A la madre e hijas de Juan Lorenzo Holmann les duele ver las arbitrariedades que cometen contra él y les angustia su estado de salud. Ha sido un proceso duro para la familia, pero en medio de todo, dicen, también han visto fortalecida su fe.
Ana Chamorro de Holmann —conocida como doña Anita—, Renata y Camila, madre e hijas respectivamente del gerente general de LA PRENSA, comparten que esa fortaleza viene de Dios y de la convicción que Holmann ha mostrado desde la prisión.
“Yo me siento orgullosa de él y valoro la educación que le dimos y la fe que le inculcamos (…) Yo me siento satisfecha de haberle transmitido esos principios, que uno espera que sus hijos siempre lo perciban de sus padres. Nosotros le enseñamos la verdad, la fortaleza, la fe y la esperanza que es de lo que vivo ahora, que todo va a salir bien, porque él es completamente limpio de lo que le están inculpando”, expresa firmemente doña Anita, quien desde el 23 de enero de este año no ve a su hijo.
A Holmann, el Ministerio Público del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo lo acusa del supuesto delito de lavado de dinero, pero su familia y organismos nacionales e internacionales de derechos humanos lo rechazan y sostienen que es un reo de conciencia, encarcelado por su labor en pro de la libertad de expresión y de prensa. Antes de su detención, Holmann nunca fue informado que era sujeto de una investigación o tenía cargos en su contra.
Meses sin escuchar la voz de su padre
Renata y Camila llevan siete meses de no escuchar la voz de su padre. Ambas extrañan contarles las anécdotas de sus día a día, bromear y reír con él. La última vez que lo vieron fue en abril de 2021, cuando su papá viajó a Estados Unidos para realizarse la operación del corazón. Ellas llevan años viviendo en el extranjero.
“Lo que más extraño es su sentido del humor y sus bromas. Siempre ha encontrado una manera de hacer reír a todos a su alrededor y sacarles una sonrisa. También extraño su cariño y poder hablar con él sobre cualquier cosa”, comenta Camila, la hija menor de Holmann.
Por su parte, Renata recuerda que la última vez que habló con su papá fue dos días antes de la confiscación a las instalaciones de LA PRENSA, el 13 de agosto de 2021. Holmann le llamó para contarle que el periódico lanzaría su última edición en el papel y que daría una entrevista a CNN en Español.
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“Con el allanamiento de LA PRENSA tuvimos un intercambio de mensajes y lo último que le dije fue que estaba orgullosa de él, de ser su hija y por todo lo que ha hecho. Él me dijo que no me preocupara, que todo iba a salir bien, que él estaba bien, eso fue lo último que pude hablar con él”, manifiesta Renata.
“Me parece mentira, es como si mi papá de un día para el otro desapareció, sé que él está vivo, pero me lo han robado (…) Nosotros sabíamos que era una posibilidad (la detención), pero una cosa es saber que es una posibilidad y otra cosa es que pase, no había manera de prepararse para lo que venía”, agrega.
Ambas hermanas señalan que estaban conscientes del riesgo que tenía su papá por el contexto represivo que vive el país, pero no estaban preparadas para recibir la noticia de que él estaría en prisión y por el supuesto delito de lavado de dinero.
“Jamás pensé que sus acusaciones iban a ser por lavado de dinero, ya que mi papá toda la vida ha sido una persona honesta y muy firme con sus principios. Siempre nos ha enseñado que el principio más importante es la honestidad y la integridad”, enfatiza Camila.
Más arbitrariedades que con la dictadura de Somoza
Doña Anita hace memoria y compara el encarcelamiento que vivieron sus hermanos Pedro y Jaime, y su hijo Eduardo durante la dictadura de Somoza, con el arresto de Juan Lorenzo Holmann bajo el régimen de Daniel Ortega, y afirma que en sus 95 años nunca ha visto tantas arbitrariedades, encarcelamientos y juicios políticos como ahora.
Aclara que si bien los casos de sus hermanos también eran políticos, su familia podía visitarlos sin problemas, llevarles todo tipo de comida y no había alguna revisión exagerada e irrespetuosa en contra de las visitas, como actualmente sucede con los familiares de los presos políticos que mantiene el régimen orteguista.
“Casi ni registraban y los juicios eran públicos, a su abogado correspondiente lo dejaban entrar y dejaban hablar, pero nunca hubo esa exageración de juicio y condena como ahora, que no lo dejan ni respirar ni decir nada”, declara doña Anita, quien añade que LA PRENSA siempre ha sufrido persecución y encarcelamiento por decir la verdad.
Orgullosas de la fortaleza de Holmann
Doña Anita destaca que su hijo es inocente de lo que se le acusa y que el juicio político en contra de él, así como al resto de los reos de conciencia, “es un circo”.
“Son inventos de ellos (del régimen), es completamente construido todo lo que le van a decir y hasta de lo que le van a inculpar, es un circo aquí, es la mentira más grande lo que están haciendo con los demás, y el tiempo que lo dejan culpable es otro circo”, afirma.
Pero en medio de toda las arbitrariedades, doña Anita dice que está preparada para escuchar la condena que le dará el régimen a su hijo, y no porque lo acepte sino porque son juicios políticos, “fabricados e inventados”.
“Yo me preparo al ver los juicios que le han hecho a los demás y me doy un mensaje a mí misma de que eso va a pasar, porque ellos son así, van contra la verdad, ellos inventan, es un circo lo que estamos viviendo”, denuncia.
Tanto la madre como las hijas de Juan Lorenzo Holmann destacan que ahora más que nunca están orgullosas de él por su fe, firmeza y esperanza.
“Ver cómo él se ha mantenido fuerte y con la cabeza en alto, a pesar de las condiciones inhumanas en las que se encuentra, me enorgullece mucho más. El saber que él está firme me ayuda a mí a estar fuerte, porque si él puede estar fuerte y no perder la fe y la paz, yo también lo puedo hacer”, reflexiona Renata.
En tanto, Camila comparte que admira en gran manera a su papá y su fortaleza. “Me siento orgullosa de ser su hija y de ver cómo lucha para la libertad de expresión de toda Nicaragua. Es un ejemplo a seguir y admiro cómo está convirtiendo esta situación en fortaleza”.
Por su parte doña Anita dice que mira como un “honor” que su hijo esté encarcelado por defender la libertad de expresión.
“Es un honor lo que está pasando, yo les digo a las familias de los demás presos políticos que tengan fe y continúen orando, ellos (el régimen) deberían de pensar que no son eternos. Él (Holmann) ha considerado más la necesidad de que haya libertad de expresión porque ahí se sabe lo que el pueblo quiere”, concluyó doña Anita.