14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

La crueldad como moneda de cambio

Contenido Exclusivo CONTENIDO EXCLUSIVO.

Crueldad

El único sentido que podría tener la crueldad mostrada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo sería su intención de convertir esa actitud despreciable en moneda de cambio en una negociación que tiene en mente. Algo así como: “Si me dan lo que yo quiero, dejo de ser como soy ahora”. Dame que te doy.

Rehén

La crueldad del régimen no solo se reconoce en el ensañamiento que ha tenido contra los presos políticos, que ese es un capítulo de terror aparte, sino en el que ha mostrado contra toda la sociedad nicaragüense. Todos los días amanece buscando qué daño hacer. Una prueba simple: ¿desde hace cuánto la Asamblea Nacional no aprueba una ley que beneficie a los nicaragüenses? En cambio, resulta difícil encontrar un día que no introduzca o apruebe una ley dañina. Hay un afán de destruir, de “no dejar piedra sobre piedra”, de vengarse contra una sociedad que ellos saben que hace rato les dio la espalda y solo pueden controlarla como rehén.

Selección múltiple

Tanta crueldad se podría explicar desde una severa perturbación mental, gente que hace daño por hacer el daño. Lo disfruta. O como un instrumento de control a través del terror. O como cálculo para una negociación donde no tenga que ceder nada de la dictadura que ha formado y logre concesiones como reconocimiento, suspensión de sanciones y colaboración a cambio solo de aflojar un poco la soga con la que ahorca a sus víctimas. O… todas la anteriores.

Estados Unidos

Llegado a este punto, si es para negociar, vale preguntar: ¿Negociar qué? ¿Con quién? Con la oposición no tiene nada que negociar. ¿Qué podría darle la oposición a Ortega en este momento? Nada o muy poco. Ni siquiera sabemos de qué oposición hablaríamos. Obviamente, la mira de Ortega estaría puesta en la comunidad internacional, y particularmente en Estados Unidos, porque considera que, entendiéndose con Estados Unidos, el resto viene por añadidura. Entre Estados Unidos y el régimen de Ortega sí tienen que darse el uno al otro, principio clave de una negociación.

Condiciones

Con frecuencia oigo a opositores que plantean la posibilidad de una negociación con Ortega solo si se cumplen condiciones como la liberación de los presos políticos, el cese de la represión, la restauración de los derechos ciudadanos, y elecciones libres, justas y transparentes, entre otras demandas. ¡Estoy de acuerdo con todas! Pero todo queda en una carta de buenas intenciones cuando se pregunta ¿y qué estaría dispuesta a dar la oposición para que Ortega ceda en todo eso? ¿Cuál es la carta de negociación de la oposición si fuese el caso?

Secuestro

Resulta escalofriante comprender que todo llega a tener sentido cuando se analiza en clave de secuestro. Secuestradores: Daniel Ortega y Rosario Murillo. Secuestrados: pueblo de Nicaragua. Como en todo secuestro hay diferentes roles. Los jefes, los pistoleros, los colaboradores que, a pesar de estar secuestrados, tienen mejores condiciones porque ayudan a los secuestradores, y las víctimas. Entre estas últimas hay también varias categorías: ya hablamos de los colaboradores, otras serían las primeras a liberar por su vulnerabilidad o poca utilidad, y las ejecutables, aquellas quienes por su importancia o el odio que hay contra ellas se utilizan para presionar la negociación.

Extorsión

Y por supuesto está la negociación, que no es una negociación común, entre iguales y de buena fe, sino una negociación extorsiva, donde un lado amenaza con hacer daño a los rehenes a cambio de que se le deje salirse con la suya. Nicaragua es un país secuestrado y si hubiese una negociación en estos momentos sería la de un secuestro. Ortega mantiene la pistola puesta en la sien de los presos políticos, ha impuesto el terror en el país, azuza la migración hacia Estados Unidos prestando Nicaragua como trampolín, se comporta como un vecino indeseable y, según el mismo Estados Unidos, se hace de la vista gorda con el paso de droga por su territorio. Esas son sus cartas de negociación. Es el único sentido que le encuentro a tanta crueldad. Ofrece su mal comportamiento a cambia de aceptación.

Opinión Daniel Ortega exclusivo premium archivo
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí