María José Da Costa, madre de la joven brasileña Raynéia Gabrielle Da Costa Lima Rocha, asesinada durante las protestas de 2018 en Nicaragua, pidió ayuda al actual presidente de Brasil, Lula Da Silva, para esclarecer el crimen en contra de la estudiante de medicina, en una entrevista con el brasileño Diario O Globo.
Según la mamá, “el gobierno de Brasil le ha dado la espalda a la única víctima brasileña de la represión ejercida por el gobierno de Daniel Ortega”, y con el retorno al poder de Lula tiene “una pequeña luz de esperanza al final del túnel”.
La mamá de la estudiante busca conseguir una audiencia con Lula y exponerle el caso de su hija y que su gobierno la ayude a “investigar y contribuir para el juicio y condena del verdadero culpable” de la muerte de su hija.
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Asegura que con el gobierno de “Lula tengo esperanza, habla con todos los países y ojalá hable con Ortega para solucionar el caso de mi hija”.
Raynéia Gabrielle Da Costa Lima Rocha, de 31 años, falleció de hemorragia masiva interna después de recibir dos impactos de bala en el tórax y abdomen, cuando circulaba en su vehículo por el sector del Colegio Americano, rumbo hacia su casa en Lomas de Monserrat, la noche del lunes 23 de julio de 2018, cuando ese sector estaba controlado por grupos paramilitares a la orden del régimen de Daniel Ortega.
Repatrió cuerpo a Brasil
La madre asegura que el gobierno del expresidente de Brasil, Michel Temer, les dio la espalda durante el asesinato de su hija y solo pudieron repatriar el cuerpo hacia Pernambuco, de donde son originarias.
“Solo pudimos repatriar el cuerpo de mi hija gracias al apoyo del exgobernador de Pernambuco, de donde somos, Paulo Câmara. Desde entonces nadie nos ha ayudado, y quiero que Lula me ayude a mí”, dijo María José quien asegura que el paramilitar Pierson Gutiérrez Solís no fue quien le disparó a su hija. Este fue condenado a 15 años de prisión por homicidio y posesión de arma de fuego, sin embargo, fue liberado el 23 de julio 2019 bajo Ley de Amnistía.
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Según María José, su hija no estaba involucrada en actividades políticas y la noche del asesinato regresaba del hospital donde trabajaba. “Quiero saber quién fue el verdadero culpable, que sea condenado a prisión. El Gobierno de Nicaragua debe responsabilizarse por el asesinato de mi hija, porque estoy segura que el asesino confeso está encubriendo a un militar que trabaja para el Estado”, dijo al medio brasileño.