La joven opositora Valeska Valle, quien denunció el pasado miércoles que fue obligada al exilio después que policías de civil llegaron a amenazarla en la casa de seguridad donde se encontraba desde hace varios meses, pidió que cese el asedio a su familia, en Managua, pues “ya no estoy en el país”, indicó este viernes.
Valle denunció a través de un video divulgado en sus redes que el lunes 27 de marzo, a eso de las 5:15 de la tarde, la Policía irrumpió en el lugar donde se encontraba de manera “clandestina”.
“Llegaron a amenazarme y decirme que debía irme inmediatamente del país, callada y sin colocar nada en mis redes sociales, porque ellos conocían de mi liderazgo y activismo y que tenían monitoreadas mis redes, que me tendrían vigilada y querían que lo supiera”, expresó Valle en la grabación.
“También aseguraron tener vigilada a mi familia y seres queridos, es claro que fue una señal de amenaza directa e intimidación que vulneraba mi integridad física, por lo cual decidí salir a como pude del lugar en el que me encontraba siendo perseguida en todo momento por la Policía”, agregó.
Al exilio
El martes 28 “decidí salir de la casa”, explicó. Su madre la acompañó para intentar abandonar el país”, y “cuando salimos la Policía irrumpió en la casa de mi familia”, denunció la opositora.
En el video, Valle describió que “hicieron un operativo en la casa, con una vulgaridad de policías y patrullas, también con policías civiles en moto, con claras órdenes de búsqueda y captura en mi contra, destruyeron el portón de la casa y el interior de la misma, paralelamente nos encontrábamos siendo perseguidas brutalmente por motorizados, cuando pensaba salir del país”.
Añadió que un trabajador que se encontraba dentro de la vivienda fue amenazado y le formatearon su teléfono.
“Entraron, tiraron todo, se subieron al techo de la casa, se llevaron documentos míos, mi diploma de bachiller, mi partida de nacimiento, otros documentos de la universidad y amenazaron a la persona que estaba ahí”, expuso este viernes.
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En la grabación Valle expresó que “con dificultades y la ayuda de Dios y la Virgen Santísima, finalmente me logré escapar de las garras de aquellos que querían hacerme daño y salí de mi Nicaragua porque era imposible quedarme, portando simplemente la bendición y la última mirada de mi madre”, y aseguró que “temo por la seguridad de mi familia y aquellos seres queridos que actualmente siguen siendo vigilados y hostigados por la Policía”.
Este viernes, Valle afirmó que “siguen motos asediando la casa” de sus familiares en Managua. “Esa es mi prioridad, que dejen de molestarla que ya no estoy en el país, ellos saben perfectamente que desde 2018 no vivo ahí y ahora ya no estoy en el país”, sostuvo.