Las exportaciones de frijol rojo alcanzaron los 115.82 millones de dólares en 2022, la cifra más alta en los últimos siete años, además de un récord en las ventas del grano al exterior, de acuerdo con los datos preliminares del Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex), superando las previsiones oficiales.
El ingreso por exportaciones por el frijol se logró con la colocación de 91.84 millones de kilogramos (2.02 millones de quintales), a un precio promedio de 1.3 dólares por kilo, una mejora respecto al año pasado que fue de 1.1 dólares. Esto equivale a que el precio del frijol se colocó en el exterior a un promedio de casi 21 córdobas el año pasado.
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Sin embargo, la otra cara de la moneda es el golpe al bolsillo de las familias. La libra de este alimento, básico en la dieta nicaragüense, se mantiene en 35 córdobas (cerca de un dólar), no se ha visto una rebaja pese a la salida de la producción de postrera en el mes de diciembre, situación que de acuerdo con pronósticos de fuentes del sector productor, incidiría en el abaratamiento de los precios.
La tendencia alcista del precio inició en mayo pasado, cuando se ubicó en 25 córdobas, hasta llegar a 37.46 córdobas en noviembre, según los datos de los precios de la canasta básica que publica en Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide).
¿Qué ha pasado?
Todo hace indicar que las ventas al exterior están provocando ese efecto. “Las exportaciones fueron récord 115 millones de dólares más o menos, eso está influyendo”, aseguró una fuente del sector productivo que solicitó el anonimato. A la vez consideró que los altos costos de producción también inciden.
Reveló que al productor le están pagando alrededor de 3,000 córdobas por quintal (unos 82 dólares), “que es un precio bueno”, indicó.
Otra fuente relacionada con la producción del grano —que accedió a opinar solicitando la omisión de su nombre—, refirió que el aumento en los precios internos se debe a daños que hubo en la producción por exceso de agua “y además a un crecimiento en las exportaciones de frijoles motivado por un mayor precio que se paga fuera del país”.
La primera fuente estimó que con la salida de la producción de apante (entre febrero y marzo), que es la última época del ciclo agrícola, los precios al consumidor tenderían al abaratamiento.
“Apante siempre es fuerte, puede haber mucha demanda. Es probable que más adelante baje de precio”, comentó.
El ciclo agrícola en el país se divide en tres fases: primera, postrera y apante. Cada rubro tiene su particularidad productiva.
En Nicaragua, de acuerdo con información del Ministerio Agropecuario (MAG), la mayor concentración de productores de frijol está en los departamentos de Nueva Segovia, Jinotega, las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Norte y Sur, Matagalpa, Estelí y Madriz.
El rol del Estado
Para un especialista en comercio, el Estado, a través de la Empresa Nacional de Alimentos Básicos (Enabas), debería incidir para estabilizar los precios internos.
“Allí es donde Enabas tiene que hacer su rol de regulador de precios comprando al precio de mercado directamente a los productores y vendiendo a los consumidores a un precio razonable para cubrir sus costos, sin ánimo de lucro, y avisar dónde se puede comprar, eso influye en que los agiotistas y acaparadores tengan que aflojar sus existencias”, apuntó.
Según el sitio web de Enabas, la misión de la entidad es “ser apoyo fundamental a los sectores productivos de granos básicos, priorizando las cooperativas, asociaciones y pequeños y medianos productores, brindándoles servicios agroindustriales y de almacenamiento en silos y bodegas”.
“En el acopio y distribución de granos básicos y productos alimenticios a nivel nacional, promoviendo el comercio justo y la soberanía y seguridad alimentaria de la población nicaragüense”, agrega.
En tanto su visión es “ser un elemento nivelador en la cadena productiva al acopiar granos básicos a precios justos a las cooperativas, asociaciones y pequeños y medianos productores a nivel nacional, ampliando nuestra capacidad de almacenamiento y mejorando la calidad de los servicios agroindustriales en silos y bodegas, y mantener la capacidad de distribución a los programas alimentarios y sectores populares”.
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Sin embargo, en la práctica, la distribución de granos básicos que realiza el régimen de Daniel Ortega está relacionado con fines políticos y asistencialistas. A inicios de enero, los medios de propaganda publicaron la salida, desde una de las sedes de Enabas, de una caravana de 200 mil quintales de alimentos destinados para la merienda escolar a pocas semanas del inicio del año lectivo.
La merienda está dirigida a niños de educación preescolar, primaria regular, primaria multigrado, escuelas de educación especial, secundaria en el campo y escuelas normales, según declaró un funcionario del régimen.
Enabas fue creado por decreto en septiembre de 1979. Cuenta con una Ley Creadora desde mayo de 1988, que fue reformada en julio de 2009, en ambos casos Ortega estaba en la silla presidencial. La reforma estableció que los miembros de la junta directiva de cinco miembros, serán nombrados por el presidente de la República, originalmente estaba en manos del ministro de Economía, Industria y Comercio.
Desplaza al maní
Por segunda ocasión, las exportaciones de frijol superan las de maní, uno de los principales rubros de agroexportación del país, la primera ocasión fue en 2020, el segundo mejor año de ventas de frijoles en los últimos siete años.
En este reciente 2022, la diferencia entre ambos rubros es de 8 millones de dólares. Mientras que las exportaciones de maní generaron 107.14 millones de dólares, el frijol superó los 115.8 millones, de acuerdo con datos del Cetrex.
En 2020, el maní generó 90.4 millones de dólares y el frijol logró 115.6 millones.
Ahora el frijol se ubica como el quinto rubro exportador entre la lista de los principales productos, seguidos del oro en bruto, café oro, carne de bovino y azúcar de caña.
Con este comportamiento, los ingresos que generaron las exportaciones de frijol han crecido 63.8 por ciento desde 2016, mientras que el volumen ha aumentado 53.9 por ciento.
Producción en aumento
De acuerdo con datos del Banco Central de Nicaragua y los documentos del Plan Nacional de Producción, Consumo y Comercio 2021/22 y de 2022/23, la producción de frijol ha mantenido una tendencia creciente en los últimos años, logrando un aumento de 848,600 quintales entre el ciclo 2016-2017 y las proyecciones para 2022-2023.
El Plan Nacional de Producción, Consumo y Comercio 2022/23, asegura que “la producción nacional del frijol rojo es 1.5 veces mayor que el consumo de las familias nicaragüenses, lo que permite exportar principalmente hacia Centroamérica”.
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Refiere que durante el ciclo productivo 2021/22 se registró una producción de 4.7 millones de quintales (un incremento de 2.8 por ciento respecto al ciclo anterior), con un consumo (interno) aparente de 3.0 millones de quintales y exportaciones de 1.7 millones de quintales, equivalentes a 84.4 millones de dólares.
“Para el ciclo 2022/23, se proyecta un crecimiento de 2.6por ciento esperándose producir 4.8 millones de quintales, con un consumo aparente de 3.0 millones de quintales y un volumen de exportación de 1.8 millones de quintales, por 89.5 millones de dólares (+6 % de crecimiento)”, refiere.
Sin embargo, las proyecciones fueron superadas, al exportarse 2.02 millones de quintales y lograr ingresos por 115.82 millones de dólares.
En 2022, las exportaciones totales, sin incluir las de zonas francas, alcanzaron el récord de 3,940.76 millones de dólares, un aumento de casi el 10 por ciento respecto a 2021, según los datos del Cetrex.