Daniel Ortega dijo en su discurso por el 53 aniversario del Ejército, el lunes 4 de septiembre, que se propone meter a Nicaragua en el grupo de países Brics.
“Nosotros estamos tocando la puerta (de los Brics) porque ese es el mundo multipolar… Es donde se juntan los países más poderosos con los países más empobrecidos porque unen esfuerzos para la lucha contra la pobreza, el hambre, el medioambiente”, aseguró Ortega.
Brics es el acrónimo formado por las iniciales de los nombres de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que se han asociado como alternativa de poder geopolítico a los bloques de países desarrollados y ricos de Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y sus aliados asiáticos.
Por cierto que los Brics tendrán que cambiar de nombre en enero de 2024, cuando Argentina, Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Etiopía pasen a formar parte del bloque emergente, según fue acordado en la VI Cumbre realizada en agosto recién pasado en Suráfrica. Aunque —es necesario advertirlo— Argentina podría no ingresar dependiendo de los resultados de las elecciones del 22 de octubre próximo, en las que los dos candidatos de derecha son los que tienen más probabilidades de ganar.
Como se ve por la lista de países que integran el Brics, y los que se van a agregar en enero de 2024, la mayoría está gobernada por regímenes autoritarios y los restantes, como India y Suráfrica, por democracias de baja calidad. Pero los unen resentimientos históricos hacia Occidente y el afán de crear un nuevo orden internacional, al que llaman multipolar, pero en el cual es obvio que China y Rusia ejercen la hegemonía o supremacía política.
De manera que aunque es poco probable que lo pueda lograr en el corto plazo, se puede comprender que Daniel Ortega quiera integrar a Nicaragua en el bloque de los Brics (o como lo vayan a llamar después de enero próximo). El caudillo sandinista nunca ha ocultado —más bien lo ha proclamado con insistencia—, que él es contrario a los valores occidentales de libertad, democracia y derechos humanos. Siempre ha dejado claro que su afinidad es con los autoritarismos de lejanas tierras como China, Rusia, Corea del Norte, Irán y otros del mismo género.
Cabe mencionar que, para justificar su intención de meter a Nicaragua en el bloque todavía llamado de los Brics, Ortega dijo en el discurso que pronunció el lunes 4 de septiembre ante el poder militar que “allí (en los Brics) la agenda no está para la guerra como la OTAN, encabezada por Estados Unidos”.
Lo cual es una extravagancia, por llamarla de algún modo, pues una de las dos cabezas prominentes de los Brics es Rusia, que en febrero de 2022 invadió militarmente el territorio soberano de Ucrania y desde entonces libra una guerra de exterminio contra el pueblo ucraniano; cometiendo espantosos crímenes de guerra y contra la humanidad que han sido condenados por las Naciones Unidas y por los cuales, la Corte Penal Internacional ha dictado orden de captura contra el presidente ruso Vladímir Putin.
Y la otra cabeza de los Brics es China, que no oculta su deseo de anexarse a la democrática y libre Taiwán así sea mediante una guerra, como la de Rusia contra Ucrania.