¿Y esto es un partido de semifinales? La emoción de los cubanos duró tan solo el primer tercio de inning, cuando tomaron una carrera de ventaja y dejaron las bases llenas sin outs. Luego vino la debacle. Estados Unidos los aplastó, los redujo a la nada y los hizo ver como una selección amateur. La fortuna que acompañó a los cubanos en la fase de grupos, que con tan solo dos victorias lograron clasificarse a los cuartos en donde derrotaron a Australia, no existió en las semifinales tras perder 14-2. Se decía que hasta hoy Cuba enfrentaría a un oponente de verdad y el equipo se vino a pique, con uno que otro chispazo individual.
El Clásico Mundial de Beisbol no es terreno para los cubanos que desde 2006 no pisaban una semifinal. Aunque los cubanos entendieron que necesitaban el apoyo de los jugadores de Grandes Ligas para competir no bastó con Yoan Moncada, Luis Robert y Roenis Elías, se requiere a los hermanos Gurriel a José Abreu entre otras figuras del mejor beisbol del mundo y tampoco eso les asegurara el triunfo, sino mejor competitividad contra las potencias.
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El grito: “libertad, libertad” y “Patria y Vida” se repetía durante cada uno de los episodios del encuentro. Había tierra hostil, los cubanos radicados en Estados Unidos miraban como una extensión de la dictadura cubana a los jugadores nacidos en la isla. Muchos de ellos se alejaron de las entrevistas, otros decidieron abrirse al periodismo, ignorando los temas políticos. El jugador con más abucheos fue el de los Medias Blancas de Chicago, Yoan Moncada, quien se negó a decir la consigna “Patria y Vida” durante el entrenamiento previo al juego, la cual la usan los cubanos como significado de rebelión de la dictadura. En el sexto inning un aficionado saltó al terreno con pancartas en contra de la dictadura. En las afueras del Marlins Park hubo pequeñas manifestaciones y, aunque hubo muchos aplausos con las carreras anotadas de los caribeños, la mayoría pedía libertad.
Al final Cuba murió por aplastamiento contra Estados Unidos por 14-2 con jonrón de Paul Goldschmidt y dos de Trea Turner, siendo los dos jugadores más determinantes del juego. Por Estados Unidos ganó el partido el abridor Adam Wainwright, mientras que por Cuba perdió Roenis Elías ante 35,779 aficionados. Ahora Estados Unidos espera en la final al ganador de este lunes entre México y Japón.