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CONTENIDO EXCLUSIVO.En alerta. Así se encuentra la Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa) luego de que detectara en dos países miembros la presencia de la plaga de caracoles gigantes africanos (Achatina fulica, su nombre científico), que puede resultar dañina para la conservación de la biodiversidad, las actividades productivas y la salud humana por ser una especie invasora y hospedadora de parásitos, causantes de enfermedades mortales.
El 10 de junio, el Comité Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Cirsa), integrado por ministros y secretarios de Agricultura de México, Centroamérica y República Dominicana, declaró “emergencia regional por presencia de caracol gigante africano en dos países de la región Oirsa”, informó la organización en su sitio de Twitter.
Aunque en esa ocasión no mencionó en qué países se detectó la plaga, medios de Costa Rica informaron que el mismo fue detectado en una zona de la provincia de Guanacaste, frontera con Nicaragua. Eso llevó al país a informarlo a nivel internacional, debido al alto potencial de reproducción del mismo y que pude ocasionar daños devastadores a las plantaciones.
También ya se identificó esta plaga en Argentina. Existe evidencia publicada de su existencia durante años en Cuba, Barbados, Anguila, Antigua, Guadalupe, República Dominicana, Puerto Rico, Trinidad y Tobago y Brasil.
“El Oirsa insta a sus estados miembros –México, Centroamérica y República Dominicana– a intensificar sus medidas fitosanitarias y regulatorias para fortalecer sus sistemas de inspección en puertos, aeropuertos y fronteras, a fin de prevenir la entrada y diseminación del caracol gigante africano”, señala el organismo.
El organismo advierte que el caracol gigante africano es un molusco terrestre nativo de África Oriental, el cual es considerado una de las plagas más peligrosas a nivel mundial. “Ha sido transportado de su área de distribución nativa hacia varias partes del mundo para usarlo como mascota, alimento humano y de peces, investigación, medicina, farmacéutica y fines religiosos, entre otros”.
El caracol gigante africano es una especie hermafrodita con un alto potencial reproductivo, el que favorece su dispersión. Tiene una alimentación polífaga (come casi todo) que incluye más de 500 especies de hongos y plantas, muchas de ellas de interés comercial y productos altamente cotizados.
“En varios países, el caracol gigante africano es considerado una plaga de importancia agrícola, ya que no presenta preferencias sobre ningún cultivo en particular. De la gran diversidad de especies vegetales cultivables hospederos de esta plaga, está el maíz, los cítricos, la soya y numerosas hortalizas como lechuga”, detalla.
Características y hábitat
El Achatina fulica, conocido como el caracol gigante africano, tiene una concha estrecha cónica, con siete a nueve espirales cuando se ha desarrollado completamente. La concha de los adultos puede alcanzar 30 centímetros de longitud, pero en general la media oscila entre cinco y 15 centímetros.
La parte externa de la concha es de color marrón rojizo, con bandas alternas de color crema, aunque existen diversos colores, lo cual depende de las condiciones ambientales y la alimentación.
La piel del pie y la cabeza es de color café a marrón oscuro, de consistencia dura, gomosa. Posee dos pares de tentáculos, uno corto y un par largo. La boca posee una lengua y más de 80,000 dientes, los cuales son sustituidos inmediatamente después que se desgastan.
Esta especie se establece en países que poseen climas tropicales, con temperaturas cálidas y humedad alta todo el año. La especie se encuentra en zonas agrícolas, zonas costeras, humedales, bosques, zonas ribereñas, matorrales y áreas urbanas. “Para que la especie persista, se necesitan temperaturas por encima de 0 °C durante todo el año y humedad alta al menos durante una parte del año”, según la explicación técnica de Oirsa.
Además es una especie hermafrodita, lo cual significa que posee dentro de un mismo individuo el sistema reproductor masculino y femenino, con capacidad de generar óvulos y espermatozoides simultáneamente. Sin embargo, para reproducirse necesita copular con otro individuo de su misma especie, pues no posee capacidad de autofecundación.
Tiene hábitos nocturnos y se lo observa con mayor actividad durante la tarde, la noche y en las primeras horas de la mañana, siempre que las condiciones climáticas sean favorables. Se lo puede observar sobre paredes, árboles, arbustos, en el suelo y en el interior de viviendas.
Daños a la salud pública
Esta especie africana es perjudicial para la salud humana, ya que es causante de meningoencefalitis eosinofílica y de angiostrongiliasis abdominal. “Los síntomas de estas enfermedades pueden ser confundidos con una meningitis en el primer caso y con una peritonitis en el segundo, produciendo así en la primera una inflamación en las meninges, y malestar estomacal, vómitos, sangrado intestinal y diarrea en la segunda”, advierte Oirsa.
El organismo explica que la forma de contagio hacia el hombre puede producirse al consumir moluscos mal cocidos o mediante el contacto directo con la baba y heces de caracol a través de las mucosas, por ejemplo, en la zona de los ojos, nariz o boca.
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¿Qué se sabe en Nicaragua sobre la nueva plaga?
LA PRENSA llamó vía telefónica a Willi Alfonso Flores Díaz, representante del Oirsa en Nicaragua, quien se limitó a decir que esa era “información oficial del país. Nosotros no estamos declarando nada, ahorita estamos en otro plan, no manejamos eso”.
Por su parte, Agustín Moreira, director del Observatorio de Fenómenos Naturales (Ofena), manifestó que esta plaga podría propiciarse en la zona del Caribe de Nicaragua.
“Esta plaga se puede establecer en la zona húmeda, donde hay alta concentración de lluvias, pero ahorita no es motivo de preocupación, aunque es importante informar a la gente, porque esta especie transmite parásitos y bacterias que pueden causar la muerte a personas y animales, ya que la baba va cargada de bacterias”, dijo Moreira.
A diferencia de la langosta voladora, este especie de plaga ha emigrado a distintos países con ayuda de las personas, que se quedan sorprendidas por su tamaño y consideran criarla como mascota.
“Para eliminar este animal se hace un hueco lejos de fuentes hídricas y luego se entierra, una vez muerto. Aquí podría proliferar en la zona de Indio Maíz, Punta Gorda, porque hay condiciones, pero en el Pacífico y Norte no creo que puede sobrevivir un caracol gigante, porque es muy caliente”, expresó Moreira.
“Además hay que aclarar que no es una plaga como la langosta, esta se puede controlar más fácil, aunque es mucho más peligrosa, por eso es importante informar a la gente”, añadió Moreira.
También nos comunicamos con Álvaro Vargas, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), quien dijo que desconocía de dicha plaga.
Plan de contingencia
El Oirsa señala que ante la presencia de esta plaga, es necesario que los gobiernos cuenten con un plan de emergencia nacional, diseñado para la atención inmediata de una posible contingencia fitosanitaria atribuible al ingreso, establecimiento y dispersión.
Además el organismo señala que es necesario mejorar la capacidad de inspección y detección de la plaga en puntos de control de ingreso de turistas y de importación de mercancías de alto riesgo procedentes de países con presencia de la plaga, así como diseñar e implementar programas de vigilancia epidemiológica activa basada en riesgo, mediante muestreos estadísticamente representativos, que permitan detectar de manera oportuna y en tiempo, la posible presencia de la plaga en el país.
También recomienda que haya educación sanitaria de la población en lo general y del turista internacional, que eviten la adquisición de ejemplares de Achatina fulica con diversos fines: mascota, control biológico, insumo para la pesca, uso farmacéutico, plantas ornamentales contaminadas, consumo humano, así como la importación de otros insumos vegetales, maquinaria, contenedores, equipos y vehículos contaminados.
Esta especie es ilegal en algunos países, entre ellos España, desde 2011, donde ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras. También está prohibida en Estados Unidos, dado que puede convertirse en una plaga y puede alojar parásitos mortales, los cuales pueden causar diversas afecciones. Asimismo, se ha comprobado que el consumo de esta especie por parte de perros domésticos ha causado la muerte de ellos.