El proceso para solicitar asilo en Estados Unidos es bastante complejo y requiere de asesoramiento y conocimiento de las leyes migratorias de ese país. “La mayoría que pierde sus casos de asilo es por falta de representación y porque la mayoría no sabe qué decir y qué no decir”, dice Muriel Sáenz, quien trabajaba asesorando a migrantes en estos procesos.
Sáenz explica que “los nicaragüenses ahora mismo tienen un alto porcentaje de que les aprueben el asilo”, siempre y cuando hagan el proceso de manera correcta y en los tiempos adecuados.
A continuación, le contamos cinco cosas que no debe hacer en su proceso de solicitud de asilo:
Dejar pasar el plazo para presentar la solicitud
El migrante tendrá un año para presentar la solicitud de asilo desde su llegada a Estados Unidos. Uno de los errores que cometen los migrantes es dejar todo para último momento, lo cual puede perjudicar el proceso.
“Para recaudar las pruebas, escribir lo que se tiene que escribir, recaudar testimonios o relatos de otras personas, contactar a las organizaciones de derechos humanos para que te den copia de las denuncias que se han hecho, todo eso se dilata mínimo, dos semanas, y trabajando diario en el caso”, advierte Sáenz.
Mentir
Cuando vaya a su cita con el juez de Migración, su relato debe tener coherencia y debe comprobar todo lo que dice con pruebas, testimonios de otras personas, archivos audiovisuales, denuncias en organizaciones de derechos humanos y todo lo que considere que pueda ayudarle en su caso.
Los jueces de Migración suelen hacer varias preguntas alrededor del relato y la información que presenta y si encuentra mentiras, su solicitud de asilo puede ser denegada y usted puede ser deportado inmediatamente.
Llegar por cuestiones económicas
Estados Unidos no otorga asilo por cuestiones económicas. La asesora Sáenz recomienda que cuando le pregunten por qué llegó a Estados Unidos, no diga cosas como: “La situación está muy mal en Nicaragua”, “no encuentro trabajo”, “vengo por una vida mejor”.
“Esas son las palabras mágicas que no hay que decir”, dice la experta. Los asilos en Estados Unidos son otorgados solamente a personas que son perseguidas por razones políticas. Si usted quiere solicitar asilo, debe demostrar que es perseguido por la dictadura de Daniel Ortega.
Tampoco puede solicitar asilo si es perseguido por el crimen organizado, narcotráfico, pandillas o demás.
LEA TAMBIÉN: La coima de los 150 dólares para cruzar por Nicaragua
Haber sido deportado anteriormente
Si usted ya fue deportado anteriormente de Estados Unidos y trata de llegar nuevamente, probablemente Inmigración no lo deje pasar y si entra de manera irregular, puede que sea deportado nuevamente hacia Nicaragua o devuelto a México.
Sáenz explica que estas personas no deben mentir si se les pregunta si alguna vez fueron deportadas, y en su lugar deben explicar las razones por las cuales llegaron nuevamente a Estados Unidos. Según Sáenz, hay casos de deportados que han llegado por razones políticas y que han podido ganar sus casos, pero es un proceso mucho más complejo.
Tener solicitudes de refugio en otro país
Si usted ya solicitó refugio en cualquier otro país, Inmigración no le perdonará que llegue a Estados Unidos a solicitar asilo. La razón es que, si ya se ha solicitado refugio en otro país, ese otro país ya está encargado de brindarle protección internacional.
Sáenz indica que lo que tienen que hacer las personas con solicitudes de refugio en otro país es que demuestren ante el juez que corren peligro en ese otro país. Sin embargo, en caso de que no se pueda demostrar que corren peligro en el país donde hizo la solicitud de refugio, las personas serán deportadas hacia el país de origen.
El proceso para pedir asilo en Estados Unidos
Lo primero que usted tiene que hacer para solicitar asilo en Estados Unidos es estar físicamente en ese país, explica el sitio oficial del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés).
El asilo puede solicitarse independientemente de que usted haya entrado de manera regular o irregular a los Estados Unidos, pero si lo hace de la segunda manera, el proceso será más complicado.
