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Qué hay detrás de la pérdida de 121 empresas grandes formales, la gran mayoría en Managua

Según anuarios del INSS, en el 2017 se registraban 1,165 empresas grandes, pero en el 2018 se perdieron 84 y en el 2019 cerraron 37, para una pérdida total de 121 empresas. Esta es la explicación que brindan representantes del sector empresarial.

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El anuario estadístico del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) revela que en dos años de recesión (2018 y 2019) se perdieron 121 empresas, clasificadas como grandes, de las cuales 113 estaban en Managua. Las sanciones de Estados Unidos, el traslado de operaciones de algunas de estas a otros países de la región y la pérdida de tamaño de la planilla de las empresas, que las hace caer en la clasificación que establece el instituto, según el número de trabajadores, estarían detrás de esta merma significativa en dos años, según fuentes empresariales consultadas.

Según anuarios del INSS correspondientes al 2019, pero divulgados con un año de retraso este 2021, en el 2017 se registraban 1,165 empresas grandes, en el 2018 se perdieron 84, y en el 2019 cerraron 37, para una pérdida total de 121 compañías de gran tamaño, las cuales, según define el instituto, emplean a más de cien personas.

La pérdida de 121 empresas grandes en dos años de crisis provocó que unas 37,309 personas quedaran desempleadas. Es decir que en promedio cada empresa tenía 308 trabajadores. De hecho, según el anuario en el 2017 las empresas grandes totales empleaban a 476,650 personas, pero en el  2019 descendió a 439,341 trabajadores.

El anuario del INSS detalla que solo en Managua hasta el 2017 habían 611 empresas grandes, pero luego en el 2018 con el estallido social y las posteriores sanciones de Estados Unidos, se perdieron 94 empresas, y luego en el 2019 cerraron 19 empresas más. Cabe mencionar, no obstante, que este último año de referencia también hubo presión contra estas empresas por la decisión del régimen de Daniel Ortega de aplicar unas severas reformas a la Seguridad Social y la Ley de Concertación Tributaria, que aumentó la carga impositiva a este tipo de empresas.  (Vea infografía).

Lea además: Tras un año oculto, el INSS publica su anuario estadístico, que revela la pérdida de más de 3,400 empresas en Nicaragua

El segundo departamento con más empresas grandes que salieron de la base de contribuyentes al INSS es Chinandega. En el 2017 habían 74, luego en el 2018 aumentó a 82, sin embargo en el 2019 cayó a 75, para un pérdida de siete, si se compara con el 2018, pero se suaviza a una con relación a antes del estallido de la crisis política.

En contraposición, en Estelí, en el 2017 habían 59 empresas grandes, pero en el 2018 se sumaron cuatro más y en el 2019 otras cinco, para un total de 68 empresas de este tamaño. Esto muestra un crecimiento de estas empresas.

Esa suerte no la tuvo Matagalpa que en dos años de crisis perdió 12 empresas, pasando de 60 a 48 centros que emplean a más de cien personas en el periodo de referencia.

¿Las sanciones de EE. UU. detrás de merma?

José Adán Aguerri, expresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep),  manifestó que detrás de esa pérdida de empresas grandes están las sanciones de Estados Unidos, puesto que muchas de estas estaban vinculadas al esquema de negocio privado del gobierno de Daniel Ortega.

“Parte de esas empresas que aparecen cerradas probablemente son las de ellos (el Gobierno) acordate que se cerraron gasolineras (de DNP),  cerró el banco (Bancorp), entonces probablemente en ese grupo están las empresas afectadas por las sanciones. Del sector privado, las empresas grandes tradicionales no cerraron, en esos dos años hubo un esfuerzo extraordinario para mantenerse”, dijo.

Aguerri señaló que obviamente las grandes empresas del sector privado tuvieron que adoptar una serie de medidas para poder sobrevivir a la crisis, sin llegar a tomar la decisión de cerrar.

“El problema principal que tienen las empresas grandes está vinculado a dos cosas: el tema tributario y el cambio de las reglas del juego con la crisis política que provoca una enorme incertidumbre hacia el futuro. Las empresas grandes que han sido parte de Cosep, salvo casos muy particulares de empresas que están en zona franca, que no necesariamente son parte de Anitec, por razones de orden administrativo se han dado un par de casos de cierre”, sostuvo.

