La Policía del régimen de Daniel Ortega prohibió este lunes en el municipio de Nindirí, Masaya, la tradicional Procesión de los Cirineos, una actividad que realizan los católicos en la Semana Santa. Tras la prohibición, los policías comenzaron a perseguir a los jóvenes que se resistían a abandonar el acto religioso.
Según los reportes en redes sociales, “los jóvenes que se disponían a realizar la actividad fueron perseguidos por toda la ciudad, se desconoce si hay detenidos, la población ayudó a varios a esconderse y huir de la Policía”.
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El asedio y la persecución policial generó un clima de tensión en la ciudad. En videos grabados por la ciudadanía se puede ver que el parque de Nindirí está asediado por patrullas policiales repletas de agentes antidisturbios, que usan el característico uniforme negro, los rostros cubiertos con pasamontañas y cargando armas largas.
Intimidación a católicos
También se ven policías con camisas celeste “manga chinga”, caminando por el parque, lo que ya es un acto de intimidación que usa el régimen orteguista para reprimir tanto las expresiones religiosas como los actos de protesta ciudadana.
En otras imágenes que circulan en las redes sociales se pueden ver tiradas en una calle varias cruces de madera y un manto púrpura, que es la indumentaria que llevan los católicos a esta procesión. Los reportes denuncian que los feligreses tuvieron que despojarse de objetos religiosos para evitar ser identificados por los policías que los seguían.
La Procesión de los Cirineos es un homenaje al personaje bíblico Simón de Cirene o El Cirineo, que ayudó a Jesús a cargar la cruz, lo que históricamente fue un acto emblemático de solidaridad durante la llamada Pasión de Cristo que se conmemora en la Semana Santa, del 3 al 9 de abril este año 2023.
En Nindirí, los católicos realizan una caravana de carretas jaladas por caballos, decoradas con flores.
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El régimen de Daniel Ortega y su esposa y cogobernante, Rosario Murillo, prohíbe las actividades públicas de la Iglesia católica, en medio de un contexto de persecución, amenazas y encarcelamiento de sacerdotes que se vive desde 2018 y que se recrudeció en 2022 tras la detención de más de 10 sacerdotes. Actualmente, tres se mantienen en la cárcel, entre ellos el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, uno de los más críticos contra el régimen de Ortega y que resistió la persecución y amenaza en el país hasta su detención.
La Semana Santa, también conocida como Semana Mayor, no fue una excepción a esta prohibición. En varias ciudades se ha reportado asedio policial, entre estas la ciudad de Matagalpa.
Ortega incluso suspendió las relaciones diplomáticas con el Vaticano, tras una crítica del papa Francisco por la detención de sacerdotes.