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Franklin Caldera, escritor nicaragüense. LA PRENSA/Cortesía

Pasado imperfecto o las memorias de Franklin Caldera, “un crítico de cine invisibilizado”

El crítico de cine, abogado y poeta Franklin Caldera, retrata la vieja Managua, sus recuerdos de familia, cine, poesía, política, fundidas en un gran recuerdo compartido que ahora vive solo en nuestras mentes, y ahora en esta primera edición especial de su libro

Una obra escrita con el estilo único de Franklin, detallista, pomposo, erudito, a la vez tierno y enternecedor, simple y sencillo.

Un libro que nos lleva de la mano por los enredos de los lazos familiares, el recuerdo de nuestra niñez y juventud compartida en la ciudad de Managua, esa ciudad eterna en nuestra memoria y escritos pues desapareció físicamente para siempre, quedando únicamente el recuerdo de los diferentes sitios frecuentados, que para cada uno de los que vivimos en esos tiempos y edades son diferentes, pero al mismo tiempo cuando leemos las memorias de Franklin, encontramos tantos sitios vividos en común.

Así los recuerdos de Franklin de “su calle” sumados a los de otros autores, como Roberto Sánchez Ramírez o los de Roger Fisher, que retratan la vieja Managua, como que se funden en un gran recuerdo compartido de esa ciudad, que ahora vive solo en nuestras mentes.

Su paso por el cine

Por supuesto que el CINE (así en mayúsculas) forma el foco unificador de la narrativa, no podía ser de otra forma, ya que Franklin es un cinéfilo molecular, es decir, este séptimo arte ya traspasó los poros de su piel y se incrustó en lo más profundo de su ser, a como lo ilustra este ejemplo.

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De joven, con todas la hormonas de la juventud, Franklin viaja a Madrid y en vez de fraternizar con las famosas “chicas fáciles o hetairas de la calle Dr. Fleming”, prefiere ir por cuatro horas al cine para ver películas de Eisenstein o Buñuel prefiriendo perderse en los “Abismos de Pasión” del celuloide, que en brazos de carne y hueso.

Y así forman recuerdos indelebles en la memoria del autor las salas de cine que existían en la Managua de esos tiempos que para un cinéfilo eran como oasis en un desierto pues en esa época, era prácticamente la única forma de ver cine.

Pasado imperfecto / Antimemorias de un crítico de cine invisibilizado / Cine, literatura, política, historia, la vieja Managua y otras cosas más. Franklin Caldera - Editorial Cinema Editions 2021.
Pasado imperfecto / Antimemorias de un crítico de cine invisibilizado, de Franklin Caldera. Cuido de la primera edición especial, Karly Gaitán Morales. Editorial Cinema Editions 2021.

Su familia

Además del cine, el libro trata de darnos un sentido bien fundamentado de donde proviene Franklin; sus raíces y para esto nos desgrana una genealogía familiar profunda, que para mí representa la única flaqueza de la que adolece el libro.

Tantos nombres, relaciones, fechas, apellidos, hijos, sobrinos, esposas y en fin todo este cúmulo de datos genealógicos que aparecen en el libro lo hacen sumamente difícil de seguir sin la ayuda de algún árbol gráfico que ilustre estas complicadas relaciones interfamiliares.

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Por supuesto que en un libro que abarca el periodo de recuerdos de nuestra generación no podían estar ausentes los grandes eventos que han impactado no solo nuestras vidas, si no la el país entero, comenzando con el terremoto de 1972 que Franklin retrata magistralmente, con toda su dósis de terror, dolor, muerte y desarraigo.

Ese evento le tocó, viviendo prácticamente frente a la capilla del Instituto Pedagógico de Managua, a pocos metros del edificio del Banco Central de Nicaragua, que con su reloj frontispicio marcó la hora de defunción de nuestra Managua.

El terremoto político que culminó con el triunfo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en Julio de 1979, marca un hito en la vida del autor, ya que, aunque trata de convivir con el régimen que se instauró y que poco a poco fue cerrando los espacios vitales para aquellos que no estaban de acuerdo con su ideología, le obliga a probar las hieles del destierro y marca su vida a partir de su exilio en Miami.

Las descripciones que hace Franklin del ambiente político-social de esos años son un retrato vivo de un régimen “castrante” que seguía la única línea correcta (aquella que pasa por “Moscú, Hanoi, La Habana y Managua”) retratando acertadamente la mentalidad de los “líderes” que ostentaban el poder, dispuestos a “repartir pobreza” si fuera necesario.

Eventualmente costó la vida a unos 50,000 nicaragüenses, la cárcel y exilio a un millón más, e hicieron retroceder al país en casi todos los campos medibles a los años posteriores a la segunda guerra mundial.

El poeta

Franklin, el poeta (otra de sus facetas) la resume, citando a Oscar Wild y la rosa egoísta, “una rosa roja no es egoísta por querer ser una rosa roja, pero sería terriblemente egoísta si quisiera que todas las flores del jardín fueran rosas…y rojas!”, una forma definitivamente muy suave de resumir años de terror y muerte que aún seguimos sufriendo y pagando.

El poeta en Franklin nos deja un sabor agridulce al describirnos los años de la diáspora, trabajando en traducciones, luchando por sobrevivir en un mundo metalizado para el cual Franklin el hombre, el profesional, no estaba preparado, habiendo perdido a la vorágine de los 80’s sus bienes materiales y la empresa familiar que le permitió a su abuelo y padre acumular esos bienes.

Sin embargo al mirar atrás el mira “sin ira”, medita sobre las decisiones de una vida, tomadas al calor de los acontecimientos, que quizás hubiesen cambiado el futuro que es ahora su presente y nos deja con una lección invaluable:

Él siguió su estrella, se sumergió en su mundo, invirtió miles de horas en ver decenas de miles de películas, leyó cantidades industriales de libros, escribió miles de críticas de cine, artículos y poemas; tiene unos hijos que son exitosos en la vida y le han dado nietos que representan la continuidad.

Y “ES FELIZ”.  No le puedes pedir más a la vida.


Carlos Marin O, es nicaragüense, realizó estudios de ingeniería en informática en Estados Unidos. En Nicaragua durante sus estudios en el Instituto Pedagógico La Salle, de Managua, fue compañero de Franklin Caldera, desde entonces han mantenido su amistad, leído sus numerosos artículos de cine, así libros como “Luces, cámara, acción…/100 años de historia del cine”, publicado por la editorial Hispamer en 1996″, así parte de su poesía. 

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