Nicaragüenses radicados en Costa Rica, en su mayoría exiliados, participan este domingo 18 de julio en una marcha con el lema “Nicaragua no está sola”, para alzar la voz por su país que desde hace tres años se encuentra en una profunda crisis sociopolítica y que a puertas de las elecciones presidenciales ha recrudecido la represión contra opositores y periodistas críticos.
En esta participan movimientos sociales de Nicaragua y se han sumado de Cuba y Venezuela, países con regímenes que no permiten el uso al derecho de manifestación.
La líder campesina y exiliada en Costa Rica, Francisca Ramírez, es una de las decenas de personas que participan en la movilización azul y blanco por las calles de la ciudad de San José.
“Nicaragua nos necesita y creemos que tenemos la obligación de presionar para que sean liberados los presos políticos para que Nicaragua vuelva a un Estado de Derecho. No podemos hablar de que vamos a ver un cambio en Nicaragua cuando lo que hay es una represión, donde los mismos aspirantes al poder, a un puesto público, están encarcelados, donde no hay liberta de expresión, donde un periodista no puede ejercer su procesión”, sostuvo Ramírez al ser entrevista en un Facebook Live de Nicaragua Actual.
De acuerdo al Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, el régimen de Daniel Ortega mantiene a 146 presos políticos, de los cuales 136 se dieron en el contexto sociopolítico -que estalló en abril 20218- y los otros diez desde fechas anteriores.
“De que se van, se van” y “Eran estudiantes, no eran delincuentes”, son parte de las frases que gritan los nicaragüenses conforme avanza la manifestación, la cual se realiza de forma ordenada al utilizarse solo una parte de la vía y así puedan circular los vehículos en el resto de la vía.
La comunidad nicaragüenses en territorio nicaragüense ha incrementado a raíz de la represión orteguista de 2018 y según la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) de Costa Rica, en los últimos dos meses han aumentado las solicitudes de refugio. Esto se da en un contexto de aumento de la represión, con la encarcelación en serie de opositores.