Durante siete semanas consecutivas, el Ministerio de Salud (Minsa) ha reportado una disminución en los contagios de la covid-19, luego que en septiembre el país registrara la ola más alta de propagación de la enfermedad desde que se reportó el primer caso, el 18 de marzo de 2020.
De igual manera, el reporte del Observatorio Ciudadano COVID-19 Nicaragua cumplió siete semanas manteniendo una tendencia a la baja en cuanto a casos y muertes sospechosas de esa enfermedad, aunque la brecha con respecto a las cifras oficiales, sobre todo en relación con los decesos, siga siendo grande.
Según la entidad estatal, la semana pasada solo falleció una persona por la covid-19, pero el Observatorio reportó 17 nuevos fallecimientos sospechosos de esa enfermedad.
Por otro lado, en las redes sociales, convertidas en una especie de medio de obituarios, porque las personas informaban ahí los decesos de algún familiar o conocido y amistades daban sus condolencias, ha bajado la intensidad.
Médicos independientes consultados por LA PRENSA reconocieron que si bien la covid-19 no ha desaparecido del todo, los ingresos y hospitalizaciones a causa del virus en el sector privado y público han disminuido considerablemente desde hace varias semanas. «Son muy pocos los casos», dicen los galenos.
Una fuente médica del Hospital Vivian Pellas confió a este Diario que debido a la reducción de casos, en ese centro asistencial cerraron las salas de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) dedicadas únicamente para atender casos graves de covid-19. En esta semana en ese hospital solo había una persona ingresada, aseguró el especialista.
Otra fuente médica afirmó que esta misma situación se vive en los hospitales Monte España y Vélez Paiz, donde también se ordenó el cierre de las salas UCI.
Hospital Alemán
Por su parte, otra fuente médica confió que el Hospital Alemán Nicaragüense, centro asistencial de mayor referencia para el tratamiento de la covid-19 y que se vio desbordado en los días de mayor crisis, señaló a este medio que la tendencia es a la baja. «Son muy poquitos casos» los que hay, refirió.
Más precisa fue otra fuente del sector salud que labora en ese centro asistencial, quien afirmó que los ingresos diarios rondan entre cinco y diez pacientes. Esta enfatizó en que los casos que llegan en su mayoría son en «estado crítico y avanzado», porque al parecer las personas se están tratando en casa y acuden al centro asistencial hasta que se ven en una situación complicada.
Ante la baja de ingresos, dice la fuente, el hospital habilitó nuevamente las diferentes salas para atender otros padecimientos. En los momentos más álgidos de la pandemia el Hospital Alemán se vio obligado a disponer de todos los espacios para atender únicamente casos relacionados con la covid-19. Los pacientes con otras enfermedades fueron distribuidos en otros hospitales capitalinos.
«Efectivamente, hay servicios que actualmente han abierto sus clínicas, como la clínica de fisioterapia, la clínica de atención a pacientes con VIH, el centro de endoscopia, la clínica cardiológica, todo son servicios que el hospital brinda, pero por el covid se habían trasladado al Manolo Morales», dijo la fuente.
Según el reporte del Minsa, de la semana del 9 al 16 de noviembre, en Nicaragua se contagiaron 146 personas con esta enfermedad. En la semana anterior fueron 178 contagios.
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Por su parte, el Observatorio Ciudadano en su reporte semanal contabilizó solo 74 nuevos casos y 17 muertes sospechosas. El organismo también viene reportando una baja en los casos desde hace siete semanas consecutivas, aunque aseguró que esto se debe al temor que tienen las fuentes de informar lo que sucede en sus comunidades.
¿Ha incidido la vacunación en la reducción de casos?
A criterio del médico del Vivian Pellas, la considerable disminución en casos y muertes por covid-19, podría deberse en gran parte a la mayor cobertura de la vacunación contra la enfermedad, porque, si bien no alcanza un alto porcentaje a nivel regional, ha habido un mayor avance por los más de 1,500 puestos habilitados por el Minsa en el territorio nacional.
«Sí, claro que influye, pero no mucho, pues no tenemos un alto porcentaje de vacunados. Hay otros factores en juego, pero sin información fluida de parte de las autoridades sanitarias es difícil saberlo a ciencia cierta. Por ejemplo ¿Qué variante es la predominante en circulación?, ¿Cuál es el índice de positividad de las pruebas? ¿Qué tan alejada está la población de las medidas preventivas muy efectivas como el uso de mascarillas y distanciamiento físico?», cuestionó el galeno.
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Otra fuente médica coincide con ese punto de vista, pero agrega que «con el susto de la ola de agosto y septiembre la gente se está cuidando». «Ese es el secreto para controlar la pandemia: guardar las medidas preventivas, como el uso correcto de la mascarilla, distanciamiento social, lavado de manos y uso de alcohol», dijo.
¿Existe el riesgo de una nueva ola?
Una de las doctoras consultadas para este artículo, pero que al igual que el resto de médicos pidió mantenerse en el anonimato, manifestó que entre los colegas ya debaten sobre la posibilidad de una nueva oleada de covid-19, propiciada por la relajación de medidas durante las festividades de fin de año. Al consultarle si creen que esa nueva ola será igual de letal, la doctora dijo que es difícil predecir qué tan intensa será, pero aseveró que si se mantienen las aglomeraciones, sin la falta de medidas, podría haber un importante número de personas afectadas.
«Yo considero que los casos de covid-19 reaparecerán a finales de noviembre, aumentarán en diciembre y en enero estaremos altos, debido a todas las actividades de diciembre. Yo espero que sea menor (la cantidad de casos). El problema es que ahora tenemos la seguridad que en Nicaragua están las cuatro variantes y esto será un reto para las vacunas, porque no se sabe con certeza la efectividad de las mismas ante las variantes», planteó la doctora.