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De Maquiavelo a Goebbels

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Goebbels

Tras la llegada al poder de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en 2007, observamos con estupor la aplicación en Nicaragua, con una implacable falta de escrúpulos, de los principios que Joseph Goebbels desarrolló desde 1933 para construir el régimen nazista que tanta desgracia trajo al mundo. Si no, revisen y comparen.

Maquiavelo

Pero la cosa fue para más, porque también lo peor de Nicolás Maquiavelo fue incorporado al repertorio del régimen nicaragüense. O sea, si buscan sustento doctrinario a lo que sucede en Nicaragua, está aquí más que en cualquier libro de política o economía. Por razones de espacio me limitaré a comentar brevemente siete de los 10 mandamientos de Maquiavelo que recientemente resumió la página Culturizando.

Intereses

Vela solo por tus intereses. Para que la familia conserve el poder, están dispuestos a todo. Inclusive a destruir el país. Si el fascismo de Benito Mussolini decía “todo dentro del Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado”, Daniel Ortega proclama: “Todo dentro de la familia (la suya sí), nada fuera de la familia, nada contra la familia”. Y para que eso se cumpla están dispuestos a asesinar, torturar, exiliar, desterrar, confiscar o destruir lo que sea necesario.

Culto

No honres a nadie sino a ti mismo. Toda la estrategia de culto a la personalidad del régimen busca establecer como divinidades a “el comandante y la compañera”, un ardid recurrente de las dictaduras. En tanto dioses, todo lo que esté contra ellos es blasfemia y, por lo mismo, merece ser castigado. Incluso el homenaje a los muertos se vuelve un autohomenaje porque los muertos siempre aparecen apoyando su proyecto. No pueden discrepar. Un ejemplo: Si Dora María Téllez hubiese muerto antes de 1990, sería recordada en la propaganda oficial como una mujer que dio su vida para construir el régimen que hay en Nicaragua. Por suerte está viva, y sabemos (y ellos lo saben) cómo ella opina. Por eso está presa y no siendo venerada.

Mal y bien

Haz el mal, pero finge hacer el bien. ¡Tantos ejemplos! Solo recuerden que a los paramilitares que salieron a asesinar a ciudadanos en 2018 les llamaban “combatientes de la paz” y vestían con camisetas de “amor, trabajo y paz” a la huestes que usaban para apalear opositores. Lección de Maquiavelo.

Brutalidad

Sé brutal. Dragunov y ametralladoras contra morteros artesanales. Vamos con todo. Saña inaudita contra presos políticos. La brutalidad no es gratuita en este tipo de regímenes. Maquiavelo lo sabía. Busca doblar voluntades y establecer ejemplos. La lógica es que, con brutalidad, pocas personas logran controlar a muchos.

Enemigos

Mata a tus enemigos y, si fuera necesario, a tus amigos. La ecuación es simple: si ellos son dioses y todo lo que los contradice, blasfemia, no hay opositores, sino enemigos. No toleran una opinión diferente. Y ante la imposibilidad de rebatirla, encarcelan o matan a quien la expone. Y así, sienten que imponen su opinión, por loca que esta sea. Aplica para opositores, aplica para disidentes.

Garrote

Usa la fuerza en vez de la bondad cuando trates con el prójimo. Hace algunos años comentábamos que la estrategia del régimen era “garrote y zanahoria” para conseguir sus propósitos. Premios para los colaboradores y garrote para los opositores. Bueno, después que dejaron de llegar los petrodólares venezolanos, quedó el puro garrote para conseguir lo que ellos quieren. Con amigos y enemigos.

Guerra

Piensa exclusivamente en la guerra. La guerra le da sentido a la barbarie. Toda la brutalidad que exhiben pretende justificarse en una guerra que solo ellos ven. A las protestas les llaman “intentos de golpes de Estado”, portar una bandera nacional es “terrorismo” y cualquier opinión contraria la inscriben en conspiraciones que buscan crear condiciones para la violencia. O sea, para justificar su violencia, ven violencia donde no hay violencia.

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