A más de siete meses desde de la escalada de encarcelamientos, en la que 45 personas se sumaron a la lista de presos políticos, la política oficial de comunicación sobre el estado y paradero de los detenidos parece haber cambiado. Los medios oficialistas iniciaron el 2022 anunciando que con motivo de Año Nuevo, las autoridades autorizaron una visita especial a los detenidos en las instalaciones de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como nuevo Chipote. Esta sería la cuarta visita que se permite a ese grupo de personas que tiene entre 218 y 40 días de reclusión; pero es la primera vez que medios afines al oficialismo dan cuenta de ella.
La redada que mantiene a 45 personas en el nuevo Chipote inició el 28 de mayo del año pasado con la captura de Marcos Fletes y Walter Gómez, contador y administrador de la extinta Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCh). Pasaron tres meses para que los familiares pudieran constatar el lugar donde los secuestrados permanecían, durante ese tiempo los medios oficialistas no publicaron nada sobre el paradero de los detenidos.
Desde la primera visita, los familiares de los presos políticos han denunciado que durante los encuentros, los agentes policiales los acosan e incluso los obligan a posar para fotos y videos. Sin embargo, esta es la primera vez que un medio afín al oficialismo divulga información sobre el tema. La nota publicada está acompañada de un par de fotografías de familiares mientras esperan su turno para la visita. Además, incluye el discurso que el régimen utiliza para referirse a los presos políticos como “detenidos por traición por la patria”.
La mayoría de los encarcelados han sido acusados por el delito de «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional».
Cuatro visitas en siete meses
Mientras las redadas continuaban, la primera visita se realizó el 31 de agosto, cuando la lista de detenidos incluía a 35 personas. Casi mes y medio después, el 11 de octubre, se autorizó la segunda visita y la tercera el 15 de noviembre. Ahora, mes y medio después y en medio de gran expectativa ante la reciente denuncia de que un oficial de alto rango agredió a Ana Margarita Vijil, finalmente se autorizó la cuarta visita.
LA PRENSA intentó obtener detalles de este nuevo encuentro con los familiares de los presos políticos, pero hasta ahora ellos no han brindado ninguna información. Mantienen un acuerdo de no referirse al tema antes que concluyan las visitas, pues existe el temor de que algún comentario provoque la suspensión del proceso.
Sin embargo, extraoficilamente se conoció que durante el viernes 30 un grupo de familiares visitó a sus seres queridos. Las visitas continuaron el sábado, la hija del excanciller Francisco Aguirre Sacasa informó a través de sus redes sociales que este 1 de enero podrían ver a su padre; mientras que otro grupo tiene que esperar hasta el domingo, cuando se concluirían los encuentros.
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Familia Vijil podrá verificar la agresión
Se supone que la familia de Ana Margarita Vijil es una de las que está a la espera de su turno para la verla el domingo 2 de enero; esto, tras la reciente denuncia de agresión. El pasado 19 de diciembre un oficial de alto rango habría ingresó en estado de ebriedad a la celda de Ana Margarita y la agredió.
Se desconoce qué tipo de agresión sufrió, por lo que para la familia Vijil es fundamental verla, para constatar las condiciones en que se encuentra.
En general las condiciones de encarcelamiento y el trato que han recibido los presos políticos violan todos sus derechos; también las reglas mínimas de la ONU sobre el trato a los privados de libertad, conocidas como Nelson Mandela.
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Condiciones inadecuadas y malos tratos
La alimentación es escasa y de mala calidad lo que les ha hecho perder mucho peso a todos; además, mientras unos permanecen en total oscuridad, otros tienen luz durante las 24 horas del días. En algunos casos les prohíben incluso hablar con sus compañeros de celda. Tampoco les han permitido el ingreso de colchas o ropa de abrigo, para enfrentar el frío característico de la temporada navideña; y mucho menos de libros u otros materiales de lectura.
Pero en el caso de Vijil y otras presas políticas la seña es peor. Ella, junto a su sobrina Tamara Dávila y la excomandante guerrillera Dora María Téllez y Suyen Barahona, permanecen incomunicadas desde su encarcelamiento el 13 de junio. según denuncias de las organizaciones opositoras.
Al temor del efecto que este aislamiento prolongado provocará en su salud física y psicológica, se sumó recientemente la información que les llegó sobre la agresión de la que fue víctima Vijil. Se prevé que cuando la familia tenga más detalles sobre el incidente lo darán a conocer a la opinión pública.
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