La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), ha revelado que la educación primaria en Nicaragua en Ciencias, Matemáticas y Lectura, es inferior al promedio de América Latina y el Caribe. Así lo ha verificado el Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE), de la Unesco, cuyos resultados se dieron a conocer este martes 30 de noviembre.
El estudio es del año 2019, pero es el más reciente y además no es mucho lo que pudiera haber mejorado la educación nicaragüense en los últimos dos años. Al contrario, lo más probable es que haya empeorado ya que es notorio el deterioro de la educación pública en Nicaragua, en todos los niveles, desde el primario hasta el universitario.
Según los datos del estudio de ERCE puestos en el conocimiento público en un comunicado del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE), de la Oficina Regional de Educación para América Latina (Realc/Unesco Santiago), “en Lectura, en tercer grado, los estudiantes nicaragüenses obtuvieron 646 puntos, inferior al promedio regional (697 puntos); y en Matemáticas, alcanzaron 663 puntos, inferior al promedio regional (698 puntos)…
“En sexto grado, en Lectura, los estudiantes alcanzaron un promedio de 654 puntos, inferior al promedio regional (696 puntos); y en Matemáticas, el estudiantado alcanzó un promedio de 663 puntos, inferior al promedio regional (696 puntos)…
“En Ciencias, los estudiantes de sexto grado obtuvieron 669 puntos, inferior a los 702 puntos del promedio regional, de acuerdo con el estudio.”
La ministra de Educación de Nicaragua ha restado importancia a estos datos negativos, asegurando que “para el ERCE, los estudiantes fueron evaluados con el currículo vigente en 2019, y precisamente a partir de 2020 Nicaragua implementó un currículo actualizado, que apunta a la transformación evolutiva de la educación, cuyo centro es el ser humano, con énfasis en la construcción de aprendizajes.” Pero el problema fundamental del sistema educativo de Nicaragua no es de currículo, sino de enfoque y manejo estratégico
Lo más grave y dañino es que la educación pública en Nicaragua ha sido ideologizada y politizada. El sistema educativo no fomenta el pensamiento libre de los educandos ni su capacidad de cuestionamiento de la realidad; no promueve el pensamiento crítico como es propio de una buena educación, sino la identificación con una ideología y una política partidista, excluyente y sectaria.
Desde hace unos quince años, en Nicaragua la educación pública es utilizada para transmitir valores ideológicos y conceptos políticos partidaristas, incluyendo el culto a la personalidad, los cuales influyen de manera sumamente negativa en el comportamiento sociocultural de los niños y adolescentes, que son los futuros ciudadanos.
Quizás los operadores del sistema educativo público de Nicaragua ni siquiera saben que es inspirado en los conceptos totalitaristas del filósofo marxista-leninista y militante comunista francés, Louis Althusser (1918-1990), planteados en su obra Ideología y aparatos ideológicos de Estado.
Según Althusser, la educación, lo mismo que la familia, la religión, los medios de comunicación y el sistema jurídico y político de la sociedad, son aparatos que transmiten valores e ideologías. Según él sirven para imponer y mantener un determinado sistema de dominación cultural, ideológica y política. Y orienta Althusser a los revolucionarios, a saber utilizar esos aparatos para alcanzar sus fines, ante todo el de la educación pública que es el más fácil de aprovechar porque está en manos del Estado y es conducido por el poder político.
En realidad, en Nicaragua, actualmente el centro de la educación pública no es el ser humano, como dice la ministra, sino el poder del Estado y el régimen político dominante.