El discurso antimperialista que proclaman los funcionarios de cualquier institución pública del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, incluyendo la Policía Nacional, queda al descubierto cuando estos buscan cómo irse para la nación norteamericana. La subcomisionada María de Jesús Guzmán Gutiérrez llegó recientemente a EE. UU., según denunció el exfuncionario del poder judicial y experto en Administración de Justicia, Yader Morazán.
Morazán escribió que Guzmán defendió al régimen hasta el último día de su estancia en dicha institución, a tal punto de ser ascendida en septiembre del 2021, durante el acto del 42 aniversario de fundación de la institución policial. La subcomisionada entró a EE. UU. bajo la figura del parole humanitario, dijo Morazán, un beneficio que fue otorgado por el gobierno de Joe Biden a nicaragüenses —para que entren y vivan de forma legal en ese país— en enero pasado.
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Estados Unidos sancionó el 5 de marzo de 2020 a la Policía Nacional como institución y a tres comisionados: Luis Alberto Pérez Olivas, Justo Pastor Urbina y Juan Antonio Valle Valle por su participación en los graves abusos a los derechos humanos de los nicaragüenses.
LA PRENSA corroboró que efectivamente Guzmán fue ascendida el 12 de septiembre de 2021, en Matagalpa, cuando a 109 oficiales de la Policía les impusieron nuevos grados policiales y fueron condecorados por su servicio. “El acto fue presidido por el comisionado general Jorge Cairo Guevara, quien impuso el grado a la subcomisionada María Jesús Guzmán Gutiérrez, jefa del bloque”, indica una nota de prensa alojada en el sitio web de la Policía.
Mecanismo de elegibilidad del parole
Morazán opinó que “el problema radica en que los requisitos para tramitar el parole no son tan rigurosos y no hacen preguntas de fondo que podrían cuestionar la elegibilidad de una persona que ha estado involucrada de alguna manera en actos de represión o corrupción en Nicaragua. Básicamente para el parole toman como referencia los parámetros de solvencia económica del patrocinador y que el beneficiario pase los filtros de criminalidad dentro del territorio estadounidense, no tiene un examen minucioso, como el caso del asilo político, por eso es que vemos que muchas personas allegadas al régimen han venido a EE. UU.”
Mencionó que este tipo de casos “debería de ser una alarma o un tipo de reflexión para que la elegibilidad del parole mejore o perfeccione los mecanismo de control”.
También Morazán dijo que la hija de la subcomisionada, Marianela Montenegro, se casó con un estadounidense y que probablemente ella fungió como patrocinadora para el parole. Y añadió que Guzmán es cuñada de Lourdes Montenegro, magistrada de la sala civil del Tribunal de Apelaciones de Matagalpa.
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La abogada y defensora de derechos humanos Yonarqui Martínez dijo a LA PRENSA que si bien es cierto respeta que cada país tenga sus políticas migratorias para decidir quién entra o no al país, recomienda que “los países tengan mejores filtros porque las personas que participaron en eventos violatorios de derechos humanos no deberían ingresar a EE. UU. y debería de haber un mejor mecanismo de investigación”.
LA PRENSA conoció que al menos a tres sacerdotes nicaragüenses les fue negada la visa americana en Nicaragua, bajo los argumentos de que no cumplían con los requisitos.
Otros fanáticos en EE. UU.
La Defensoría Nicaragüense de Derechos Humanos en Miami se quejó el pasado 9 de marzo ante el Departamento de Estado de Estados Unidos por la presencia en ese país de personas vinculadas a la represión en Nicaragua.
Nicaragüenses denunciaron el 14 de marzo pasado la presencia del simpatizante sandinista Juan Caldera en el estadio de los Marlins, en Miami, Estados Unidos, disfrutando del partido de Nicaragua contra Venezuela en el Clásico Mundial de Beisbol. Los nicaragüenses le gritaron “asesino, fuera, fuera”.
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Además de Caldera, otros simpatizantes sandinistas también llegaron a Estados Unidos durante ese evento deportivo. La Defensoría Nicaragüense denunció la presencia del alcalde sandinista del municipio de El Rosario, Evert López Aguirre; el comisionado de la sancionada Policía, Julio Sánchez, y el paramilitar Edgard Zapata Arévalo, quienes participaron en el Clásico Mundial de Beisbol como parte del cuerpo técnico del equipo nicaragüense.
En el pasado varias de estas personas en sus redes sociales se han identificado como servidores del orteguismo.
