El Instituto Interamericano para la Democracia realizó este miércoles el foro “Quo vadis Latinoamérica 2022”, en el que expresidentes, funcionarios, líderes y activistas políticos de las Américas debatieron sobre el panorama del destino que va a recorrer la región este año, entre la lucha por el respeto a los valores democráticos frente a las amenazas de las dictaduras.
Los expositores del evento virtual coincidieron en que la lucha de América Latina no es entre izquierdas o derechas, sino entre “democracias y dictaduras”. Estas últimas lideradas por Cuba y representadas principalmente por Venezuela y Nicaragua.
El abogado y político venezolano Enrique Aristeguieta Gramcko, uno de los expositores, sostuvo que políticamente hablando América Latina “está amenazada de una gran enfermedad” y que la democracia de la región “está amenazada de muerte”.
“El cáncer cubano, que no se extirpó a tiempo, ha hecho metástasis, ya hubo una primera metástasis en Nicaragua”, señaló.
“Las cosas a finales del siglo XX cambiaron y se produjo la desgraciada llegada a la Presidencia de Venezuela de un personaje al cual nunca se le debió permitir concurrir como candidato”, explicó.
“(Hugo) Chávez engañó al pueblo de Venezuela y comenzó a financiar la acción criminal de Cuba, y la penetración de la extrema izquierda en América Latina”, añadió.
Argentina, la Celac y su contribución con las dictaduras
Por su parte, el abogado de la Universidad de Buenos Aires, Mariano Caucino, otro de los expositores en el evento, explicó que organismos como la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), cuya presidencia pro tempore fue asumida por Argentina a inicios de año, contribuyen con los gobiernos dictatoriales de la región.
Caucino dijo que “el gobierno argentino ha hecho un esfuerzo diplomático de envergadura para conseguir la presidencia de la Celac, que es un foro creado para excluir a los Estados Unidos, Canadá y del cual Brasil se ha ido precisamente por entender que ese foro fue utilizado recientemente para darle un escenario de legitimaciones a dictadura que existen en Cuba, Nicaragua y Venezuela y que hay el riesgo de que otros países también caigan en eso o que vuelvan a situaciones peligrosas como el caso boliviano”.
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Asimismo señaló que el gobierno argentino, que lidera Alberto Fernández, avaló “la elección fraudulenta” del dictador Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua y ha tolerado la presencia del jerarca iraní Mohsen Rezai, en Managua, “acusado de ser el actor intelectual de un atentado que tuvo lugar en mi país, pero que fue un atentado en contra de la humanidad”.
A la vez, el abogado argentino pidió impedir que se imponga la idea que hay una división entre izquierda o derecha, “sino una división entre países que apoyan dictaduras y países que apoyan las democracias”.
Crisis de Nicaragua, reclamo a la OEA
Con respecto a la situación de Nicaragua, el periodista nicaragüense en el exiliado, Luis Galeano, quien expuso lo que se vive en el país, cuestionó la pasividad con la que ha actuado la comunidad internacional, sobre todo la Organización de Estados Americanos (OEA) ante las arremetidas del régimen de Daniel Ortega.
“Daniel Ortega y Rosario Murillo han instalado una tercera dictadura en América Latina. Ortega asesina, encarcela, tortura, exilia, detiene opositores, y la comunidad internacional insta a que se respeten los derechos humanos. Ortega hace fraude, se reelige sin competencia y se pone la banda presidencial aun cuando la comunidad internacional le advierte a que no haga eso”, reprochó el comunicador.
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Por tanto, invitó al secretario general de la OEA, Luis Almagro —quien también participó en el foro— a realizar un mejor esfuerzo “y que vaya oficina por oficina de los países que se abstienen de votar en contra del régimen en las resoluciones y les haga ver que si Ortega capitaliza su objetivo en Nicaragua se convierte en un fracaso de todos y por tanto estarían de más como organismo rector de la democracia en las Américas”.
Almagro: “América Latina tiene 3 opciones”
Por su parte, Luis Almagro, durante su intervención que fue la última del foro, sostuvo que la región tiene tres opciones de cara al 2022: “Ir hacia adelante, quedarse donde está o retroceder”.
“Para ir hacia adelante se tienen que resolver varias cosas, como problemas estructurales y coyunturales; cuestiones sociales vinculadas a la inequidad y desigualdad; tiene que terminar de conformar el estar con instituciones más fuertes, más eficientes, un Estado que no sea un lastre, que sea solución, y que signifique solución para los problemas reales de la gente”, explicó.
Una sola democracia
Respecto al modelo de democracia necesario para la evolución de la región, el expresidente ecuatoriano, Osvaldo Hurtado Larrea, destacó que hay solo una fórmula funcional.
“Hay una sola democracia, no hay democracias distintas. La que ha asegurado los milagros económicos de Norteamérica, Europa, Japón, y otros países. Hay una sola economía, la economía de mercado. No hay otra que haya sacado a tantos miles de la pobreza. Otras economías alternativas, casi todas de orientación socialistas, han sumido en la pobreza a miles de millones de personas”, precisó.
Aristeguieta Gramcko también mencionó que “hay que convencer que la democracia tiene que ser defendida, porque merece la pena defenderla. La democracia merece la pena, después de que nos costó tantos años a los latinoamericanos”, insistió.