Cuando la persona entra de manera irregular, es decir, cruzando la frontera sin visa o de manera “ilegal” como se dice popularmente, “de entrada está rompiendo las leyes de Estados Unidos”, detalla Muriel Sáenz, y es por esta razón que los migrantes irregulares son llevados a centros de detención.
Primero, los oficiales de Migración llevan a la persona a unos cuartos llamados “hieleras”, porque son cuartos bastante fríos. “Son detenciones temporales que los meten en esos cuartos helados para tratar de forzar a la gente a que diga: ‘Yo no quiero estar aquí, por favor regrésenme a mi país’. Te presionan psicológicamente”, describe Sáenz.
El migrante puede pasar cinco días o más en esta “hielera” mientras es investigado por las autoridades estadounidenses. Después, un oficial de Migración le hace una entrevista de miedo creíble a la persona, para determinar si es elegible para solicitar asilo.
LEA TAMBIÉN: Fallecen cinco migrantes nicaragüenses en accidente de tránsito en México
Este oficial determinará al final de la entrevista si la persona quedará en libertad para hacer la solicitud de asilo por su cuenta, o si permanecerá detenido y tendrá que hacer la solicitud bajo custodia.
También hay otros casos en donde el oficial puede decidir si se deporta a la persona. “Si el oficial piensa que la persona llega a trabajar porque la cosa está muy dura en Nicaragua, no hay trabajo, hay crimen, pero no hay nada político, entonces se le mantiene detenida y la deportan, o no la dejan pasar”, explica Sáenz.
En caso de que el oficial deje al migrante en libertad, este tendrá que brindar la dirección de un familiar, conocido o amigo en donde se alojará durante su estancia en los Estados Unidos y deberá reportarse con USCIS semanal o mensualmente, según indique el oficial.
Si el oficial determina que la persona deberá permanecer detenida, esta tendrá que hacer la solicitud desde prisión, la cual llegará hasta un juez de Inmigración y deberá esperar que el juez lo llame para continuar con su caso. La persona permanecerá detenida en un centro de detención cerca de la frontera.
“Eso es una cárcel federal en la cual te ponen donde haya cupo. Si está cerca de la frontera, pero la cárcel está repleta de inmigrantes, entonces te mandan a otra y si todas están llenas, te mandan a una cárcel normal con criminales”, comenta la asesora Sáenz.
El tiempo que la persona pase detenida será en dependencia de lo que tarde en resolverse su aprobación o denegación de asilo. Según Sáenz, bajo la administración de Donald Trump, los migrantes podían pasar hasta dos años detenidos, pero con el nuevo gobierno de Joe Biden, el tiempo se ha acortado a un promedio de seis meses.
La decisión de si el migrante queda detenido o en libertad está a discreción de los oficiales de Inmigración.
Para quienes entran de manera regular, el proceso es “mucho mejor”, considera Sáenz. Una vez que la persona entra con visa de turista, las autoridades no pueden detener a la persona porque no está violentando ninguna ley y ha sido admitida para entrar al país. El migrante regular puede hacer la solicitud de asilo en libertad.
Las preguntas del juez
Muriel Sáenz indica que la mayoría de migrantes irregulares logran hacer el proceso en libertad, pero deben tener en cuenta que a partir del día en que llegaron a Estados Unidos tienen un año para hacer la solicitud de asilo.
Este plazo aplica también para las personas que entraron de manera regular. Si no lo hacen en este plazo de tiempo, “no puede ser elegible para solicitar asilo”, indica USCIS en su sitio web.
La solicitud de asilo se hace presentando un documento llamado Formulario I-589, Solicitud de Asilo y Suspensión de Remoción, ante USCIS. Es un documento de 12 páginas que deberá llenarlo en inglés y que solicita información personal, sobre su familia, empleos, educación y los motivos por los cuales está solicitando asilo.
Una vez que se presenta este formulario, deberá esperar una notificación de USCIS y la citatoria del juez de Migración para exponer su caso. Para los migrantes que deben llevar el proceso desde un centro de detención, también deberán presentar este formulario y esperar la citatoria del juez.
Otra cosa que es importante tener en cuenta es que a partir de que el migrante reciba la notificación de USCIS, empezarán a correr 150 días para que pueda solicitar su permiso laboral. Este permiso tiene un costo de 410 dólares.
