Daniel Ortega acusó a Estados Unidos de querer “boicotear” las elecciones del 7 de noviembre, al, según él, “sembrar nuevamente el terrorismo en nuestro país”. El dictador además arremetió en contra de los gobiernos de México y Argentina —ambos de izquierda y que hasta el mes pasado se mantuvieron al margen de lo que pasa en Nicaragua—, que tras la arremetida del régimen contra los opositores llamaron a sus embajadores a consultas.
Ortega brindó este domingo un discurso tras acudir a la jornada de Verificación Ciudadana junto a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, y afirmó que “la verificación es muy importante para que todos los nicaragüenses, desde los jóvenes desde 16 años en adelante, sepamos dónde y en qué lugar habrá que ir a votar, si Dios quiere en noviembre. Si Dios quiere, no es si el imperio quiere”.
En su habitual discurso antimperialista, Ortega dijo que “el imperio no quiere (elecciones), el imperio quiere boicotearlas, sembrar nuevamente el terrorismo en nuestro país, pero si Dios quiere, vamos a realizar esas elecciones y el pueblo y la juventud saldrán a votar”.
“Los yanquis no respetan, para ellos las elecciones valen solamente cuando ganan sus peleles, o sea los que ellos ponen como candidatos. Si ganan, las elecciones son buenas; si no ganan sus peleles, entonces la elección no es buena y hacen todo lo posible por desestabilizar el país, por destruir el país, como lo han hecho con Cuba, Venezuela, Bolivia, Brasil”, señaló.
Además mencionó el ejemplo de Venezuela, que ha sufrido, según él, “arremetidas brutales” de Estados Unidos y mencionó, sin nombrarlo, a Juan Guaidó, reconocido por Estados Unidos y gran parte de la comunidad internacional como presidente encargado de ese país.
“Cuántas elecciones ha habido en Venezuela ganadas limpiamente, pero como no ganan los peleles de los yanquis, entonces no las reconocen y han llegado al extremo de inventar a un pelele que anda paseándose por todos lados, haciendo el ridículo porque se presenta como presidente de Venezuela”, afirmó y tildó además de “gobiernos peleles” a los países de América Latina, agrupados en el Grupo de Lima, que en su mayoría reconocen a Guaidó como mandatario venezolano.
Descarta negociaciones
Ortega asimismo descartó cualquier tipo de negociación con Estados Unidos, tema que sus mismas bases habían mencionado semanas anteriores.
“Frente al imperio no hay espacio alguno de negociación y de entendimiento. Los que se hacen ilusiones, sencillamente se están olvidando de la propia historia de su pueblo, que han sufrido las más brutales agresiones y humillaciones del imperio”, sentenció.
Arremete contra México y Argentina
En una inhabitual arremetida, Ortega señaló al Gobierno de México, encabezado por Manuel López Obrador, de no dar la cara frente a las “humillaciones” que los mexicanos han sufrido de parte de Estados Unidos y especialmente mencionó el ejemplo del expresidente estadounidense Donald Trump.
“Lo decía con toda claridad el presidente Trump, cuántas barbaridades no habló abiertamente, irrespetando la dignidad del pueblo de México y no hubo gobierno en México que diera la cara por ese pueblo”, mencionó Ortega.
AMLO, como se le conoce al presidente mexicano, hasta el pasado mes de junio se mantuvo al margen de la crisis social y política que vive Nicaragua, según él, por respeto a la soberanía de cada país. Sin embargo, el 25 de junio se refirió por primera vez a la crisis, rechazando la represión y el encarcelamiento de opositores que había emprendiendo el régimen de Ortega.
«Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho y no encarcelar. Que sea el pueblo, de manera libre, quien decida sobre las elecciones y también una recomendación respetuosa es que si se actúa de esa forma, garantizando la libertad plena, se impide a quienes están acostumbrados en intervenir en asuntos de otros países que tengan pretextos, excusas para entrometerse», afirmó López Obrador en una conferencia de prensa.
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En el caso de Argentina, Ortega dijo que “para quienes se hacen ilusiones pensando que el imperio tiene algo de racionalidad”, que recuerden el tema de las Islas Malvinas, un territorio sobre el que Argentina mantiene conflicto con Reino Unido.
“Se hacen la ilusión de que el gobierno yanqui ya cambió, cambian los presidentes, tienen diferentes formas de comunicar (…) los yanquis no entienden porque se creen los dueños del mundo”, aseguró Ortega.
El canciller argentino, Felipe Solá, se ha referido a la crisis en Nicaragua en algunas ocasiones, incluso en junio reveló que su país envió una carta al régimen orteguista en la que exponía su preocupación debido a los acontecimientos en Nicaragua por la detención de opositores. La respuesta del régimen de Ortega fue «una furia», aseguró el diplomático argentino.
En conjunto, México y Argentina llamaron a consulta a sus embajadores en Managua y les pidieron que regresaran a sus países para realizar consultas sobre las «preocupantes acciones políticas-legales realizadas por el gobierno nicaragüense en los últimos días que han puesto en riesgo la integridad y la libertad de diversas figuras de la oposición (incluidos precandidatos presidenciales), activistas y empresarios nicaragüenses». Lo que se sabe hasta ahora es que la situación no ha cambiado.