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La reactivación de la economía nicaragüense es incierta auguran economistas. LA PRENSA/ARCHIVO

¿Es posible que el PIB alcance 4.8 % como prevé The Economist este 2021?

Especialistas auguran que de haber un crecimiento económico este año no sería tan optimista como lo plantea la firma británica, debido al factor político principalmente

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La proyección más reciente de la firma británica The Economist Intelligence Unit (EIU) estima que este 2021 el Producto Interno Bruto del país crecerá hasta un 4.8 %, lo cual para algunos expertos parece exagerado tomando en cuenta las condiciones políticas y sanitarias en las que se encuentra el país.

El economista y académico Eduardo Solórzano considera que para llegar a esa cifra este año “depende de un buen manejo de la macroeconomía”, que las remesas continúen en crecimiento, así como las exportaciones, pero también la creación de condiciones para que vuelva la inversión extranjera directa y se produzca un crecimiento económico, lo cual no está sucediendo por parte de las autoridades.

Los investigadores atribuyen el crecimiento al gasto público, que impulsaría la demanda y la inversión fija, además de las remesas que se convertirían en consumo privado. Las exportaciones también entran en el cálculo de la firma británica.

“El informe de The Economist está elaborado bajo el supuesto de que esto (crisis política) se va a mantener y no se va a empeorar más, pero ni manteniendo las condiciones actuales es posible eso”, valora el experto, quien resalta que no se trataría de un crecimiento como tal, sino de una recuperación de lo que se ha perdido en los últimos tres años de crisis política y que asciende a más del -10 % en el PIB.

“Que el Estado de derecho y la institucionalidad del país se mantenga o se mejore y ahí es donde no vemos ninguna mejoría, más bien tenemos políticas públicas con un sistema de leyes represivo que no son atractivas ni para la inversión extranjera ni para el capital nicaragüense”, valora Solórzano.

Por su parte, el economista Maykell Marenco considera que el 4.8 % es una proyección “bastante optimista”, porque hay variables que no se logran captar como los salarios paupérrimos de los nicaragüenses o el bajo nivel de oferta laboral, que podrían cambiar el pronóstico.

“Creo que sí va a haber una recuperación, pero me adhiero a un crecimiento de 2 % aproximadamente”, opina el economista Marenco.

Discrepancia en las cifras

De las proyecciones que se han hecho sobre la economía nicaragüense para este 2021, la del Banco Central de Nicaragua es la que más se acerca a la de The Economist. El BCN prevé un crecimiento entre 2.5 % y 3.5 %.

“Este desempeño favorable también se vería reflejado en una recuperación en el mercado laboral, asimismo el proceso de reactivación económica se vería impulsado por el importante incremento en el Programa de Inversión Pública”, indicó el presidente del BCN en una ocasión.

De igual manera, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima un crecimiento del 1.3 %, mientras la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) prevé 3.3 %.

Pero el Banco Mundial no es tan optimista. Este organismo multilateral muestra otro año de caída para la economía nicaragüense en -0.9 %, registrándose así un cuarto año consecutivo en que Nicaragua se mantiene en recesión económica.

Lea además: The Economist Intelligence proyecta un crecimiento del PIB del 4.8 % este año

Sin embargo, el Banco Mundial también considera que Nicaragua registrará una leve recuperación económica hasta 2022, estimada en 1.2 %, pero The Economist prevé otro panorama para el próximo año.

“Esperamos que el Gobierno endurezca la política en 2022, a medida que las restricciones financieras se vuelvan más urgentes, en particular dadas las nuevas amenazas de recortes de fondos. Además de recortar el capital gasto, es probable que el Gobierno se embarque en una nueva ronda de reformas de la seguridad social”, indica la firma británica.

El economista Maykell Marenco explica que las distintas proyecciones se deben a que los organismos y entidades utilizan diferentes modelos econométricos, y a que las variables que se están ocupando están teniendo comportamientos que son positivos, pero relativos a los últimos tres años de crisis.

“El comportamiento de los años anteriores  va contrastado con el desempeño de los últimos meses, entonces el modelo econométrico te va a dar luces de cuál sería el comportamiento relativo que tendría la economía”, apunta Marenco, y señala que la clave está en conocer si los modelos aplicados por cada uno de los organismos contempla o no el factor político.

Es posible

Para el sociólogo y economista Cirilo Otero la punta de lanza para alcanzar el 4.8 % que prevé The Economist está en los altos precios internacionales como el azúcar, carne y textiles. “Yo le creo a The Economist”, enfatiza.

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“Los productos que nosotros producimos están teniendo en este momento excelentes precios”, dice Otero, pero también advierte que esto es una cuestión temporal, y considera que The Economist es muy optimista porque está recibiendo datos del Banco Central de Nicaragua, Presidencia y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, y con base en esos datos hace sus estimaciones.

Otero considera que el pronóstico de la firma británica “es muy aventurado, pero puede ser posible”. Otro ejemplo de productos que se están exportando a un precio bastante alto es el oro, a pesar de que Nicaragua no registra un aumento en la inversión de la industria minera.

Obstáculos: pandemia y crisis política

La misma firma británica reconoce que para llegar a ese 4.8 % de crecimiento que proyecta se deben superar varios obstáculos, empezando por la inestabilidad política y el malestar social que ha desembocado la falta de condiciones para que las elecciones de noviembre sean verdaderamente libres y transparentes.

“A pesar de la agitación política en curso, esperamos que el PIB real crezca un 4.8 por ciento bastante firme en 2021, permitiendo que la economía nicaragüense vuelva a niveles prepandémicos este año, aunque la mejora proviene de una base de comparación baja. Una recesión provocada por el conflicto político en 2018 se extendió hasta 2020 como resultado del brote de coronavirus y una temporada de huracanes difícil. A pesar del sólido resultado de 2021, el PIB real no volverá a su máximo de 2017 (4.9 %) hasta después 2024”, detalla The Economist en su más reciente informe.

De igual manera, la pandemia del Covid-19 representa un factor importante que podría alterar las proyecciones de crecimiento. “La pandemia tiene un potencial considerable para frenar las actividades de servicios, incluso sin la imposición de medidas formales de contención”, como es el caso de Nicaragua, que desde que se reportó el primer caso positivo del virus nunca adoptó medidas de confinamiento y tampoco las recomendadas por la Organización Mundial de la Salud.

A pesar de que el proceso de inmunización al virus ya empezó en Nicaragua, The Economist considera que este ha “avanzado poco, con menos del 3 % de la población que ha recibido al menos una dosis de vacuna al 25 de junio”, y detalla que la vacunación para la población en general podría llegar hasta finales del 2022 y principios del 2023.

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