¿Cómo saber si lo que siento es hambre emocional?

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Lo hemos hablado antes: el hambre es una señal física que nos indica que es hora de alimentarnos. La función principal de los alimentos es justamente esa, alimentarnos y nutrirnos, pero no es la única función. Los alimentos vienen muchas veces a aliviar o evitar el manejo de alguna emoción, usualmente poco placentera para quien la está sintiendo. Acá hablamos del hambre emocional.

Entender el porqué como y lo que hay detrás de nuestra hambre es muy importante para aprender a conocernos mejor. Recordemos que comer de forma emocional no es algo negativo, simple y sencillamente es algo a lo que hay que prestarle atención, ya que nos puede ayudar a identificar emociones y ser la semilla para aprender a manejarlas de una mejor manera.

Acá te dejo algunas preguntas que te podés hacer para identificar si lo que estás viviendo es hambre fisiológica o hambre emocional.

1. ¿Tengo el estómago vacío? (Si no has comido, probablemente sea hambre fisiológica).

2. ¿Me comería cualquier cosa en este momento? (El hambre emocional viene acompañada con antojos muy específicos).

3. ¿Cuándo fue la última vez que comí? ¿Fue hace mucho? (Lo mismo que en el punto 1).

4. ¿Estoy aburrido? (Si la respuesta es afirmativa, es posible que sea hambre emocional).

5. ¿Me ha pasado algo que no ha sido muy placentero para mí y no quiero lidiar con eso? (Lo mismo que en el punto 4).

6. ¿Pienso constantemente en comida, sobre todo si me ha ocurrido algo poco placentero? (Lo mismo que en el punto 4).

7. Después de comer, ¿cómo me siento, culpable, arrepentido, frustrado…? (Si viene acompañado de culpa, arrepentimiento o frustración es posible que sea hambre emocional).

Si al responder estas preguntas, lográs identificar que sentís hambre emocional, te recuerdo que no se trata de crear más reglas alrededor de la comida o que debés dejar de comer de forma emocional, tampoco se trata de controlar más lo que comemos, no.

El objetivo es reconocer tus emociones, elegir métodos saludables para manejarlas (y ojo, ¿ves que lo puse en plural?, es importante tener varias formas de ayudarnos siempre en caso de que una nos falle) y disfrutar realmente de la comida.

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