Comunicadora social de profesión y transportista de oficio, Miriam Zepeda, mejor conocida como Milu, hizo realidad el sueño de muchas nicaragüenses y extranjeras de viajar dentro y fuera de Managua en un transporte selectivo y seguro.
Su emprendimiento se llama “Milu transporte para mujeres” y nació a raíz de testimonios de inseguridad y acoso que vivieron sus hermanas, amigas y conocidas cuando se trasladaban —a través de cualquier medio de transporte— a sus trabajos, universidades y viviendas en Managua.
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Zepeda tiene 31 años. Proviene de una familia de transportistas selectivos, cuenta que creció entre camiones ya que su abuelito era camionero que brindaba el servicio de transporte a la Costa Caribe, y su papá también se desarrolló en el mismo gremio.
Primer encuentro con el gremio
La nicaragüense explica que su papá empezó ofreciendo sus servicios a dos grandes empresas privadas en Managua a clientes del área ejecutiva y de mantenimiento desde el 2010, cuando ella era estudiante.
“En 2010, yo estaba en la universidad estudiando Comunicación Social y mi papá necesitaba a alguien que le ayudara a cubrir los recorridos, porque él se cansaba por su edad, entonces yo le ayudé y así entré en este mundo. Yo recuerdo que me crié entre los rasgos de lo que era la empresa de transporte de mi abuelito, a mí siempre me enamoró el tema del transporte”, recuerda Zepeda.
Fue hasta 2015, cuando habían pasado cinco años desde el primer encuentro con el mundo del transporte cuando ella tomó la decisión de legalizar su nombre Miriam Zepeda en la Dirección General de Ingresos (DGI) y la Alcaldía de Managua para comenzar a brindar el servicio de transporte privado.
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“En ese momento yo tenía contratos con empresas privadas que nos pagaban muy bien”, cuenta.
Zepeda sostiene que el estallido de la crisis sociopolítica en Nicaragua le ocasionó la pérdida de esos contratos, sin embargo, no se dio por vencida.
“Cuando a mí se me caen los contratos, ahí es donde yo comienzo a buscar otra forma de ingreso, siempre ligado al transporte, nosotros comenzamos a abrirnos un poquito más al público al servicio de transporte privado, por ejemplo a aeropuerto, hoteles, siempre respetando la línea privada y no siendo taxis como tal, por decirlo así, sino como algo un poco más privado”, comenta.
Lanzamiento de su plataforma en redes sociales
En 2020 comenzó a trabajar con organizaciones no gubernamentales en Nicaragua, de las cuales la mayoría eran feministas. “Ellas me decían ‘mirá nosotros preferimos que nos haga el transporte una mujer’. Entonces ahí es donde yo me di cuenta que ellas necesitaban sentirse seguras que la empresa tenía una cara de mujer para poder montarse. Ahí es donde yo siento que había una necesidad que no se había suplido en Nicaragua”, expresa la emprendedora.
Todo iba marchando bien hasta que llegó la pandemia de covid-19 y en ese momento el cambio de modelo presencial a teletrabajo le redujo los viajes a Zepeda, por lo que decidió lanzar su emprendimiento a través de las redes sociales.
“Gracias a Dios ha tenido una buena aceptación, a la gente le gustó bastante, entonces me di cuenta que ahí hay oportunidad de negocio, a pesar que hay otras plataformas, de las que he escuchado malas referencias”, indica Zepeda.
Equipo, tarifa y servicio de traductora
“Milu Transporte para mujeres” ofrece su servicio fuera de Managua, tiene presencia en Masaya, Jinotepe, Ocotal, y hacen viajes a los diferentes departamentos del país. Incluso tienen colaboradoras en Costa Rica y El Salvador.
En Managua, su equipo de trabajo está conformado por cinco mujeres y cuatro varones, los últimos brindan el servicio de conductores y recorridos para niños, previo a acuerdos con la propietaria. Sin embargo, dice que cuando hay mucha demanda de viajes, a las clientas les consulta si puede ir su esposo, su padre, suegro, o el esposo de una amiga que también es conductora. Posteriormente, ella se encarga de hacer una encuesta con las clientes para evaluar el servicio.
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“En recorridos para niños hay mamás que me dicen ‘yo no tengo ningún problema que sea un caballero, siempre y cuando venga recomendado por usted y que usted se haga responsable de cualquier cosa’. Entonces, ahorita yo no discrimino género, te soy sincera, tengo tantos caballeros como mujeres trabajando conmigo”, apunta Zepeda.
En cuanto a la tarifa, Zepeda reconoce que el precio es un poco más costoso que el acostumbrado en taxis tradicionales y que depende mucho de la hora y distancia entre el punto de partida y destino final, debido a que brinda un servicio personalizado y muy seguro 24/7, bajo reservación e incluso cuenta con el servicio de traductora en inglés para las extranjeras, que puede ser solicitada e incluirse por un precio extra en la carrera.
“Nosotros arrancamos a un dólar el kilómetro, de manera que sacamos el cálculo en base a la distancia, el tiempo y la hora”, dice.
Su meta a corto y largo plazo
Zepeda afirma tener dos metas a corto y largo plazo que tienen que ver con mejoras a su emprendimiento.
La primera es crear una aplicación selectiva con la que puedan trabajar otras mujeres del país y la segunda es a un plazo de dos a tres años cubrir toda Managua y tener al menos dos conductoras en cada uno de los países de Centroamérica.
“Quiero tener una aplicación para poder generar ingresos para otras mujeres, o si voy a tener conductoras, quiero tener un filtro, para saber a quién estoy mandando, porque ese es otro grave error en otras plataformas que meten a todo el mundo y no hacen filtro”, asevera.
Para solicitar el servicio la pueden contactar a través del número +505 8766 2199 o a través de Facebook e Instagram.