LEA TAMBIÉN: Migración legal de nicaragüenses a Estados Unidos también ha crecido por crisis política
Sáenz explica que normalmente los jueces de Migración citan en tres ocasiones a los solicitantes de asilo. En el caso de los que entraron de manera irregular, el juez les preguntará: “¿Usted acepta que violó las leyes de los Estados Unidos al entrar irregularmente? Uno tiene que responder sí o no”, comenta Saénz.
Después el juez puede hacer preguntas indagatorias sobre por qué llegó a los Estados Unidos, por qué decidió solicitar asilo y demás cosas que considere pertinentes. En dependencia de las respuestas, el juez decidirá si se continúa con el caso o si niega la solicitud de asilo en ese mismo instante, por eso es importante que haya coherencia en el relato.
En la segunda cita, que puede ser en meses o años, la persona deberá llevar las pruebas de por qué ha solicitado el asilo y debe llevarle al juez un relato escrito con todos los detalles de su caso. En la tercera cita, el juez hará varias preguntas alrededor de la solicitud y del relato que se le fue entregado. Ahí mismo, el juez decidirá si se le otorga el asilo o no.
Todos los papeles que se presenten al juez deben estar traducidos al inglés y a color. Hasta el pasaporte o cédula. De lo contrario, el juez no los aceptará. Hay abogados que solamente por este papeleo cobran 1,500 dólares. Los juicios son en inglés y hay un traductor en caso de que el migrante solamente hable español.
En este punto de las entrevistas es muy importante el asesoramiento de un abogado, recomienda Sáenz, sobre todo para las personas que quedan en los centros de detención, debido a que cuando los migrantes cruzan por el río, los papeles con sus pruebas se les mojan y los pierden, pero en caso de que logren salvarlos, en el centro de detención se los quitan y no van a tener acceso a ellos. Si los lleva en formato digital en su teléfono, tampoco le permitirán que tenga acceso a ellos.
“La familia o alguien más deberá contratarle un abogado. No hay forma de que puedan defenderse desde adentro. Están a la merced del juez y el oficial”, comenta Sáenz.
Los precios solamente para que un abogado le ayude a demostrarle al juez que el migrante es un perseguido político, rondan los 1,500 dólares, “pero ese no es el proceso de asilo, es solo para que la persona salga de prisión si Inmigración no sabe qué hacer con la persona en caso de que no le crean en la entrevista”, advierte la asesora.
Lo ideal sería hablar con un abogado desde antes que la persona llegue a los Estados Unidos, enviarle las pruebas y en caso de que la persona quede detenida, que el abogado pueda actuar. Por todo el papeleo, representación, asesoramiento y todo lo demás, los abogados pueden cobrar hasta 9,000 dólares.
Puede apelar
En caso de que el juez rechace la solicitud de asilo, el migrante deberá ser deportado a su país de origen, pero Sáenz señala que muchos no saben que la decisión se puede apelar.
La apelación debe ser presentada inmediatamente que la solicitud sea denegada a un juez de apelación para que revise el caso y todas las pruebas. En ocasiones, los jueces de apelación le indican al juez de Migración que revise bien el caso y considere su decisión, y otras veces los mismos jueces de apelación aprueban el asilo, pero en otros también lo niegan.
Si en la apelación también se niega el asilo, la persona deberá ser deportada al país de origen, pero el migrante todavía tiene otra opción que es invocar el artículo tres de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
En este artículo, del cual Estados Unidos es firmante, se establece que “ningún Estado Parte procederá a la expulsión, devolución o extradición de una persona a otro Estado cuando haya razones fundadas para creer que estaría en peligro de ser sometida a tortura”.
En el inciso dos de este artículo se detalla que “las autoridades competentes tendrán en cuenta todas las consideraciones pertinentes, inclusive, cuando proceda, la existencia en el Estado de que se trate de un cuadro persistente de violaciones manifiestas, patentes o masivas de los derechos humanos”.
La asesora Sáenz señala que es importante conocer esto como último recurso para evitar ser deportado a Nicaragua, sobre todo si se es un perseguido político. “Yo he tenido casos en los cuales las personas han invocado eso y no los han podido deportar, entonces Estados Unidos les da su permiso de trabajo, y los protege sabiendo que cuando la situación en Nicaragua cambie, tienen que regresar”, agrega.