Aunque los transportistas en Nicaragua intentaron minimizar el nuevo ferri que moverá mercancía entre El Salvador y Costa Rica aduciendo que no les afectará, los mismos atacaron el proyecto y consideraron que el mismo es producto de la irresponsabilidad de los gobiernos que lo están promoviendo.
En declaraciones a la sandinista La Primerísima, Marvin Altamirano, presidente de la Asociación de Transporte de Nicaragua, minimizó el inicio del proyecto marítimo el próximo 10 de agosto entre El Salvador y Costa Rica para esquivar el cruce por Nicaragua, aduciendo que el mismo no afectará el tránsito de mercancía en el país y que seguirán moviendo carga en toda Centroamérica.
No obstante, precisó que “esa medida es preocupante e irresponsabilidad de los gobiernos de El Salvador y Costa Rica”, según citó el medio sandinista.
Cabe mencionar que LA PRENSA intentó hablar con Altamirano, pero condicionó la entrevista a que se realizara de manera presencial en su oficina. Eso pese a que se ha informado que la redacción se encuentra en el exilio.
En declaraciones a La Primerísima, Altamirano dijo que las autoridades tienen que medir el impacto social que tendrá eso, que por estar favoreciendo a una o dos empresas, entregan estas concesiones, que afectarían a muchas familias de ambos países.
Según el Ministerio de Obras Públicas y Transporte (MOPT) de Costa Rica, el buque con capacidad para aproximadamente cien contenedores y doscientos pasajeros tiene 73 cabinas de entre dos y cuatro literas. Inicialmente ofrecerá dos viajes completos por semana. Los lunes y jueves saldrá de El Salvador, y los martes y viernes de Costa Rica. La meta es llevar cien furgones a bordo en cada tramo de la ruta.
Esta programación implica que el ferri transportará unos cuatrocientos furgones por semana es decir, unos 1,600 al mes. Según información divulgada por la empresa, posteriormente se enfocarían en fortalecer el traslado de turistas y para ello incrementarían al menos un viaje por semana. Para iniciar, el costo de transporte de cada unidad completa (cabezal y contenedor) será de entre 1,145 y 1,360 dólares.
A criterio de Altamirano aunque los promotores del proyecto están intentando vender la idea que mover la carga vía marítima garantizará seguridad en la misma, “no es cierto, pues Costa Rica hoy es un país inseguro, donde más se roba mercadería”.
Reconoció que los que promueven el proyecto entre El Salvador y Costa Rica, “en el fondo pretenden manipularlo a nivel centroamericano, pero transportistas de Nicaragua, Honduras y Panamá, quienes ya se han reunido, no permitirán implementar esa medida”.