Los nicaragüenses Kelvin Antonio Tórrez Medina, José Antonio García Ramírez, Melvin Alexander Zelaya Hurtado, Lester Sotero Castillo Jarquín y Carelia del Carmen Velásquez Selles, salieron del país con la meta de hacer realidad el sueño americano, pero el río Bravo les arrebató la vida.
Y aunque tuvieron la “suerte” de que encontraran sus cuerpos y los identificaran, tras casi dos meses de fallecidos, la indolencia del cónsul de Nicaragua en Houston ha impedido que sus familiares les den el último adiós. El llamado es a las autoridades de los Ministerios de Gobernación (Migob) y de Relaciones Exteriores (cancillería) para que no sean indiferentes ante el dolor de las familias que pierden a sus seres queridos en esta oleada migratoria.
De los cinco cadáveres, el que lleva más tiempo en la Webb County Medical Examiner, de Laredo, Texas, es Kelvin Antonio Tórrez Medina. La organización humanitaria Texas Nicaraguan Community lo encontró en ese centro el pasado 27 de mayo. En Nicaragua, su familia ya realizó todas las gestiones para repatriar el cuerpo; pero el cónsul de Nicaragua en Texas, Samuel Trejos Córdoba, aún no lo reclama y sin esa solicitud oficial, el traslado no puede concretarse.
Tres se ahogaron el fatídico 26 de mayo
José Antonio García Ramírez, Melvin Alexander Zelaya Hurtado y Lester Sotero Castillo Jarquín, son tres de los cinco nicaragüenses que perdieron la vida en las aguas del río Bravo el pasado 26 de mayo, pero su búsqueda duró más de un mes.
El cuerpo de García Ramírez lo localizaron en esa morgue de Laredo, Texas, el pasado 27 de junio. El cuerpo de Zelaya Hurtado, de 42 años, el pasado 29 de junio. Castillo Jarquín tenía 28 años y su cadáver lo localizaron en la morgue el 18 de julio. En estos dos últimos casos no hay ningún avance en los trámites de repatriación. Zelaya Hurtado viajó acompañado de su hijo Kevin Alexander Zelaya Espinoza, que también murió, pero ya fue repatriado.
El quinto cuerpo que la Texas Nicaraguan Community (TNC) reporta en dicha morgue es Carelia del Carmen Velásquez Selles, de 54 años. Ella era de Estelí, se ahogó el 24 de mayo y localizaron su cuerpo en esa morgue el pasado 25 de junio. Fue hasta el 18 de julio que entregaron el cuerpo a una funeraria y actualmente está en proceso el funeral que se realizará en Estados Unidos.
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Trámite de repatriación es lento y burocrático
Según la TNC para las familias es un consuelo que los cuerpos de sus seres queridos sean encontrados e identificados, porque no todos los migrantes tienen esa suerte. Actualmente en la Webb County Medical Examiner, de Laredo, Texas, hay 175 cadáveres sin identificar, y la organización no descarta que algunos de ellos sean nicaragüenses.
Sin embargo, la organización lamenta que el cónsul Trejos Córdoba sea indolente ante el sufrimiento de las familias que pierden a sus seres queridos en la travesía hacia Estados Unidos.
“Lastimosamente el trámite es muy lento, burocrático e indolente ante el dolor que pasan las familias con pérdidas de sus seres queridos. Les recordamos que los consulados y embajadas de Nicaragua están para el servicio de los nicaragüenses y ese debe ser su principal desempeño”, dice un mensaje publicado en las redes sociales de la TNC.
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El río Bravo sigue cobrando vidas
La organización ha realizado diversos llamados para que en Texas los trámites se realicen con la misma prontitud que se hacen en México. En ese país, la Embajada y los consulados se demoran entre uno y dos días para realizar los trámites de repatriación de los nicaragüenses que mueren en México; incluidos los que se ahogan en el río Bravo y sus cuerpos son rescatados del lado mexicano.
La TNC reiteró su llamado a los Ministerios de Gobernación (Migob) y de Relaciones Exteriores de Nicaragua (cancillería) para que se agilicen los trámites de repatriación de los compatriotas que mueren intentando llegar a Estados Unidos.
Tomás está desaparecido
En medio del llamado a agilizar los trámites de repatriación de los cadáveres, la TNC reportó un nuevo desaparecido. Se trata de Tomás Eduardo Valle Pérez, de 22 años y originario de Managua. Según sus familiares, uno de sus acompañantes les avisó que el pasado sábado 16 de julio por la noche, cuando intentaba cruzar el río Bravo, en la zona de Ciudad Acuña, cerca del puente internacional, la corriente lo arrastró. De inmediato reportaron el caso al Grupo Beta, pero hasta ahora no hay resultados de la búsqueda.