Martha Candelaria Rivas Hernández es una mujer de clase humilde, madre de dos hijos, ama de casa, originaria del municipio de Diriá, del departamento de Granada. En 2022 fue utilizada por los medios de comunicación oficialistas para armar un caso penal contra el sacerdote Manuel Salvador García, el primer religioso encarcelado por la dictadura de Daniel Ortega. Cuando Rivas se dio cuenta que la habían utilizado intentó remediarlo, pero fue peor para ella.
Todo comenzó con un video difundido por los medios oficialistas, donde se veía al padre García agitando un machete desde el interior de su parroquia Jesús de Nazareno de Nandaime, Granada, mientras en la parte de afuera, desde donde fue grabado el video, policías y simpatizantes de Ortega le gritaban asesino.
El incidente ocurrió la noche del 30 de mayo de 2022, en un contexto de hostigamiento, persecución, asedio y ataques a los sacerdotes y obispos de la Iglesia católica.
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Dos días después, los medios oficialistas difundieron una entrevista con Martha Rivas, en la que sus entrevistadores insistían en resaltar una “relación íntima” con el sacerdote García y la ingesta de licor con él la noche del 30 de mayo, previo al asedio a la Iglesia.
En la entrevista, Rivas mencionó que tuvieron una discusión ese día y cuando ella se marchaba, el sacerdote “me dio con el candado y me reventó allí”, dijo tocándose la cara, con los ojos inflamados, según se ve en el video.
García fue arrestado bajo acusación de violencia física y psicológica contra Rivas y por amenaza con arma contra cinco personas.
Para sus cercanos, el arresto del padre es una represalia porque tras la represión contra las protestas civiles de 2018 se volvió un duro crítico contra el régimen de Ortega.
Aclaró lo que sucedió y quedó arrestada
El 17 de junio, en la audiencia de anticipo del caso, Rivas explicó que el padre no la agredió intencionalmente, sino que fue un accidente, y que por eso no firmó la denuncia. También negó haber tenido una relación de pareja con él.
Sin embargo, la solicitud de Rivas no solo fue ignorada por el judicial, sino que fue arrestada y acusada por “el supuesto delito de falso testimonio en perjuicio de la administración de justicia del Estado de Nicaragua” en el Juzgado Segundo Local Penal de Granada.
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El 22 de junio de 2022, el padre García fue condenado a dos años de cárcel, convirtiéndose en el primer religioso del país procesado penalmente. También fue condenado a pagar 200 días de multa, equivalentes a 14,116 córdobas, por el delito de amenaza con arma contra Derek Santiago Rueda, Manuel Alfredo López Tórrez, Kevin José Espinoza Rueda, Lester Javier Chavarría Miranda y Cristian David Tórrez Romero, quienes le gritaban asesino la noche del 30 de mayo.
El 11 de julio, Martha Candelaria Rivas fue condenada a cinco años de cárcel. Actualmente se encuentra recluida en el Sistema Penitenciario de Mujeres de Granada.
Apelación
La defensa de Rivas apeló la sentencia, pero en agosto la jueza Marvia del Rosario Arias Bermúdez, del Juzgado Distrito Penal de Juicio de Granada, confirmó su condena de cinco años.
En los documentos de la apelación, la defensa presentó un dictamen psiquiátrico en el que Rivas sigue negando haber tenido una relación íntima con el padre, también mantiene que el golpe con el candado fue accidental y que desde un inicio se negó a interponer una denuncia.
“Le tengo cariño y afecto a Manuel, no voy a permitir que una persona inocente sea procesada, me siento culpable que yo provoqué esto por mi reclamo, no firmaré una denuncia, yo no lo pienso acusar”, se lee en el escrito.
Martha Rivas es parte de la lista de presos políticos del Mecanismo de Reconocimiento de Personas Presas Políticas en Nicaragua, al igual que el padre García.
