Quisiera saber qué magia o misterio tiene China continental, que con solo decir que se va a visitar o bien una vez que se visita (por lo menos los mandatarios de Francia y Brasil), regresan mirando el mundo al revés. Este misterio me sorprende y quisiera ser parte de él, quiero visitar China para ver algunos cambios transcendentales a mi regreso al mundo real, por lo menos que el agresor entre Rusia y Ucrania, sea este último; que sea Rusia quien pide al mundo ayuda para que Ucrania deje de bombardear sus hospitales maternos e infantiles, y que se pare la masacre. Que Ucrania, abandone los territorios ocupados ilegalmente a Rusia y regrese los cientos de miles de niños rusos secuestrados para adoctrinarlos a favor del presidente de Ucrania. Mientras esto no llegue a ser realidad, tengo que ver lo que ha sucedido.
El ignorante presidente de Brasil, que su nombre no es digno de aparecer en mi escrito, dijo antes de viajar a China comunista: “Tal vez se discuta Crimea. Pero lo que invadió de nuevo, tiene que repensarlo. Zelenski no puede tampoco quererlo todo”. El presidente ignorante de Brasil, quiere que en el siglo XXI los países afines a su nefasta ideología política continúen conquistando países a través de las invasiones armadas sobre países desarmados a como lo es Ucrania, y sobre todo, que estos países invadidos, a como es Ucrania, debe aceptar la pérdida de la península de Crimea, que forma parte inalienable del sagrado y bendito territorio ucraniano.
Como si fuera poco, el ignorante presidente de Brasil, ya debidamente parcializado a favor de la invasora Rusia, dijo que quiere formar un grupo de países para trabajar en una salida “negociada” al conflicto causado por la invasión rusa. El salvaje, al igual que todo populista, se cree el líder de América Latina o quizás del mundo y prometió a su regreso de China, que ese grupo estaría ya creado. Terrible error, lo que encontró fue la furia de los países libres. Ucrania rechazó de forma vehemente las ofensivas injerencistas palabras de parte de Brasil, e invitó a esta persona a visitar Ucrania, para que se dé cuenta de la realidad. También sería bueno que (el presidente de Brasil), se hospedara en los edificios de Kiev, para ver si tiene el valor de las mujeres ucranianas que resisten los brutales ataques criminales rusos con misiles hipersónicos.
Estados Unidos y la Unión Europea condenaron las palabras del presidente brasileño, a quien Estados Unidos tildó de loro, por repetir lo que dice Rusia, sin mencionar lo que en realidad sucede en el campo de batalla.
El 17 de abril el ministro de Exteriores ruso visitó Brasil, y como es costumbre volvió a responsabilizar a “Occidente y la OTAN” de la invasión a Ucrania. Esto lo hizo en el propio territorio occidental. Parece que al presidente de Brasil (que desea una salida negociada a la agresión rusa contra Ucrania), no le interesa que ofendan a su propia casa o territorio cuando en realidad Occidente no ha comenzado ninguna invasión. Que recuerde ese señor adulto mayor presidente de Brasil, que cuando Occidente, denunciaba que Rusia tenía doscientos mil soldados en su frontera con Ucrania, porque la iba a invadir, el régimen ruso miles de veces negó que estuviera preparando alguna invasión. El maléfico canciller ruso que visitó Brasil fue uno de los que en cientos de veces negó que Rusia invadiría Ucrania. ¿Quién mintió?
El que se deja avasallar en su propia casa, no merece respeto, es el caso del presidente brasileño, que no se da cuenta que Brasil es Occidente.
Alguien del equipo del presidente brasileño se dio cuenta que este había cometido un grave y espantoso error sobre la invasión criminal rusa contra Ucrania, y el martes 18 de abril se vio obligado a rectificar y lleno de vergüenza cambió de opinión y dijo que el Gobierno brasileño “condena la violación territorial” de Ucrania por parte de Rusia, a la vez que defiende que se negocie el fin del conflicto. En esto último continúa equivocado, no hay nada que negociar, la retirada rusa del territorio ucraniano, es incondicional.
El autor es comentarista político.