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Son patadas de ahogado

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Optimismo

Esta columna corre el riesgo de pecar de optimista frente al pesimismo generalizado de que el régimen Ortega Murillo se salió con la suya y no hay forma, en el corto y mediano plazo, para que Nicaragua sea el país, con sus problemas y todo, en el que podamos convivir juntos y libres. Lo correré. No para levantarle el ánimo a nadie con mentiras piadosas o calculadas, porque no estoy en ese negocio, sino para exponer el mundo tal como yo lo veo. Puedo estar equivocado. ¡Claro que sí! Eso implica opinar.

Agonía

Yo sí creo que la dictadura está moribunda. Yo sí creo que no hay forma de que se vuelva a levantar. Está derrotada y solo le queda dar patadas de ahogado. Zarpazos. Que en esa agonía esté destrozando Nicaragua, es otra cosa. El asunto es que estamos tan acostumbrados a asociar la maldad con los Ortega Murillo que cuando hacen daño a Nicaragua, creemos que por el hecho de poder infligir dolor van ganando. Y no es así.

Aguas

¿Alguien de verdad cree que la expulsión de la embajadora de la Unión Europea beneficia a la dictadura? ¿O que la persecución a la Iglesia es síntoma de buena salud? ¿O que la prohibición a salir del país a sus militantes y funcionarios es señal de fortaleza y cohesión? Ya no digamos el encarcelamiento del Chino Enoc, del exalcalde de Jalapa y otros 21 militantes sandinistas. Lo que tenemos es un barco haciendo aguas por todos lados y unos tripulantes desquiciados haciendo hoyos más grandes para ver si se tapan los otros.

Ideología

El régimen de los Ortega Murillo está condenado a morir, a mi criterio, por cuatro razones principales: una, la falta del sustento ideológico. Interno y externo. Hasta la izquierda tradicional desprecia a esta dictadura en particular. No hay, esta vez, “cemento” político que cohesione a sus bases y los haga aguantar penurias bajo la promesa de que caminan hacia una sociedad mejor para sus vidas. Que una familia se haga más rica o no sea juzgada, no parece ser una buena recompensa para el sufrimiento que exige y exigirá la dictadura para sostenerse.

Resistencia

Las otras razones son: dos, la imposibilidad de seguir repartiendo prebendas como la hacía antes; tres, el cada vez más creciente aislamiento internacional; y cuatro, tal vez la más importante de todas, la resistencia pasiva que enfrenta. No se vaya a creer que porque no se ve guerrilla armada en las montañas o una oposición activa en las calles, el régimen juega contra nadie. No. Si así fuera, no tendría necesidad de mantener aparataje militar que vigila el país y no estaría dando esos zarpazos casi diarios contra un enemigo que no logra ver, pero lo siente, lo acorrala y lo exaspera. Lo está matando. Nadie lo quiere. Ortega puede parecer solo y ganando, porque no hay oposición organizada que lo enfrente. Eso sí. Pero resistencia sí tiene. Y errores sí comete.

Oposición

No voy a culpar a los opositores estructurales, para llamarles por algún nombre, de que no estén en las calles, arrinconando a Ortega, porque entiendo la brutalidad con que el régimen ha respondido a estas acciones que buscan llevar el establecimiento de la democracia por la vía cívica. De hecho, muchos de estos “opositores estructurales” están en las cárceles del régimen y otros más en el exilio pagando las consecuencias de sus ideas. De los que sí acuso a la oposición organizada es de no ponerse de acuerdo para establecer una alternativa a la dictadura. Tan mal andamos en esta materia que si por alguna razón la dictadura se viese obligada a negociar su salida, no hay contraparte con quien negociar.  Y si la dictadura se cayera sola un día de estos, tampoco hay oposición que llene el vacío de poder que dejaría.

Herido

Tampoco voy a ser irresponsable y decir que la caída de la dictadura está a la vuelta de la esquina. La agonía puede tardar mucho tiempo, aunque siempre existen los imponderables que dan la vuelta a la tortilla en cosa de horas. Todo puede suceder, pero no creo que ellos, ni nosotros, resistamos otros 20 años en esta situación que se descompone cada día. Lo que vemos son patadas de ahogado. Un cuerpo moribundo. El régimen de los Ortega Murillo está herido de muerte desde abril 2018. Falta que se den cuenta ellos. Falta que nos demos cuenta nosotros.

COMENTARIOS

  1. Hace 1 año

    Segoviano. El levantamiento popular del 2018, simplemente fue una fuerza motriz originada por las contradicciones incompatibles entre el sentido común y justo acumulado por nuestro pueblo y las manipulaciones de nuestro dictador enfermizo que conllevan a su ocaso y auto aniquilamiento por sus contradicciones. DOS con su espada de Damocles desenvainada simplemente se dirige a destino sin retorno. Expuesto a lo anterior el tren de la historia de los nicaragüenses simplemente lo demolerá en un punto X.

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