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Reyes y emperadores

Desde la autoridad impuesta por la fuerza y el miedo de un “macho alfa” a un colectivo humano que actúa como manada, siguiendo instintos animales similares a los chimpancés, lobos o leones, hasta las formas más civilizadas de las democracias modernas, la historia ha visto pasar diferentes tipos de gobiernos: patriarcas, chamanes, caciques, reyes, emperadores, zares, caudillos, dictadores y demócratas. El sistema de gobierno que más se impuso durante milenios de historia, antes de que el pensamiento humano evolucionara hasta llegar a la democracia, fue la monarquía (del griego “monos”: uno; y “arkhein”: mandar, gobernar; “gobierno de uno solo”).

Las primeras monarquías surgieron cuando la humanidad, debido a la agricultura, transformó a muchas tribus nómadas en sedentarias. Los monarcas absolutos son manifestaciones del instinto animal que produce manadas y “machos alfa” entre los pueblos. Los reyes, como los jefes tribales, pueden ser sabios y valientes o idiotas y cobardes, porque su poder está en las riquezas o en la fuerza de las armas. Los primeros reinos de los que se tiene registro provienen de las culturas sumeria y egipcia, alrededor del año 3.000 a. C. Consistían en gobiernos religiosos, en los que la figura del rey podía ser al mismo tiempo dios, sacerdote o caudillo militar. Se trata del gobierno de una sola persona, sin que exista ningún tipo de división de poderes. El rey ejerce su voluntad de manera indiscutible; su voluntad es la ley. La mayoría de estas monarquías eran hereditarias, pasando de padres a hijos.

A lo largo de la Antigüedad los reyes proliferaron y pronto lucharon entre sí, convirtiendo a los vencedores en grandes emperadores. El mayor de los imperios antiguos en Occidente fue el Imperio Romano. La monarquía romana se estableció el año 27 a. C., y llegó a dominar todo el Mar Mediterráneo y grandes territorios alrededor del mismo en Europa, África y Medio Oriente, todo sometido a la voluntad de un emperador. Este imperio fue decreciendo desde las invasiones bárbaras hasta su final en el 476 d. C. Tuvo su continuidad en el Imperio Bizantino, que cayó el año 1453 d. C. ante el Imperio Otomano (turco).

El Mundo Antiguo tuvo también otras formas de monarquías absolutas e imperiales, como las dinastías chinas, el Imperio Japonés, el Imperio Mongol, el Imperio Aqueménida (antiguo Imperio Persa fundado por Ciro el Grande que dominó los territorios de los hoy Irán, Irak, Turkmenistán, Afganistán, Uzbekistán, Turquía, Rusia, Chipre, Siria, Líbano, Israel, Palestina, Grecia y Egipto), el imperio de Alejandro Magno cuya continuación fue el Imperio Seléucida (de cultura griega, ubicado en Oriente Próximo y que incluía Anatolia —hoy parte de Turquía—, Persia —actual Irán—, Mesopotamia —las actuales Palestina, Israel, Jordania, Líbano, Siria, Irak— Turkmenistán, las montañas de Pamir y algunas zonas de Pakistán.

En Occidente hubo otros reinos e imperios, de los que menciono algunos, como el Sacro Imperio Romano Germánico, que duró desde el 962 (Edad Media) hasta 1806 (Edad Moderna) incorporando en el mundo cristiano el concepto de “reinar por Derecho Divino”. El Imperio Español fue iniciado por los Reyes Católicos, Fernando e Isabel; conquistó la mayor parte de América y duró hasta perder sus últimas colonias en 1898. Otro grande fue el Imperio Francés de Napoleón Bonaparte, de 1804 hasta su derrota en Waterloo en 1815.

El mayor imperio de la historia fue el Imperio Británico, que con la Reina Victoria (1837-1901) llegó a dominar alrededor de 1/4 de la población mundial y el 40% de la superficie del planeta, incluyendo lugares inmensos como Canadá, Australia, India, gran parte de África y Medio Oriente.

Varias de las monarquías europeas que una vez concentraron todo el poder en una sola persona que gobernaba de forma vitalicia y absoluta, evolucionaron dando paso a la nueva civilización democrática, convirtiéndose en “monarquías constitucionales” con gobiernos parlamentaristas ejemplos de democracia, como España.

El autor es abogado y comentarista de temas políticos y religiosos

www.adolfomirandasaenz.blogspot.com 

 

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