Lo que inicialmente parecía un accidente doméstico donde perdió la vida Maryuri Jessenia Mercado Centeno, de 12 años, resultó ser un crimen por la vía de la asfixia mecánica.
Por el crimen calificado como parricidio la Fiscalía está acusando a Paublina Sevilla Calderón, abuela de la menor víctima y quien habita en la comunidad El Corozo, jurisdicción de Wiwilí, Jinotega.
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La acusación contra la mujer de 53 años es respaldada por la Fiscalía con el testimonio de cinco personas y el oficial de Policía que practicó los actos de investigación, los cuales permitieron determinar que la muerte de la menor no fue accidental.
La escena del crimen
El pasado 25 de julio parientes de la menor dieron parte a la Policía de Wiwilí sobre la tragedia, indicando que Maryuri Mercado se ahorcó de manera accidental al enredarse con los mecates que forman parte del tejido de la hamaca en la que jugaba.
Sin embargo, esa versión no coincidía con la escena del crimen encontrada por la Policía, pues el cuerpo de la niña no quedó colgado, sino que por el contrario sus pies estaban firmes sobre el suelo.
Al hecho antes mencionado se suman las contradicciones en las que habría caído Paublina Sevilla al ser interrogada por la Policía con relación a las circunstancias en que ocurrieron los hechos.
Prisión preventiva
La acusación por parricidio presentada por la Fiscalía fue el jueves último. El juez de audiencia de Jinotega, Carlos Molina Rugama, dictó prisión preventiva para la acusada y le programó audiencia inicial para el próximo 12 de agosto.
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“De acuerdo a la magnitud del daño causado esta autoridad considera idóneo y proporcional imponer a la acusada Paublina Sevilla Calderón la prisión preventiva”, dice la resolución dictada por el juez Carlos Molina.