Alexander “Popeye” Mejía ha sido un atleta ejemplar en el pugilismo nacional. Es campeón nacional de las 122 libras y estuvo ranqueado en la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Cuando no estaba en el ring vendía mangos por las calles de Managua o trabajaba en la construcción. En Nicaragua un peleador gana mil córdobas por asalto y pelea entre tres y cuatro veces por año, generando un estimado de 2,500 o 3,000 córdobas al mes, que es menos de 100 dólares. Los pugilistas están desesperados por encontrar oportunidades en el exterior y los peleadores con mejor récord y establecidos a nivel local encuentran las oportunidades, como es el caso de Popeye, sin embargo, la Comisión Nicaragüense de Boxeo Profesional (Conibop) destruye en ocasiones ese chance anhelado.
Popeye recibió una oferta para batallar en Bilbao, devengando 5,500 dólares, salario más que justo para un combate a ocho asaltos contra el colombiano Fran Mendoza, con un récord de 13-0, mientras Popeye lo tiene de 18-2. El combate será en las 121 libras, categoría en la cual el nicaragüense se siente cómodo sobre la tarima. Según relata Marcelo Sánchez, presidente de Pinolero Boxing, quien ha trabajado los últimos años de cerca con Popeye, el viernes pasado llamaron a Manuel González, secretario de la Conibop, para la solicitud del permiso de salida, recibieron una hora (4:00 p.m.) de atención y el encargado señaló que “se vería hasta que se diera la junta directiva”. “Cada vez ponen más trabas a nuestros boxeadores, así sucede con nuestras carteleras. También se inventan que debe tener dos peleas ganadas para poder tener autorización de pelear, cuando eso no existe en el reglamento”, explicó Sánchez.
Popeye decidió partir hacia Guatemala, donde la comisión de ese país le renovó la licencia como boxeador y lo autorizó sin problemas. Sin embargo, Popeye le envió antes una carta al director de deportes del IND, Marlon Torres, en la cual explicaba por qué renunciaba a seguir actuando como boxeador profesional de la Conibop, reflejando la decepción que tenía como boxeador hacia el organismo nicaragüense. Finalmente, Popeye pudo hacer el viaje y peleará este sábado en Bilbao.
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Meses atrás, la Comisión de Boxeo evitó que Giovanny “Baby Face” Gutiérrez peleara en Estados Unidos por una bolsa de 10 mil dólares, negándole el permiso de salida de igual forma. Baby Face se fue a Guatemala a realizar una pelea y luego partió hacia Estados Unidos por órdenes de su promotor en donde realizó un campamento para pelear ahora contra Ashton Sylve este sábado en Long Beach. Gutiérrez ganará 6,000 dólares. Su rival tiene 6-0, mientras Gutiérrez 11-2.
La Comisión Nicaragüense de Boxeo Profesional (Conibop) se ha convertido en un órgano que ha distorsionado su labor como ente regulador que trabaja en pro del boxeo nicaragüense para facilitarle los procesos a los pugilistas y cuidar a los atletas. En los últimos años importa más el color político que el bienestar de los pugilistas. “Desgraciadamente tienen algo en contra de la promotora Pinolero Boxing, quieren que desaparezca y quieren que los boxeadores de nosotros se vayan con otras empresas. No lo han podido conseguir”, concluye Sánchez, optimista en que se tomarán cartas en el asunto.