A pesar de los múltiples, virulentos y altisonantes ataques de la dictadura de Daniel Ortega contra el Gobierno de España, la administración de Pedro Sánchez se continúa consolidando como el principal donante de vacunas contra el covid-19 a Nicaragua y desde agosto hasta la fecha el país europeo ya suma casi dos millones de dosis entregadas a la nación centroamericana.
Este acto de solidaridad del gobierno español en medio de una grave crisis sanitaria se da pese a que en los últimos meses el régimen orteguista ha calificado al país europeo de tener una política “cínica” de “continua intromisión, injerencia, e intervención” en los asuntos internos de Nicaragua, solo porque España ha denunciado los constantes abusos y faltas cometidas por la dictadura contra ciudadanos opositores.
Manteniendo su compromiso con la salud de los nicaragüenses, este lunes la administración de Pedro Sánchez entregó a Nicaragua un quinto embarque de 625,920 dosis de AstraZeneca, lo que convierte a España como primer donante de biológicos al país centroamericano.
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«Estas donaciones forman parte del esfuerzo por parte de España de aportar una repuesta multilateral conjunta y solidaria a la pandemia, que ha golpeado especialmente a la región de América Latina y Caribe, con la que España mantiene estrechos lazos históricos y de cooperación», describe el gobierno español a través de una nota de prensa publicada este lunes.
Con esta última entrega, desde agosto hasta la fecha el país europeo ha entregado en concepto de donación a Nicaragua un total de 1, 755,940 dosis de vacunas AstraZeneca. Además, el presidente Sánchez ha anunciado en dos ocasiones que su gobierno pretende donar unas 15 millones de dosis en países de América Latina y el Caribe. «Ello también sitúa a España como primer y principal donante de la Unión Europea en América Latina y Caribe».
Las dos caras del régimen
El pasado 11 de agosto, el Gobierno de España llamó a consultas a su embajadora en Managua, María del Mar Fernández Palacios, en respuesta al comunicado que publicó el régimen de Ortega donde acusaba a España de «intromisión, injerencia e intervención», en asuntos internos de Nicaragua.
Esta decisión de España provocó que la dictadura Ortega-Murillo subiera de tono despotricando contra la administración de Pedro Sánchez y exigiendo respeto y cumplimiento de los compromisos internacionales, «sobre todo alrededor de tantos crímenes, ni reconocidos, ni investigados y todavía sin justicia para las víctimas».
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«El día llegará en que sus rabiosas, ridículas, altisonantes y falaces voces, darán lugar a otras, fraternales, respetuosas y verdaderas. Estamos seguros de que un mundo mejor es posible y para eso trabajamos», afirmó la cancillería nicaragüense a través de una carta que parecía escrita a puño y letra de la vicepresidenta Rosario Murillo.
Solo dos meses después, este lunes, Rosario Murillo con un tono totalmente cambiado se soltó en agradecimientos al Gobierno de España por la cantidad de vacunas entregadas hasta esta fecha. «Nuestro reconocimiento al gobierno, al pueblo, a su majestad Felipe VI, al presidente don Pedro Sánchez, todo ese gran pueblo español por esta contribución solidaria, respetuosa, fraternal con el pueblo de Nicaragua (…)», manifestó Murillo a través de los medios oficialistas.