019, aún registrándose fuga de depósitos bancarios, el BCN logró estabilizar las reservas internacionales, pero cerró el año con una recuperación de apenas 136 millones de dólares respecto al saldo del 2018. En ese año Nicaragua acumuló en reservas brutas 2,397.4 millones de dólares.
Las reservas internacionales son fundamentales para mantener la estabilidad cambiaria, especialmente ahora que el Banco Central de Nicaragua anunció que a partir de enero del próximo año la tasa de cambio del córdoba frente al córdobas quedará congelada.
Además del ingreso de más recursos desde exterior vía préstamos al Gobierno por parte de entidades como el Banco Mundial, el Banco Centroamericano de Integración Económica y el Banco Interamericano de Desarrollo, así como el Fondo Monetario Internacional entre finales del 2020 y 2021, la decisión del régimen de enviar dinero al Banco Central ha sido fundamental para apuntalar las reservas.
El régimen cerró la primera mitad de este año con 56,694.8 millones de córdobas depositados en el Banco Central de Nicaragua, los que se suman a los 18,987.7 millones que hasta mayo tenía repartidos en los bancos comerciales, alcanzando un nivel máximo de 75,683 millones (un poco más de 2,000 millones de dólares). Todo esto impacta positivamente las reservas.
En el caso del sistema financiero, este ha conseguido mejorar sus indicadores en captación de recursos del público y colocaciones de préstamos. Esto favorece a las reservas vía el encaje legal y las operaciones de compra y venta en la mesa del cambio entre los agentes económicos y el Banco Central de Nicaragua.