Los nicaragüenses Renato y Henry llegaron a Estados Unidos el 28 de enero con el programa parole humanitario. Sus expectativas son “trabajar duro” durante los dos años que beneficia este programa para ayudar económicamente a la familia que dejaron en Nicaragua. Sin embargo, a casi dos meses de su llegada a ese país, aún no saben con exactitud cuándo obtendrán el permiso de trabajo y la tarjeta del seguro social.
Su hermano Jorge Luis López, quien es patrocinador de ambos, dice a LA PRENSA que dicha situación mantiene “desesperados” y “estresados” a sus parientes, puesto que “no pueden cubrir ni sus gastos ni ayudar a sus familias”.
“Mis hermanos están en mi casa y los voy a apoyar. Como patrocinador yo sabía que implicaba asumir la responsabilidad de proveerles techo y alimento en caso de ser necesario, además de asistirlos en el proceso de obtener los documentos para poder trabajar e incluso ayudarlos a conseguir el trabajo, pero pensaba que esta parte del proceso (permiso de trabajo y seguro social) tomaría un tiempo prudencial de cuatro a seis semanas”, dijo Jorge Luis.
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El parole humanitario es un programa habilitado a inicios de enero por el gobierno estadounidense, que permite que cada mes entren legal y por vía aérea 30 mil ciudadanos de Nicaragua, Haití, Cuba y Venezuela, y que se queden hasta por dos años; siempre y cuando tengan un patrocinador que los reciba en ese país.
Pasos para el permiso de trabajo
La persona que recibe la aprobación del parole humanitario y la autorización de viaje tiene 90 días para llegar a Estados Unidos. Una vez que arriba a suelo estadounidense, las autoridades migratorias del aeropuerto le realizan una pequeña entrevista en la que le preguntan el nombre del patrocinador y su dirección. También le toman las huellas.
Luego de eso, el beneficiado puede dirigirse a su destino. Dependerá de su patrocinador cuándo tramitará el permiso de trabajo y el número del seguro social.
Jorge Luis realizó dicha solicitud dos días después de que sus hermanos llegaron a Estados Unidos. Según el nicaragüense, la aplicación se somete desde la misma cuenta que los beneficiarios tienen en el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS).
“Hay que preparar una copia escaneada del pasaporte y de la página donde les estamparon el sello del parole, también agregamos todos los documentos que permitieron el ingreso a través del programa, como confirmación del beneficiario y autorización de viaje”, expresó Jorge Luis.
En la solicitud se debe escanear una foto tamaño pasaporte en formato JPG y llenar el formulario I-765, que tiene un costo de 410 dólares. Una vez concluido el trámite —señaló el nicaragüense— automáticamente se genera una confirmación de recibido y se le asigna un número de caso. La recomendación es esperar de cuatro a seis semanas para que la aplicación sea procesada.
La espera
“Con ese número de caso asignado solo queda esperar a que programen una cita para la toma de las huellas dactilares (nuevamente)”, dice Jorge Luis, quien declara que a las cinco semanas de haber sometido la solicitud, sus hermanos recibieron la cita, la cual está programada para el 28 de marzo, cuando cumplen ocho semanas de haber arribado a ese país.
“Después de las huellas se estima que hay que esperar entre 30 a 90 días para tener un resultado”, agregó.
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¿No se obtiene el permiso con esa cita? “No lo obtienen automáticamente. Las huellas son para los antecedentes en la base de datos de las agencias de seguridad internas. Si les autorizan el permiso, también se suma la tarjeta del seguro social, que se procesa en la misma solicitud del permiso de trabajo”, indicó Jorge Luis, quien consultó con la oficina del representante de su distrito ante el Congreso.
Tener paciencia
De acuerdo con asesoras en temas migratorios en Estados Unidos, aun cuando todo el proceso dure entre tres y seis meses, o más, esto es un tiempo aceptable debido a la cantidad de solicitudes que tiene la USCIS.
La paralegal Starina Jerez insiste en que esperar un par de meses “es totalmente normal y lógico” ante tanta demanda, por lo que aconseja “ser pacientes”. Jerez señala que cada persona es un caso, y ejemplificó que aquellas que solicitan el permiso de trabajo bajo asilo o parole de la frontera demoran hasta un año en obtener el documento.
En tanto, la abogada Astrid Montealegre declara que la duración del proceso laboral también dependerá de la zona donde vive la persona, porque muchas “están muy saturadas”, como es el caso de Miami, donde la espera sobrepasa los seis meses.
Por su parte, Jorge Luis considera que si el gobierno de Joe Biden aprobó el parole humanitario, el USCIS debía estar preparado para agilizar los tiempos de respuesta de solicitudes de trabajo a los beneficiarios de este programa. Según él, la gente está “resolviendo” de momento la situación, trabajando en “lo que le salga” sin papeles y sin garantías.