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María Josefina Gurdián, madre de Ana Margarita Vijil y abuela de Tamara Dávila.

Pinita Gurdián demanda información sobre su hija y su nieta, cerca de cumplir 50 días detenidas

No pierden las esperanza de poder verlas y comenta que solo les permiten llevarles líquido, a veces solo agua y que Ana Margarita Vijil padece de anemia.

Pinita Gurdián, madre de Ana Margarita Vijil y abuela de Tamara Dávila, a través de un video, denunció la preocupación de la familia por no tener información sobre ambas, porque no permiten que los parientes o sus abogados puedan verlas.

“Ambas fueron secuestradas de sus propias casas de habitación el 12 y el 13 de junio, respectivamente, con el agravante que en la casa de Tamara estaba su hija de cinco años”, relata Gurdián.

Indica que hasta el momento no hay ninguna acusación legal y Vijil y Dávila están detenidas por la Ley 1060, la cual amplía la detención administrativa de 48 horas a 90 días. “Contenida en otra ley de traición a la patria. Traición a la patria es la denuncia constante que han hecho ellas en favor y defensa de los derechos humanos y por los cambios políticos y sociales en Nicaragua”, afirma Gurdián.

Escucha “Así fue la detención de Tamara Dávila” en Spreaker.

Agrega que se supone su hija y su nieta se encuentran en el Chipote, lo que considera un “centro de investigación”, “un lugar temido”.

“Queremos y necesitamos saber cómo están de salud. No han sido vacunadas contra el Covid, porque en Nicaragua no hay vacunas para esas edades. Ana Margarita además sufre de una anemia muy fuerte. No preguntamos qué comerán o si estarán aisladas. Todas esas dudas surgen porque no nos permiten verlas. Cómo no nos vamos a preocupar, cómo no tener miedo de lo que les pueda estar sucediendo”, remarcó Gurdián.

Comentó que les permiten llegar tres veces al día para dejarles cosas como jugo, pero no les autorizan pasarles fruta, café caliente o comida. “A veces solo nos permiten agua”, remarca.

Señala que en el Chipote había un rótulo que decía que las visitas eran martes y jueves, pero desde que dicen tenerlas ahí quitaron el rótulo. “Tenemos la esperanza de que algún día nos las muestren, sin embargo nos tratan con voz de mando militar, nos humillan, nos dicen que si no desalojamos en 15 minutos no les pasarán las cosas que les llevamos”, relata.

“Impotente cuando se vive bajo una dictadura”

Gurdián describe que uno se siente “impotente cuando se vive bajo una dictadura” y que a veces siente como Alvarito Conrado: “me cuesta respirar”.

“Estos atropellos y abusos no pueden dejar de ser noticia. No podemos ni debemos acostumbrarnos a vivir con miedo por defender lo que creemos que es justo. Que el mundo entero escuche nuestras voces de denuncian, nuestros gritos, que nadie puede vivir en normalidad mientras existan personas que sufren por luchar por la causa de todos los nicaragüenses, que tenemos derecho a vivir en paz, con justicia y democracia”, finaliza.

Ana Lucía Álvarez Vijil, hermana de Tamara y sobrina de Ana Margarita Vijil, también ha denunciado en sus redes sociales el desconocimiento por el estado en el que se encuentran sus familiares y demás detenidos durante los últimos meses.

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