Una histerectomía se refiere al procedimiento quirúrgico por el cual se retira el útero de una mujer. El útero es el órgano femenino donde crecen los bebés durante el embarazo, asimismo es el órgano responsable de los sangrados menstruales; de tal forma que una vez retirado interrumpirá los periodos menstruales y no podrá volver a embarazarse.
Existen múltiples enfermedades que nos pueden llevar a tomar la decisión de retirar tan importante órgano, de las causas que con mayor frecuencia nos motivan a realizar esta cirugía destacan los sangrados, bien sean consecuencias de enfermedades propias del útero como los miomas uterinos, o a raíz de un nacimiento que condiciona un riesgo inminente para la salud de la madre.
Disponemos de múltiples estrategias desde el punto de vista quirúrgico para la realización de este procedimiento, si los clasificamos por la vía de acceso existen tres: abdominal, en la que se realiza una incisión a nivel del abdomen ya sea vertical u horizontal a fin de acceder por esta hacia la cavidad pélvica; laparoscópica, en la que a través de pequeñas incisiones en el abdomen, generalmente 3 a 4, de 5 a 10 mm de extensión, se introduce una cámara e instrumentos especiales; y finalmente, pero no menos importante es la vía vaginal, en donde a través de la vagina se realiza todo el procedimiento. Cada una tiene sus indicaciones precisas por lo cual la valoración correcta es la que orienta al profesional de la salud a decidir la opción más adecuada para cada caso.
En algunas ocasiones es posible que durante el procedimiento se decida retirar las trompas de Falopio, que según los últimos estudios tienen un papel importante en el desarrollo de cáncer de ovario. La decisión de retirar los ovarios es más compleja, va a depender de muchos factores, entre los principales destaca la edad de la paciente, pues eliminar los ovarios de forma temprana acarrea los efectos deletéreos de la menopausia a una edad precoz, sintiendo de forma súbita los famosos y molestos bochornos, sin mencionar los cambios en el estado de ánimo y los riesgos generales al corazón y a la salud que la falta de hormonas produce.
Debemos comprender que toda intervención quirúrgica, tanto por la propia técnica como por el estado de salud de cada paciente (diabetes, enfermedades del corazón, hipertensión, anemia, obesidad, edad, etc.), lleva implícitamente una serie de posibles complicaciones comunes y otras potencialmente más graves que podrían requerir tratamientos complementarios, tanto médicos como quirúrgicos, así como excepcionalmente un porcentaje mínimo de mortalidad, por lo que estar claros de los riesgos y beneficios es indispensable.
Una valoración individualizada de cada cirugía, así como un equipo multidisciplinario, son la mejor alternativa desde el punto de vista quirúrgico. Si te han propuesto este tipo de cirugía y aún no tenés claro todo lo anterior, es importante que visités nuevamente a tu ginecólogo para terminar de aclarar tus dudas.