Muchas fechas connotadas eventualmente pasan desapercibidas ante tantos acontecimientos que acontecen, dada la agitada actividad social, cultural, científica o política que se realiza actualmente como producto del avanzado estado de debate del mundo contemporáneo.
Así las cosas, resulta muy importante que la fundación Sociedad de la Libertad de Perú, que dirige la abogada Rosa María Apaza, realizara una Cumbre mundial global con destacados periodistas de varios países, tomando en cuenta a aquellos como su propia nación, y Nicaragua, donde se cometen con mucha frecuencia actos contra la libertad de prensa, lo que vino a darle un toque de trascendencia. Además, dicha cumbre fue también para pedir la libertad de Julian Assange, el programador y activista de internet australiano, creador de los controversiales wikileaks, actualmente detenido en una prisión de alta seguridad en Londres.
La libertad de prensa y de expresión son universales, sagradas, no merecen atropellos de ninguna especie y menos de gobiernos prepotentes y autoritarios que amenazan, agreden, encarcelan, restringen la publicidad, silencian y hasta asesinan a periodistas, lo que ocurre en aquellas naciones con dictaduras o tiranías férreas que no aceptan ninguna crítica ni fiscalización de lo actuado por ellas.
Estas amenazas vienen creciendo en la medida en que se está produciendo una nueva ola de retorno de sistemas de izquierdas carnívoras, como le llaman algunos a esos gobiernos de tendencia izquierdista ortodoxa, autoritaria, típica de los regímenes comunistas o inclinados hacia ese sistema. Y eso ocurre pues al igual que en la defensa de los derechos humanos, esos intentos de tomar el poder desde sus inicios arrancan con sus ejes de transferencia represiva, y ya una vez gobernando se vuelven únicamente verticales, cerrados, sin permitir la crítica y sobre todo, abiertos a la censura.
No existe país de América Latina que no haya caído en estas crisis en el campo de la información, de México a Chile; con sus bajos, altos y altibajos, la realidad siempre ha sido esa.
Pero este fenómeno no es patrimonio negativo único de los regímenes totalitarios, también se dan violaciones a la libertad de prensa y de expresión en países democráticos, capitalistas y de respeto a la propiedad privada y al sistema de libre mercado, como en muchos europeos e incluso en Estados Unidos, aunque desde otros ángulos, como pudimos verlo por ejemplo en las elecciones presidenciales pasadas entre los candidatos Joe Biden y Donald Trump. Es decir, no solo con acallar a un periodista en la transmisión de su noticiero o con quitar la publicidad a determinado medio de expresión, se crea censura, esta también se da desde otros ángulos, lo cual no debe pasar por alto en una democracia, pues evidentemente atenta contra ella.
Lo importante de la Cumbre sobre la libertad de expresión en Lima es que muchos de los expositores, entre quienes estuvieron Mercedes Vigil, de Uruguay; Hector Naupari, de Perú; Víctor Becerra, de México y muchos otros, dejaron clara la amenaza desde nuevos ejes de ataque hacia el derecho a la información.
Posteriormente, la fundación de la Sociedad de la Libertad emitió un pronunciamiento valioso que está siendo enviado a embajadas y consulados de Inglaterra de todo el mundo, con una petitoria oportuna en este momento de búsqueda de consolidación de las democracias e intentonas de la izquierda progresista y globalista carnívora de pretender alzarse nuevamente con el poder.
Entre estas justas peticiones, resumidas en un documento-resolución el cual, además de clamar por la liberación del fundador de wikileaks, se pide también el cese inmediato de agresiones y amenazas a periodistas peruanos y del mundo, instar a todos los gobiernos a respetar incondicionalmente la libertad de expresión y de prensa; otorgar reconocimientos a destacados y valerosos periodistas así como la liberación de los periodistas presos en Nicaragua. Fue un honor para mí haber sido invitada a firmar dicha resolución por parte de la organizadora de la doctora Apaza, como nicaragüense defensora de la libertad de prensa, lo que hice junto a los periodistas de Nicaragua Armando Espinoza y Ariel Montoya, el primero exiliado en Costa Rica y el segundo en Miami, quienes participaron como panelistas en la Cumbre.
También el periódico LA PRENSA de Nicaragua editorializó sobre este particular, expresando que la libertad de prensa es un “ingrediente esencial e indispensable de la democracia”. Y es que lo es, sobre todo por la sangre derramada de tantos periodistas de nuestro país, incluyendo la del Director Mártir de ese medio de comunicación, doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal.
No existe democracia sin libertad de prensa.
La autora es empresaria, escritora y emprendedora nicaragüense de origen y ciudadana estadounidense. Actualmente es candidata a Comisionada por el Condado de Miami.