El gerente general de LA PRENSA, Juan Lorenzo Holmann, sigue perdiendo peso, luce más delgado, su tez pálida, sus manos de tono amarillento, y aunque su salud está deteriorada no han podido “destruir” su espíritu, su ánimo y su preocupación por el medio, los trabajadores, periodistas y la libertad de expresión en Nicaragua.
Durante la visita número 16 que se realizó a secuestrados políticos que se encuentran en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), más conocida como el nuevo Chipote, Holmann habló de su deterioro de salud, del cambio de celda y preguntó por el equipo de LA PRENSA, además comentó que está pendiente de los periodistas que están junto a él en esas celdas.
El patrón para anunciar las visitas continúa siendo el mismo, les avisan a los familiares días antes, no hay un calendario de visita o días estipulados para las mismas. Les dijeron que podían llevar paquetería, más allá de las bebidas que es lo que se les permite regularmente.
Lea además: Corte IDH otorga medidas “urgentes” en favor de Juan Lorenzo Holmann y diez secuestrados políticos
Además de la paquetería se les permite a los familiares compartir con los detenidos y al igual que las visitas en diciembre se han realizado de forma “cordial”, permitiéndoles compartir alimentos y pasar cuatro horas con ellos.
Preocupado por la pérdida de la vista
Holmann está preocupado por la pérdida de visión en uno de sus ojos. “Siente que ha perdido sustancialmente la vista, en el ojo en el que tiene problemas con una mancha oscura desde el 2021”, indica una fuente.
En las celdas del Chipote, el secuestrado político presentó molestias, “un médico le hizo un ultrasonido y le indicó que era una hernia”, la cual continúa creciendo y causando molestias, pese al uso de una faja especial.
Otro de los malestares que aqueja a Holmann es un problema para respirar. “Dice que está teniendo episodios como que le falta la respiración. Eso no sabe a qué se debe. No se sabe si es por el problema de la aorta, porque no tuvo oportunidad de darle el seguimiento debido”, indicó.
Holmann, pese a sus padecimientos y haber sido secuestrado después de una operación en su corazón, no ha recibido el seguimiento médico, la última vez que lo vio un doctor fue en octubre de 2021, después de que se desmayó en uno de los momentos en que le permitieron salir al patio. Un médico le recomendó exámenes que no le realizaron.
Lea también: Hijas de Juan Lorenzo Holmann piden una llamada “urgente” para hablar con su papá
Para atender la hernia le permitieron una faja especial, pero no sabe de qué le salió y lo único que le dijeron después de un ultrasonido es que era una hernia. Este malestar lo tiene desde hace más de un año, desde noviembre 2021.
A Holmann lo cambiaron de celda, a una que tiene barrotes, ya no la celda empernada y se encuentra acompañado del exprecandidato presidencial Félix Maradiaga y el politólogo José Antonio Peraza.
En esta celda no hay acceso a sol, por lo que los sacan al patio, aunque la luz solar no le llega mucho, según relató. “Los sacan a diferentes horas para que no se vean entre ellos”, dijo.
Cordialidad y permisos luego presiones de familiares
La cordialidad en las visitas, permitirlas por cuatro horas con presencia de menores y acceso a videollamadas, lo han logrado los familiares luego de un largo camino de denuncias y presiones por el cumplimiento de los derechos humanos de los secuestrados políticos.
“Y continuaremos solicitando la libertad sin condiciones, pues son inocentes. Mientras tanto es importante que se respete el derecho a acceso a atención médica y a material de lectura”, indicó un familiar.
En el caso de Holmann se le permitió ver fotografías, leer cartas de sus hijas y una videollamada con ellas por diez minutos.