A mis 15 años por primera vez visité a una psicóloga, recuerdo haberles dicho a mis padres que necesitaba ir donde una —realmente no recuerdo cuál fue la razón, pero seguramente ya notaba síntomas bipolares en mí—, como no sabía dónde ir, busqué en la guía telefónica, hice cita y fui. Cuando llegué, ella me dijo que podía sentarme o acostarme, me hizo preguntas y muy pronto sentí que el tiempo había terminado, ella me dijo “el tiempo se acabó” y yo me fui con una sensación de que no había tenido conexión con ella y que ni siquiera mi nombre me había dicho, así que no regresé nunca más. 

Estuve separada de la terapia psicológica por algunos años, pero cuando tomé clases más complejas, mientras estudiaba Psicología, me di cuenta que era necesario que yo buscara ayuda, así que pedí referencias de psicólogas y me quedé con la que más compatibilidad sentía; en ese momento me fue muy bien y estuvimos juntas en terapia bastante tiempo. Luego sentí que necesitaba otro enfoque y busqué a otra psicóloga, y así he venido teniendo distintas psicólogas y he estado en diferentes tipos de procesos para trabajar diferentes cosas de mi vida, porque eso es lo hermoso de la psicoterapia, que tenemos muchos enfoques y maneras de hacer terapia. Sin embargo, ahora tengo mi psicóloga y psiquiatra de cabecera con quienes me siento muy contenta. 

Al igual que ustedes, muchas veces pensé que no necesitaba terapia, incluso siendo estudiante sentía que era suficiente con la formación de psicóloga y que, ¿para qué ir?, pero la verdad es que la terapia ha tenido desde siempre un tabú de que es para locos, de que para qué le vas a ir a contar a alguien desconocido tus problemas, de que eso solo es ir a hablar y que para eso le contás las cosas a tus amigos mejor. Muchas ideas completamente erróneas que nos alejan de la oportunidad de cuidar de nuestra salud mental.  

¿Qué es lo que encontramos en terapia? 

Primero quiero preguntarles: ¿Qué es lo que ustedes se imaginan de ir a terapia? ¿De dónde tomaron esa idea o dónde lo escucharon? ¿Qué tal si le preguntan a alguien que sí va a terapia cómo es ir a terapia para él o ella? Quizás nos llevemos muchas respuestas y aclaremos ciertas dudas, posiblemente te darás cuenta que terapia es un lugar seguro donde vos podés ser quien sos, un espacio donde te vas a descubrir, explorar, conocer y ponerle nombre a las cosas que te pasan. 

• Espacio seguro: para que podás tener un espacio exclusivamente para vos en donde podrás hablar sobre temas incómodos, dolorosos o cosas que no le decís a nadie porque no sabés cómo hacerlo.  
• Para escucharte: Te pregunto, ¿cada cuanto te escuchás de manera consciente? Ir a terapia es enfrentarte a vos mismo, es decidir ponerte atención y darle espacio a lo que andás pensando y sintiendo. Es estar en una película donde el protagonista sos vos. 
• Para nuevas herramientas: Las terapeutas estamos para acompañarte, darte herramientas y recursos que te permitan gestionar mejor tus emociones e incrementar el autoconocimiento en vos. El autoconocimiento es poder.  
• Para conocerte: En ese espacio sos vos misma, te permitís sentir, hablar, llorar, alegrarte y aprender a mirarte con detenimiento sin juzgamientos, solamente dejándote ser. Es ir explorando quién sos, cómo sentís, cómo pensás, qué te gusta, qué te enoja, qué te alegra, es ponerte en el centro de tu atención. 

Ir a terapia es como hacer ejercicio: nunca te arrepentís de haber ido a tu sesión. Nuestra salud mental es prioridad. Recuerden que el bienestar psicológico, físico y emocional depende únicamente de nosotros mismos, si nosotros no nos cuidamos, ¿quién más lo va a hacer por nosotros? 

Recuerden que pueden seguirme en mis redes sociales como @telocuentamanda. Si quisieran escuchar un podcast sobre salud mental y trastorno bipolar, nos pueden escuchar @cadalocaconsutema en Spotify.¡Hasta la próxima!