Pastora o Poinsetia, mejor conocida como Pastora, la Euphorbia pulcherrima es la planta navideña por excelencia.  

A pesar de que cuando pensamos en ella la imaginamos con sus enormes flores rojas, la Pastora puede ser de color amarillo, blanco o rosa. La tradición es regalarla durante el mes de diciembre, ya que es una de las flores de Navidad que se suele utilizar como centro de mesa. 

Los cuidados de la flor de Pascua son muy sencillos. Podemos mantener esta planta en el interior, aunque conviene que esté lejos de las fuentes de calor. Se recomienda regar dos veces por semana y pulverizarla entre riegos para que siga manteniendo su buen aspecto. También será fundamental colocarla en un lugar bien iluminado. 

Cactus de Navidad  

También llamado cactus navideño, plumas de Santa Teresa o nopal navideño, el Schlumbergera es originario de Brasil. Se le conoce como cactus navidad ya que este florece entre diciembre y enero, es decir en plena época navideña. Es una planta que necesita luz natural de manera indirecta y no requiere mucha agua. Puede tener variedad de colores, aunque los que más gustan a la gente son los rojizos, ya que recuerdan a las fiestas. 

Estrella de caballero  

El Hippeastrum, también es conocido con el nombre de Amaryllis y se ha convertido en los últimos años en una planta imprescindible de Navidad gracias a sus espectaculares flores en forma de trompeta de una gran variedad de colores (rojo, rosa, blanco, naranja, amarillo) y de unas brillantes hojas verdes. 

Normalmente se utilizan las amarillys de color rojo para decorar las entradas de los hogares durante estas épocas de navidad. Además, al igual que el cactus navideño, florece en invierno. 

Suculenta Echeveria 

Popularmente se la conoce como rosa de alabastro, las suculentas del género echeveria son las suculentas que se han popularizado como opción de regalo. Forma parte de las plantas crasas que tienen su origen en México y Brasil. Una de sus características más peculiares son sus hojas carnosas y aplanadas en forma de roseta.  

El mantenimiento de las plantas suculentas, también conocidas como crasas, es muy sencillo. Será suficiente con ofrecerles un riego cada 7-10 días, aunque también será fundamental situarlas en un lugar bien iluminado en donde reciba al menos 4 horas de sol diario.