Dirigentes de diferentes congregaciones evangélicas realizaron este jueves 22 de septiembre un “Congreso de Pastores Unidos” en el centro de convenciones Olof Palme, lo que contrasta con las prohibiciones a la Iglesia católica, que no puede realizar sus actividades religiosas fuera de los templos e incluso en muchas ocasiones se ha impedido a los feligreses entrar a las parroquias.
LA PRENSA contactó al pastor Ulises Rivera para conocer más sobre la vinculación de las iglesias evangélicas con el gobierno de Daniel Ortega, pero no contestó a los mensajes enviados.
Hace dos días circuló un afiche de la actividad con el emblema de la Secretaría de la Juventud del gobierno y la Alcaldía de Managua. Entre las organizaciones religiosas promoviendo el evento se podía ver a las Asambleas de Dios, la red mas grande de iglesias evangélicas del país y la Convención Bautista de Nicaragua, dueña de la otrora Universidad Politécnica de Nicaragua, confiscada por el gobierno de Ortega hace varios meses y cuyo rector, Norberto Herrera, tuvo que irse al exilio, según constató LA PRENSA.
A penas hace dos días, la Policía rodeó la iglesia San Jerónimo de Masaya, para evitar la salida tradicional y procesión del Santo patrono de esa ciudad, lo que ya son acciones habituales del régimen orteguista contra la Iglesia católica a nivel nacional.
Con las congregaciones evangélicas pasa lo contrario, porque desde la administración pública se promueven los eventos evangélicos. El “Congreso de Pastores Unidos” recibió el apoyo del Ministerio de la Juventud y la Alcaldía de Managua, según un afiche de promoción de ese evento. Pero ya es habitual que las alcaldías de diferentes municipios promuevan los eventos evangélicos y que los cultos se realicen en plena vía pública sin ninguna restricción y a cualquier hora.
El “Congreso de Pastores Unidos” se realizó en el Centro de Convenciones Olof Palme, propiedad del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (Inss), que también usa con frecuencia Daniel Ortega para realizar eventos oficiales.
Los medios de comunicación oficialistas confirmaron que “el congreso para pastores y líderes organizado en conjunto con la Federación Evangélica, se realizó en el Centro de Convenciones Olof Palme, iniciando con el tema de la importancia de la Biblia para la iglesia y la humanidad a cargo de destacados expositores como el catedrático de la Universidad Martín Lutero; el pastor de las Asambleas de Dios en Boaco, Fulvio Bermúdez; pastor Natán Alfaro de la Iglesia Casa de Mi Gloria; Pastor Roberto Rojas, secretario general de las Asamblea de Dios”.
También participó el pastor de las Iglesias de Dios en Nicaragua, Adolfo Sequeira, el pastor Omar Duarte de la Iglesia Ríos de Agua Viva, el pastor Rodolfo Gómez, el pastor Oscar Cubas, entre otros.
Representación gubernamental
En el evento estuvieron presentes la ministra de la Familia, Johana Flores, la representante de la Juventud, Darling Hernandez, el ministro asesor presidencial para las Relaciones Internacionales, Michael Campbell Hooker.
La ministra Flores se encargó de expresar el saludo oficial en nombre de Ortega y Murillo ante el congreso. Flores dijo que “el Buen Gobierno trabaja incansablemente en favor de las familias, con la sabiduría y la fuerza de Dios, para seguir cambiando Nicaragua”, “transformando el odio por amor, construyendo una paz duradera”, entre otras frases que comúnmente usan los funcionarios públicos para alabar al régimen Ortega Murillo.
La relación entre las congregaciones evangélicas y el régimen de Ortega se mantiene intacta pese al cierre de instituciones académicas como la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), que era parte de la Convención Bautista.
También han sido cerrados medios de comunicación evangélicos como el Canal 21 Enlace del político y reverendo evangélico Guillermo Osorno.
Aunque no hay pastores evangélicos presos, se ha conocido que algunos han sido mandados a callar sus críticas en los púlpitos.
En cambio, la Iglesia católica ya cuenta con un obispo bajo condición de casa por cárcel, al menos 10 sacerdotes presos y muchos otros exiliados.