Los datos del Banco Central detallan que hasta marzo del 2018 habían 194 empresas de zona franca industrial y hasta diciembre del 2019 había descendido a 188, es decir que se perdieron seis empresas grandes en dos años.

Las sanciones de Estados Unidos golpearon duramente a Albanisa, la que a su vez tenía varias empresas en distintos mercados, desde el sector forestal hasta hotelero, entre otros. Una de esas empresas era Albalinisa, el brazo que controlaba el negocio de exportación entre Nicaragua y Venezuela bajo el esquema de cooperación petrolera.

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Lo que dice la Cámara de Comercio

Carmen Hilleprandt, presidenta de la Cámara de Comercio y Servicio (CCSN), manifestó que entre el 2018 y 2019 esta organización  perdió 45 miembros de grandes empresas, de los cuales cinco cerraron operaciones.

“Las empresas que nosotros tenemos catalogadas como grandes han salido de la Cámara 45, eso es un cinco por ciento de la membresía que han renunciado porque su estructura de costo no les permitía seguir. De esas 45, cinco cerraron completamente operaciones, hay una empresa transnacional que cerró operaciones y tercerizó la distribución porque ya no era atractivo seguir operando. Hay otra empresa de transporte, de muebles, empresas de publicidad, hay de diferentes”, dijo Hilleprandt.

Expresó que lo que más afectó a las grandes empresas fue la Ley de Concertación Tributaria, que les quitó liquidez.

“Lo que más afectó fue la reforma fiscal porque se fue todo el atractivo para estas empresas, no es un pecado que las empresas quieran ganar, si vos tenés toda una estructura de pasivos generales, de distribución, pero ya tu rentabilidad se ve menoscabada, ya no es atractivo hacer negocios”, explicó Hilleprandt.

Al respecto Marcos Pierson, presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), manifestó que efectivamente las grandes empresas se vieron fuertemente afectadas y muchas al perder competitividad decidieron trasladar sus operaciones a otros países, sin embargo no precisó cuántas empresas del sector se vieron obligadas a cerrar.

Otras han reducido su tamaño

“No te puedo decir cuántas empresas cerraron, pero sí hemos visto desde la crisis que varias han ido cerrando y otras han pensado hacerlo, y hay algunas que han reducido su tamaño, todo eso se debe al impacto que tuvo la reforma tributaria, la del INSS, los altos costos de energía, sumado a la inestabilidad del país”, dijo Pierson.

Leslie Martínez, presidenta de la Cámara Nicaragüense de Construcción (CNC), manifestó que en este tiempo las empresas grandes de este sector han sido muy afectadas, pero han resistido y no han cerrado.

 “Ninguna empresa grande ha cerrado, ni proveedor, ni constructor, mucho menos consultores, tampoco en la mediana empresa, lo que sí hemos visto es el cierre de pequeñas empresas de construcción”, dijo Martínez.

¿Qué es lo que más afectó a la gran empresa?

A finales del año pasado el Cosep dio a conocer que el 80 por ciento de las grandes empresas en el país pagan el 85 por ciento de los impuestos, y por lo tanto la presión que se estaba generando podría llevar a estas a la quiebra.

“Estamos ahogando a estas empresas, están quebrando, algunas se están tratando de retirar ya del país y esto lo que viene a agudizar también es el tema del empleo”, alertó en ese momento Michael Healy, presidente del Cosep.

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Healy aseguró que habían muchas empresas que habían quebrado en el actual contexto, pero que no tenía el dato exacto. Asimismo dijo que unas 800 empresas estaban pagando el 3 por ciento en concepto de anticipo mensual del Pago Mínimo Definitivo a cuenta del Impuesto sobre la Renta (IR), cuando antes era el uno por ciento.

Y es que con la reforma fiscal que se aprobó en febrero del 2019, las empresas con ingresos menores a 60 millones de córdobas anuales continuaron pagando el 1 por ciento del anticipo; las que tenían ingresos entre 60 y 160 millones de córdobas comenzaron a pagar el 2 por ciento, y las que entraron en la categoría de Grandes Contribuyentes (excedan los 160 millones de córdobas) empezaron a aportar mensualmente el 3 por ciento de sus ingresos brutos, lo que fue un golpe brutal.

Además en este lapso, casi 200 mil empleos formales se han perdido, según cifras divulgadas por el Banco Central de Nicaragua.

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