La dictadura orteguista declaró este lunes culpable al sacerdote Óscar Benavidez Dávila, párroco de la iglesia Espíritu Santo de Mulukukú, municipio del Caribe Norte de Nicaragua, por los supuestos delitos de “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense”, confirmó a LA PRENSA el abogado y exfuncionario del poder judicial, Yader Morazán. Hasta el momento los medios oficialistas no han publicado información al respecto.
La sentencia condenatoria fue dictada la jueza orteguista Nancy Aguirre Gudiel, titular del Juzgado Décimo de Distrito Penal de Juicio de Managua. La Fiscalía pidió una condena de ocho años de cárcel, para el religioso, de 50 años.
La Policía arrestó al padre Benavídez el 14 de agosto de 2022, después que ofició una misa. En primera instancia fue llevado a las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial ( DAJ), conocidas como el Chipote, en Managua y en octubre fue trasladado al Sistema Penitenciario Jorge Navarro, mejor conocido como La Modelo, en Tipitapa.
Actualmente el régimen ha procesado a nueve religiosos bajo supuestos delitos de «conspiración», entre ellos al obispo Rolando Álvarez, quien ya fue enviado a juicio el pasado 10 de enero. Mientras que otros dos sacerdotes pagan condenas por supuestos delitos comunes.