CONTENIDO EXCLUSIVO.
CONTENIDO EXCLUSIVO.Justo cuando se temió que el declive lo había alcanzado, Román “Chocolatito” González regresó al ring y desplegó su calidad con una maestría sorprendente para un pugilista que estaba inactivo y rodeado por la incertidumbre luego de su espantosa y hasta traumática caída en septiembre de 2017 ante el tailandés Srisaket Sor Rungvisai.
Sin embargo, impulsado por su instinto devastador, González apareció como un trueno la noche del 13 de marzo del año pasado en Dallas, Texas, y frente a un favorito Francisco “Gallo” Estrada, ofreció un recital de boxeo que no tuvo respuesta y que debió significar una victoria, de no ser por unos jueces que estaban de espaldas al ring.
Las combinaciones de golpes, el ritmo acelerado y la variedad de disparos, le permitieron a Román imponer su tren de pelea contra un Estrada que se movía, entraba y salía, pero que inteligentemente no se detuvo a intercambiar metralla. Al final, dos jueces vieron ganar al azteca, abucheado incluso por quienes lo apoyaban al inicio del combate.
Esa decisión del año pasado, fue incluso mucho más polémica que aquella que se dio en noviembre del 2012 cuando en la Sports Arena, en Los Ángeles, California, “Chocolatito” se impuso a Estrada por decisión unánime en una pelea por el título minimosca de la AMB, a pesar que los fanáticos indicaban que el “Gallo” merecía un mejor fallo.
En ambos combates González merecía la victoria, pero su desempeño el año pasado, fue incluso mejor que en el duelo nueve años atrás. Román fue un Dallas un pugilista maduro, bien construido, que mantuvo el enfoque y la iniciativa en todo momento, mientras sacaba provecho a la velocidad que aún conserva a pesar de sus 34 años de edad.
Así que dos fallos controversiales y una rivalidad atizada constantemente en las redes sociales, han creado la atmósfera perfecta para un tercer duelo el próximo 5 de marzo en San Diego, California, donde a menos que el tiempo realmente haya oxidado a “Chocolate”, es el favorito para imponerse y acabar con toda la controversia que ha surgido.
Y aunque su legado y su ingreso al Salón de la Fama no se verán afectados independientemente del resultado el 5 de marzo en San Diego, es lógico que a González le conviene un triunfo, no solo para despejar las polémicas sobre quién es el dominador entre él y el “Gallo”, sino porque después vienen combates resonantes y mejor pagados.
Por lo pronto se asegura que quien se imponga en este duelo el 5 de marzo, se medirá también al ganador entre Sor Rungvisai y Carlos Cuadras, quienes se miden el 5 de febrero en la Gila River Arena, en Glendale, Arizona, por el cetro vacante de los pesos supermoscas del CMB. “Chocolatito” y el “Gallo” van la corona 115 pero de la AMB.
González, quien tiene un amplio margen de maniobra que le permite la profundidad de su repertorio, ha sido uno de los mejores boxeadores de esta época y ha dejado huellas profundas en el pugilismo mundial, al extremo de que ha confeccionado un brillante récord de 50-3 y 41 nocauts, con coronas mundiales en cuatro pesos distintos.
Sin embargo, en San Diego tendrá la oportunidad de darle los toques finales a una gran trayectoria que ha animado incluso comparaciones con Alexis Argüello, el más grande pugilista producido en Nicaragua. Pero González se ha dedicado a escribir su propia historia y ha sido tan destacada que hasta fue mejor libra por libra del mundo.
Así que quizá luego del 5 de marzo se acaben las polémicas con Estrada (42-3 y 28 KO), siempre y cuando los jueces no sean los protagonistas. Y aunque un nocaut no parece tan viable desde ninguno de los oponentes, no hay que descartar ninguna posibilidad, más aún después de ver lo vigoroso que lució Román a pesar que se temía lo peor.
Pero no, González aún se mueve y lo hace con dinamita en sus puños y fuego en el corazón.
Edgard Rodríguez está en Twitter: @EdgardR